La educación en México carece de los elementos más básicos; en cuanto a infraestructura y sistema educativo se refiere, la pandemia, la deserción escolar y la nula o poca inversión en este rubro hacen aún que niños y jóvenes en edad de estudiar no lo lleven a cabo; aunque la educación es obligatoria y gratuita, según lo establecido en el artículo 3 de nuestra carta magna, resulta preocupante que las escuelas públicas no tenga nada de público y, quienes por este motivo tengan que acercarse a las escuelas privadas que solo unos cuantos pueden pagar y a ello sumemos la situación económica, pues muchos no tienen para solventar para poder tener acceso a la educación.
Derivado la situación tan crítica, en cuanto a educar se refiere, nuestro movimiento Antorcha Campesina, con presencia a nivel nacional, ha decidido y optado por promover escuelas populares donde estudiantes de los estatus más bajos tengan la oportunidad de estudiar y ejercer una carrera profesional.
A nivel nacional, contamos con escuelas de todos los niveles no para fines de lucro sino para implementar ahí donde la educación haga falta, luchamos por derechos laborales de maestros, subsidios, plazas, porque el gobierno se desatiende completamente de esta obligación y en cambio nos persigue, nos acosa y nos quiere suprimir; la situación de la que hablo está en todos lados y también Nayarit tiene ese problema.
La escuela preparatoria ubicada en Infonavit Solidaridad y que nació para brindar educación popular lucha por su clave de trabajo, desde hace cuatro años, la cual es retenida y el trámite avanza tan rápido como una tortuga; el pago a maestros está sin realizarse por parte del gobierno estatal y federal.
Los alumnos y maestros seguiremos en pie de lucha por nuestros derechos, eso es innegable e impostergable. Y como en todos lados suceden problemas, me llama la atención lo que recientemente está ocurriendo en el estado vecino de Sinaloa, a los cuales nos unimos y nos sumamos a su lucha por el grave atropello contra los derechos de 344 jóvenes que actualmente están inscritos en las dos preparatorias, una en Culiacán, llamada Rafael Ramírez y la otra en Felipe Bachomo en Charay, cerca de El Fuerte.
El gobierno pretende forzar su cambio de escuela, siendo que en el proceso de inscripciones ya lo hicieron, eligiendo a estas escuelas por su cercanía a sus hogares, por la forma en que se enseña no solamente las materias básicas, sino que reciben danza, teatro, música, deportes.
El pretendido cambio forzoso haría inevitable la deserción o rezago en los estudios de todo o gran parte del alumnado que es atendido, muchos de ellos jóvenes de escasos recursos económicos e incluso indígenas. ¿Dónde está la educación laica y gratuita? Se violan los derechos de los estudiantes.
¿Permitirá la SEPyC a su Coordinador Administrativo desaparecer estas opciones educativas?
Desde Nayarit nuestra solidaridad con la lucha de maestros y alumnos de ambas escuelas, su lucha es nuestra lucha. Adelante maestros y estudiantes, ganaremos esta lucha, las autoridades deben ser más conscientes antes de cometer atropellos de esta índole.
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