* “¿Dónde está el partido que defiende al proletariado?”, se pregunta el líder estatal del Movimiento Antorchista en Durango
Durango, Dgo. En un contundente mensaje a través de sus redes sociales, Pedro Martínez Coronilla, líder estatal del Movimiento Antorchista en Durango, cuestionó la inexistencia de un partido político que verdaderamente represente los intereses de la clase trabajadora en México.
“Todo partido político representa los intereses de alguna clase social. ¿Dónde está el partido que defiende al proletariado?”, señaló, llamando a la reflexión sobre la falta de representación política para los obreros.
La discusión sobre el sistema político en México está alcanzando un punto álgido, y una pregunta resuena cada vez con más fuerza: ¿Existe un partido que verdaderamente defienda los intereses de la clase obrera en el país?
La realidad actual muestra que la mayoría de los partidos políticos representan los intereses de poderosos grupos empresariales, quienes han asegurado sus intereses a expensas de los trabajadores mexicanos.
El líder antorchista subrayó que los partidos políticos actuales protegen a los grupos empresariales y a los dueños de grandes propiedades agrícolas, quienes explotan a jornaleros con bajos salarios y condiciones laborales desiguales.
Además, criticó que, en el Gobierno de la 4T, las grandes fortunas hayan continuado creciendo, lo que, a su juicio, desvela un doble discurso presidencial y pone en evidencia la falta de compromiso hacia la clase obrera.
Mientras estos partidos priorizan los beneficios económicos de la élite, la clase trabajadora sigue enfrentando una situación precaria:
“Los trabajadores mexicanos, que deberían contar con un partido que defienda sus derechos laborales y sus necesidades básicas, como un salario justo, acceso a vivienda digna, salud y educación, se ven desprotegidos. Además, los problemas sociales en el país, como el aumento de la violencia, el crecimiento de la pobreza, el narcotráfico y el robo de combustibles, están cada vez más fuera de control, afectando principalmente a las clases bajas”.
En este contexto, surge la necesidad de un partido de la clase obrera, compuesto por obreros, campesinos, estudiantes, profesores y todos aquellos sectores marginados del sistema político actual.
Este partido se centraría en la defensa de derechos laborales, la distribución justa de los recursos y el acceso universal a servicios esenciales.
La formación de este partido no sólo sería un acto de resistencia, sino una exigencia de justicia social y equidad en un país que, hasta ahora, parece ignorar las demandas de sus sectores más vulnerables.
La creación de un partido que verdaderamente represente a los intereses de los trabajadores mexicanos se impone como una tarea crucial para transformar el rumbo de México y construir un futuro donde la clase obrera tenga voz y poder real.
Coronilla concluyó con un llamado a la acción, invitando a los sectores más comprometidos de la sociedad —obreros, campesinos, estudiantes, profesores y amas de casa— a unirse en la creación de este partido obrero, reiterando que la clase trabajadora necesita una representación sólida en la política mexicana.
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