Como ya es una práctica usual en Morena, de utilizar el poder y los recursos para conservarlo, sin importar violar las normativas y leyes correspondientes, el candidato de Morena a la Presidencia Municipal de Ixcaquixtla, Santiago Miranda, a partir de que su partido le definió su candidatura, inició varias obras para posicionarse entre los electores a pesar del desprestigio que se ha ganado a pulso por la falta de solución a varios problemas, por ejemplo a Clavijero, Cuatro Rayas, Rancho Chico, entre muchos más; de las desavenencias con su equipo y de la lentitud de las obras que considera son su legado, como es el pozo de agua potable y la remodelación del parque, cuyo estado reflejan su ineficiencia.
En este contexto y con tal de impresionar, desde la apertura de su campaña, publicó sus propuestas de trabajo para la reelección, prometiendo ahora sí resolver los graves problemas que padece el municipio, pero que en su actual administración no fue capaz de atender.
Morena, cuando era oposición, pugnó por que en las elecciones los gobernantes no “metieran las manos”, pero al parecer ya se le olvidó y lo lleva a cabo sin ningún recato con tal de llegar al poder.
Y ante la desesperación por ganarse el voto de la gente, promete que “ahora sí va a cumplir”, que le tengan confianza; manda a los empleados del ayuntamiento a recorrer los domicilios del Barrio 3 de Mayo, prometiéndoles calentadores y tinacos de un programa que “llegó” de parte de Morena, ahora sí está dando apoyos económicos a los comités que lo solicitan, pero a cambio les pide el voto.
Su cinismo no tiene límite, porque en sus visitas personales les advierte a sus interlocutores “que no se dejen engañar”; a los beneficiarios de los programas sociales los amenaza con que, si no votan por Morena, les va a quitar los apoyos porque él cuenta con toda la información de ellos por tener las copias de credencial que entregaron para recibir el beneficio.
Durante el periodo de campaña, la ley establece la veda electoral que prohíbe a los tres niveles de Gobierno de publicitar sus acciones y obras, excepto en los temas de salud, medio ambiente, educación y protección civil, pues bien, Santiago Miranda ha realizado actos de inicio de obras y de supervisión de avances, que han sido publicados en la página del municipio, lo que constituye un delito electoral al utilizar recursos públicos para promoverse, generando inequidad entre las diferentes candidaturas que compiten en el actual proceso electoral, vulnerando el libre ejercicio del voto y con ello, la democracia.
Morena, cuando era oposición, hizo de tales prácticas su bandera de lucha, pugnando por que en las elecciones los gobernantes no “metieran las manos”, pero al parecer ya se le olvidó y lo lleva a cabo sin ningún recato con tal de llegar al poder.
Estamos seguros de que los ixcatecos ya no confiarán en los que en tiempos de campaña le expresan amor a su pueblo y le prometen resolver sus problemas, pero en los hechos han resultado un engaño, por ello ahora emitirán su voto a favor de quien consideren que se ha ganado su confianza con trabajo, impulsando el desarrollo del municipio.
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