En ocasiones anteriores he informado de las múltiples dificultades que desde siempre hemos enfrentado los antorchistas para encontrar solución a diversos problemas de orden social, mismos que tienen que ver con las necesidades más elementales del pueblo trabajador organizado en las filas de nuestro movimiento.
La tarea no ha sido sencilla, pues la naturaleza de nuestra lucha implica buscar el bienestar de los que menos tienen y el progreso de comunidades y colonias, encontrando a veces una visión diametralmente opuesta a las prioridades de quienes encabezan los gobiernos en los distintos niveles.
A partir del próximo miércoles 1 de mayo realizaremos cada ocho días una cadena humana, y el 16 de mayo acudiremos masivamente para ser escuchados.
A pesar de ello, nunca hemos desistido de nuestro intento. Como resultado, pueblos enteros se han transformado gracias a nuestra incansable labor. Algunos ejemplos dignos de mención son Tecomatlán en Puebla o Chimalhuacán en el Estado de México; y aquí en Zacatecas, hacemos también nuestro esfuerzo, siendo la región de Casa Blanca en Guadalupe un ícono de este trabajo arduo y efectivo por el bienestar de la gente: domos, pavimentaciones, canchas y aulas en toda la zona son la prueba de que hablamos de progreso y trabajamos incansablemente para hacerlo efectivo.
Como parte de esa labor permanente que efectuamos sin distingo de partido, esperando siempre encontrar eco en virtud de que las demandas expuestas constituyen, como ya se dijo, necesidades de primer orden, al arribo de la administración estatal que encabeza el Lic. David Monreal Ávila, acudimos a presentar un pliego petitorio que contenía requerimientos de miles de zacatecanos que añoran una vida más digna.
El trato, desde el primer momento, se caracterizó por ser atento y cordial, pero no se concretaba ninguna solicitud. Sostuvimos una y otra reunión con funcionarios de alto nivel, dimos puntual cumplimiento a los requerimientos de expedientes individuales en SEDUVOT o el DIF. Fueron decenas de mesas de trabajo en las que se planteaba que ya habría solución, pero llegaban los plazos y las cosas seguían en la misma tónica.
Parecía que las cosas cambiarían con la llegada a la Secretaría de Gobierno de Rodrigo Reyes Muguerza, quien tras pocos días de asumir su responsabilidad se mostró cordial y explicitó que las cosas tomarían otro rumbo.
En el diálogo que establecimos, manifestó que se atenderían dentro del marco institucional las peticiones de orden social. Sin embargo, tal circunstancia solo fue declarativa, pues ha pasado un año y no se ha atendido ni una sola de las peticiones.
Pero, además, a la falta de respuestas concretas se sumó la sevicia en contra de nuestro movimiento con la destitución fulminante de nuestra compañera Martha Delia González Olivas, quien fungía como Directora del Cobaez Trancoso. Este fue un acto arbitrario a todas luces perpetrado por la Directora General del subsistema Mirna del Rocío Garza.
La funcionaria del Cobaez desconoció amparos interpuestos y aplicó retroactivamente la ley, tirando por la borda catorce años de trabajo de González Olivas.
Hoy son casi diez meses desde que se ejecutó el abusivo acto y la comunidad escolar sigue en la orfandad, a pesar de múltiples reuniones con funcionarios de primer nivel de la Secretaría de Educación y Cultura (SEC).
Es decir, a la falta de soluciones se sumaron los agravios y la hostilidad permanente emprendida desde las oficinas del Cobaez. A efecto de demostrar la justeza de las peticiones, me permito traerlas de nueva cuenta a la memoria de mis escasos lectores:
1. Regularización de las colonias Arte Mexicano en Fresnillo, Carlos Fuentes y Jorge Obispo en Guadalupe.
2. Implementos agrícolas y semilla para campesinos de diversos municipios.
3. Apoyos alimentarios y acciones de mejoramiento a la vivienda para familias de diversos municipios.
4. Restitución de la Directora del Cobaez Trancoso.
Como puede verse, se trata de cuestiones básicas que no constituyen excesos, no implican un desbalance de las finanzas públicas y además hemos manifestado una y otra vez que no hay inconveniente si las acciones se efectúan de forma “directa” o colectiva.
Sólo pedimos que se entienda que somos zacatecanos, que tenemos también derecho a acceder a los programas gubernamentales.
Sin embargo, nuestro llamado no tiene eco, por lo que ahora la situación se agrava, pues se ha suspendido en absoluto la interlocución y estamos “SIN DIÁLOGO Y SIN SOLUCIONES”.
Ante ello, no queda otro camino que solicitar la intervención de nueva cuenta del Secretario General de Gobierno y pedir una vez más una entrevista con el Gobernador David Monreal Ávila, para que sea personalmente quien frene el desdén y sevicia que nos dispensan sus funcionarios.
Por ello, a partir del próximo miércoles 1 de mayo realizaremos cada ocho días una cadena humana, y el 16 de mayo acudiremos masivamente para ser escuchados, pues la espera ha sido suficiente y la paciencia excesiva.
Los antorchistas no pedimos un trato privilegiado, pero no podemos seguir siendo ignorados, pues como cualquier otro zacatecano; nosotros también tenemos derechos que debe respetar el Gobierno del estado.
Ahora la pelota está en la cancha de los altos funcionarios, por nuestra parte nos preparamos para dar la pelea el tiempo que sea necesario. Que conste.
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