La Sierra Tarahumara, ubicada en el estado de Chihuahua, México, enfrenta una crisis ambiental sin precedentes. La combinación de una intensa sequía, incendios forestales y una ola de calor está causando estragos en la región, afectando tanto a sus ecosistemas como a sus habitantes.
Esta región, como muchas partes del país, ha estado experimentando una sequía severa durante los últimos años. La falta de precipitaciones ha disminuido drásticamente los niveles de agua en ríos y arroyos, afectando el suministro de agua potable y la agricultura.
La falta de precipitaciones ha disminuido drásticamente los niveles de agua en ríos y arroyos, afectando el suministro de agua potable y la agricultura.
Esta escasez hídrica ha llevado a la pérdida de cultivos, lo que agrava el problema de desnutrición en las comunidades locales, afectación que ya el año pasado cobró la vida de dos menores y otros más se encuentran hospitalizados.
La sequía ha creado condiciones propicias para la ocurrencia de incendios forestales, que se han vuelto más frecuentes y destructivos. Estos incendios no solo destruyen grandes extensiones de bosques, sino que también ponen en peligro a las comunidades y la biodiversidad de la región.
Hasta hace un par de días, la prensa local informaba que el estado de Chihuahua ocupa el séptimo lugar a nivel nacional en número de incendios con 200, además de estar en el décimo puesto de daños con 16 mil496 hectáreas afectadas, de acuerdo con el reporte acumulado de 2024 de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
A la crisis de sequía e incendios se suma una ola de calor que agrava aún más la situación. Las temperaturas extremas dificultan las labores de control de incendios y aumentan el riesgo de insolación y otros problemas de salud para la población.
La crisis ambiental tiene un impacto devastador en la nutrición infantil en la Sierra Tarahumara. La pérdida de cultivos y la escasez de alimentos han llevado a un aumento alarmante de la desnutrición entre los niños de la región.
Ya acabó el proceso electoral, aunque de manera preliminar, ya se conoce quiénes resultaron ganadores. Ahora es cuando se necesita la presencia de todo ese ejército de candidatos y seguidores que salieron a pedir el voto, haciendo gestiones en las distintas dependencias para que la crisis en la zona Tarahumara tenga una solución viable.
Aquí es donde se requiere la coordinación entre autoridades, organizaciones no gubernamentales y la comunidad. Urge implementar sistemas eficientes de captación y almacenamiento de agua; se necesita fortalecer las estrategias de prevención y respuesta rápida a incendios forestales; las autoridades deben desarrollar estrategias efectivas para proteger a la población vulnerable, especialmente a los niños; se requiere proveer asistencia técnica y financiera a los agricultores para mejorar la resiliencia de sus cultivos ante el cambio climático.
Hoy, ante la situación que se presenta en la Sierra Tarahumara, urge la organización social. Se necesita la solidaridad del pueblo mexicano; se debe dejar la indiferencia y la división a la que nos lleva cada proceso electoral. La organización social y lucha social deben ser el medicamento que cure los males que nos aquejan, incluso de los fenómenos naturales.
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