Despertar muy temprano, salir de casa por más de 12 horas para poder trabajar y regresar a brindar lo obtenido a la familia, es una de las rutinas diarias de millones de personas en zonas urbanas; pues en las zonas rurales aunque se encuentran en el mismo problema, trabajar el campo es la alternativa para llevar el alimento a casa. Por horas más u horas menos, la dura labor de los empleados, campesinos, jornaleros y otros casos, profesionales; lo que los une es la pobreza que ingresa por diferentes formas a golpear sus vidas.
Y para este 2022 el panorama para las familias de Chiapas se visualiza más desolador, en esta semana, no abordaré más que, el lastre que se sigue arrastrando durante muchas décadas y al que ninguna autoridad por más fanfarrona que resulte a podido resolver, por el contrario, se han enfocado en dejar más pobre a quién vive en pobreza. Por ejemplo, Chiapas es la entidad con el mayor número de personas en condición de rezago habitacional. Hasta el año pasado eran 3.95 millones de personas, es decir, que vivían en hacinamiento, padecían la falta de servicio sanitario o carencias en los materiales de construcción; y la situación ha empeorado.
Así lo había dado a conocer un análisis realizado por la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), quien informó que tras culminar un año complicado en tema de salud, la situación se estaba agravando más y más. Esto lo dicen expertos y la realidad indica que están en lo correcto y se han quedado cortos al referir cómo sobreviven las familias. Toda vez que el gobierno de la 4T no asegura la entrega de apoyos en viviendas ni siquiera la legalización de terrenos que las familias adquieren como una alternativa para no seguir pagando rentas y asegurar un patrimonio para sus hijos.
En la entidad existen zonas como Norte, Bosques, Altos o el Soconusco, en los que para este 2022 se visualiza que seguirán sumergidos en la pobreza y marginación, y las familias como es de esperar, seguirán luchando para sobrevivir ante las altas temperaturas, lluvias, vientos o enfermedades, por no contar por un espacio en donde vivir y porque tampoco se ve que por parte de las autoridades se realice un plan emergente que ayude lo más pronto posible a los mexicanos a salir del atraso en materia de vivienda para vivir más seguros.
Han pasado tres años desde el inicio de la 4T y éstos han sido suficientes para que la gente se dé cuenta que las promesas y consignas de este gobierno resultaron más falsos; el pueblo como una forma de manifestar su inquietud a optado por hacer un llamado al presidente de la República, para que se priorice ayuda a las familias, que se cumplan los compromisos de ayuda por desastres naturales y que se vele por los intereses del pueblo que le dio confianza.
Y por consecuencia, el pueblo está llamado a unir sus fuerzas para dar solución no solo a las demandas en tema de vivienda, sino, además, los de salud, educación, cultura o deporte. Para lograr de una vez por toda desterrar al único enemigo de nuestra lucha, la pobreza que mantiene reprimida a las grandes mayorías.
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