MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¿Tenemos derecho a la manifestación pública?

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Un grupo importante de acapulqueños desesperados por la falta de apoyos por parte del gobierno federal, Estatal y municipal, llegaron a la capital del país, para externarle de viva voz al presidente de la república, el sufrimiento de cientos de miles de afectados por el huracán Otis.

Hace unas semanas, más de 55 mil trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF), realizaron protestas y paro de labores ante la amenaza d que el congreso extinga los 13 fideicomisos por más de 15 mil millones de pesos, que dicen, los manifestantes, afecta sus prestaciones.

Así también, protestaron integrantes del Movimiento Antorchista, los cuales, realizando una marcha sobre paseo de la reforma, para exigir al gobierno capitalino comience los tramites con el Instituto Para Devolverle al Pueblo lo Robado (Indep), para la donación de un predio destinado la vivienda social.

Antorchista de la Alcaldía de Tláhuac salieron a la calle para protestar por la falta de soluciones a sus demandas, como agua potable, Luz eléctrica, Pavimentaciones, etc., pero al arribar a la presidencia fueron a recibidos con insultos y agresiones físicas por parte de una treintena de sujetos que se relacionan con algunas dependencias municipales, la alcaldesa morenista, Berenice Hernández, se niega a recibirlos y por tanto a no resolver sus demandas.

Otra más, en el municipio de Troncoso, Zacatecas, donde está ubicado el Colegio de Bachilleres que encabeza la directora Martha Delia González, a pesar de sus más de 15 años en el cargo y dar excelentes resultados, las autoridades educativas de Zacatecas, han planeado su destitución de manera arbitraria sin ninguna justificación de carácter educativo, sino simplemente por tener una afiliación política distinta a la del gobierno del estado, a las afueras del plantel se ha instalado un plantón integrado por alumnos, profesores y padres de familia, son ya 2 meses de lucha sin ninguna respuesta.

El Presidente que habla todas las mañanas con un discurso a favor de los más pobres, que agrada a los pobres y que asegura que en México está asegurado el derecho a la manifestación pública, en cada mañanera repite la misma frase, pero enseguida arremete contra los manifestantes, asegurando que son gente oportunista, que están pagados por la derecha y que grupos de la mafia del poder que solo lo hacen para desprestigiar a su gobierno.

Y esto lo dice porque a una parte de la población le llegan los programas sociales, y que entonces esas manifestaciones no tienen razón de ser, con esto queda claro que López Obrador se ha dedicado sus 5 años de gobierno a desprestigiar, calumniar a organizaciones y líderes para que ante la opinión publica queden como vividores, que pelean las prevendas que tenían con los gobiernos anteriores, este discurso a quien más le endulza el oído es los poderosos de este país.

El presidente desde la más alta tribuna se dedica a atacar todo intento de descontento ante la situación desesperada de muchos mexicanos, con esta política, desde el poder se está negando los graves problemas que atraviesa México, pues salir a la calle a protestar como dice nuestra constitución es un derecho legítimo que se debe respetar por toda la sociedad y principalmente por el poder, porque negar este derecho es también negar que no existen problemas, como la desigualdad, como la pobreza, como la falta de medicamentos, los problemas en educación, la falta de vivienda.

Por eso las respuestas rápidas y agresivas contra las voces críticas al gobierno de López Obrador; porque le estorban, porque le descompone su contubernio con los poderosos, su discurso aparenta que está del lado del pueblo, por eso habla de que ya se acabó el modelo económico neoliberal y estamos en un nuevo régimen, sin molestarse en explicar en qué consiste y porqué ya no reina el neoliberalismo en México.

La política del gobierno morenista no es la de combatir la pobreza, es comprar lealtades, dar dádivas a cambio de obediencia y renuncia a un verdadero desarrollo humano, negando derechos elementales; como una vivienda digna, servicios de salud adecuados, educación de calidad y trabajo bien remunerado.

Si el gobierno de López Obrador no es partidario de impulsar una verdadera reforma tributaria, entonces el pueblo organizado debe tomar las riendas, exigir que se aumente la recaudación fiscal en los ingresos, mientras mayores ingresos, mayor pago de impuestos, que permita una recaudación fiscal para financiar la seguridad social y mejorar los sistemas de salud, educación y servicios.

México necesita un verdadero proyecto de nación, elaborado con la participación de todas las fuerzas progresistas, pero sobre todo con la inclusión de los trabajadores, creadores de la riqueza de la nación, saliendo a la calle a protestar: un derecho legítimo.

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