Con la segunda visita que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, realizó a Estados Unidos (EE. UU.), quedó demostrado que se presta al juego de los intereses norteamericanos y no es capaz de defender la soberanía de México.
Lejos ha quedado esa actitud brabucona que tomaba el presidente cuando los presidentes anteriores a él realizaban alguna acción o acuerdos con el vecino país del norte; por ejemplo, quién no recuerda aquella ocasión en que el expresidente norteamericano Donald Trump, entonces candidato, hizo una visita sorpresa al Gobierno mexicano, en aquel entonces presidente en turno, Enrique Peña Nieto. Esta visita se dio en un ambiente tenso a raíz de que, unos días antes el candidato Republicano al gobierno norteamericano había tachado a los migrantes mexicanos como delincuentes y violadores, además de promover en sus campañas la construcción del muro fronterizo entre ambos países, haciendo mucho énfasis en que México lo pagaría.
En ese entonces, agosto de 2016, López Obrador, también ya de lleno en su tercera campaña fue uno de los críticos más duros de ese encuentro, tachando a Peña Nieto de vende patrias y traidor.
Ahora, en esta reunión que acaba de realizar con John Biden en la Casa Blanca, ha demostrado el presidente mexicano, que no es lo mismo ser gobierno que oposición. Después, cuando ambos eran presidentes, López obrador se mostro sumiso ante Donald Trump, al grado de que, en el tema migratorio, destinó a mas de 10 mil elementos de la Guardia Nacional (GN) para frenar en México a los migrantes centroamericanos.
Ahora como mandatario, AMLO fue a Estados Unidos, no a negociar intereses de nuestro país, sino que se prestó a ser parte de una estrategia del presidente John Biden, en un momento en que se encuentra hasta el suelo la aceptación de su gestión por el pueblo norteamericano y que ve muy poco probable que gane una reelección. Dentro de ese ambiente se da el encuentro, con la intención de ganar simpatías con los latinos, concretamente con los mexicanos, pues según la prensa (El Financiero) dice que The New York Times publicó una encuesta donde se afirma que la gestión de John Biden tiene una aceptación del 33 por ciento, y máximo del 38 por ciento, pero paradójicamente el respaldo al presidente Biden es superior entre la población mexicana que entre los estadounidenses.
Esa es la realidad y en este ambiente se da el encuentro entre los mandatarios para aumentar los puntos que necesita urgentemente Biden para la reelección, por eso el tema de la migración que propone Andrés Manuel López Obrador representa una inversión del capital político que necesita urgentemente el presidente norteamericano.
Esta entrevista se dio a raíz de la posición que tomó el presidente ante la Cumbre de las Américas, realizada en los Ángeles California el pasado 6 de junio, a la que no asistió argumentando que no invitaron a todos los presidentes, por eso Biden le propuso reunirse después, para demostrar que son amigos y hay una buena relación entre países y entre ambos mandatarios.
Por eso ha quedado demostrado, en esta entrevista que el ganón es Biden, en cambio, nuestro presidente fue a mostrar una actitud derrotista, independientemente del semblante que mostro ante su homólogo en la reunión en la casa blanca, derrotista porque su gobierno no ha sido capaz de retener la ola de mexicanos que emigran a Estados Unidos porque las condiciones económicas y de inseguridad están agravándose día a día, y no ha creado fuentes de empleo para detener a la gente. Por eso ahora asume el nada honroso papel de buscador de empleo para nuestros paisanos, pidiéndole al presidente norteamericano visas para 600 mil compatriotas, López Obrador asume el papel de exportador de seres humanos, e incitando a que mano de obra salga de nuestro país obligándolos a cruzar la frontera a riego de acabar con su vida en el trayecto, como los que murieron en un tráiler, en San Antonio Texas; y los miles o millones tal vez, que han perecido en el intento por cruzarla frontera.
Triste papel el de nuestro presidente, solo los mexicanos tenemos la gran tarea histórica de hacer de esta patria un país justo, con igual oportunidades para todos; pero es necesario que estemos unidos y organizados, que nos eduquemos políticamente para participar de manera consciente, con perfecta claridad de que es necesario, no cambiar al presidente, ese ya se va y vendrá otro igual o peor; lo que hay que cambiar es el modelo económico, que es el verdadero causante de tanta desigualdad social y que fomentan actitudes sumisas ante gobiernos extranjeros en cambio reprimen e ignoran grandes problemas de los mexicanos, dejándolos morir por la pandemia, condenan al la juventud a la ignorancia con ese modelo educativo y tiene al país entero sumergido en la violencia. esa es la gran tarea.
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