Baja California Sur está en el periodo donde se presentan los fenómenos meteorológicos, como huracanes y tormentas. En el caso del municipio de Los Cabos, por su ubicación, regularmente es el primero que sale afectado, por ejemplo, cuando se ha presentado un huracán ha pegado primero a este municipio. Ciertamente, el ser humano no puede impedir que se presente un fenómeno natural, pero sí puede tomar medidas y precauciones para no salir tan mal parado por la fuerza de la naturaleza. En este sentido, el gobierno tiene la obligación de velar por la ciudadanía, invirtiendo en obras de buena calidad como puentes, carreteras y también construir casas de calidad para que el daño sea menor y no salga afectada la ciudadanía cabeña.
Esto viene a cuento porque en los últimos días, fuimos testigos de los estragos que dejó la tormenta tropical “Kevin”. Los medios y las redes sociales se inundaron de imágenes de la crecida de arroyos que obligó que la circulación de automóviles se paralizara por algunas horas, las calles afectadas quedaron intransitables por las fuertes precipitaciones. También, brotaron las aguas negras por el pésimo sistema de drenaje, por otro lado, cientos de familias fueron afectadas en sus viviendas, esto porque muchas viven en casa de cartón y de madera, filtrándose el agua en los muebles y electrodomésticos que terminan por deteriorar, algunas casas de cartón se caen debido a que la tierra se reblandece. Como siempre, los más afectados son los que menos tienen, aquellos que viven en colonias populares abandonadas, los que se ven obligados a vivir en zonas de alto riego porque no tienen recursos para comprar terrenos con buenas ubicaciones.
Los Cabos ha sido gobernado por todos los partidos, cada gobierno se lanza a prometer el paraíso terrenal a los cabeños, pero los años pasan y las condiciones en las que vive la gente cada día está peor. En esto la “Cuarta Transformación” ya tiene su parte, pues desde 2018 ha estado gobernando el municipio Armida Castro Guzmán de extracción morenista. Con bombo y platillo anunciaron que llegó el cambio hace tres años, hoy la decepción es generalizada. El cambio que se prometió no se ve por ningún lado, la ciudadanía esperaba algo diferente de los otros gobiernos que antecedieron, pero eso no ocurrió. Los problemas se agravan cada día más, este gobierno que se va dentro de un mes, tampoco destinó dinero para hacer obras en las colonias, por ejemplo, puentes, pavimentaciones, no se hicieron obras para encauzar los arroyos; muchas colonias siguen sin drenaje, y aquellas que tienen están en malas condiciones. No se destinó dinero suficiente para apoyo a la vivienda a las familias que no tienen casas de material. Como era de esperarse, la tormenta tropical hizo estragos y quedaron exhibidos los malos gobiernos que han pasado por el municipio de Los Cabos. Las pocas obras que han hecho, muchas han sido de muy mala calidad, las necesidades que más sentidas de los cabeños siguen sin resolverse. Esta situación denota el total abandono y apatía de las autoridades por atender el clamor añejo y generalizado de cientos de familias que por años piden solución.
Queda demostrado pues, que la clase que nos gobierna no tiene interés por mejorar la vida de la mayoría, van a pasar años y las cosas van a seguir peor. Pasaron la elecciones, ya nadie se para a las colonias para saber qué ocupa la gente, mientras querían votos hasta en las invasiones se metían, y hacían promesas imposibles de cumplir con tal de ganarse a la ciudadanía. En tiempos difíciles y cuando no hay elecciones se ve quién realmente está con el pueblo, por los visto, los que ganaron ya nada más están esperando los puestos y los que perdieron ya ni se acurdan de las colonias.
Para que el pueblo humilde no sea perjudicado año tras año, el gobierno debe de implementar un programa de vivienda popular de buena calidad para resguardar a las familias de las lluvias, de un huracán o una tormenta. También los urgentes proyectos de pavimentación de las principales calles de las ciudades, revestimiento de de arroyos; además, es necesario la introducción del drenaje en las diferentes colonias. Dotar de terrenos en lugares seguros para la gente que vive en zonas de alto riesgo, prácticamente en arroyos.
Todo esto se requiere para disminuir los daños que provocan lo fenómenos naturales, pero está claro que los gobiernos por su propia cuenta no lo harán realidad. Ante esto, es necesario que los que somos víctimas años tras años nos decidamos a luchar y exigirle a los funcionarios que cumplan con sus obligaciones, mientras sigamos contemplando pasivamente los problemas sin hacer nada, las cosas seguirán igual o peor, los perjudicados seremos siempre los pobres.
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