Es bien sabido, porque varios fuimos los que criticamos, el poco o nulo apoyo a la gente durante la pandemia por parte del Gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, y sobre todo la escasa inversión que se tuvo, provocando escasez de medicamentos e insumos médicos para este sector, dejándolos en el total abandono, a pesar de ser los primeros en la fila para contagiarse.
Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicó una estimación de la cantidad de los trabajadores de la salud que murieron a causa de la Covid-19, ascendiendo a 150 mil. En su informe hace énfasis que sólo dos de cada cinco profesionales de la salud en el mundo han recibido el esquema completo de vacunación.
No es difícil adivinar que México se ubica entre los países que no se ha vacunado al cien por ciento al sector salud, ya que hacerle frente a la pandemia no fue una de sus prioridades. Ante ello, la OMS instó a los gobiernos a proteger a los profesionales y empleados de este sector, porque “la fuerza, de cada sistema sanitario, son ellos”.
Por lo que la dedicación y voluntad política del Gobierno de México para garantizar un servicio médico unificado y de calidad como el prometido de Dinamarca, queda muy distante de todos los mexicanos, a lo largo de estos tres años de Gobierno y de los que vienen.
Mucho se habla de la salud de la población, pero en los hechos, esto no se ve, no se cuenta con un sistema que permita que toda la población pueda acceder a servicios médicos. Porque una cosa es plantearlo y prometerlo y otra ejecutarlo.
Gran parte de la población, durante los 18 meses de pandemia quedó desprotegida, sin salud, así como sin empleo, dinero para alimentarse o pagar cualquier tipo de servicio, o la renta de una vivienda, teniendo como última opción, construir una con maderas en un terreno ajeno.
La reciente propuesta de Presupuesto de Egresos para la Federación (PEF) 2022 muestra aparentemente un incremento interesante en el ramo destinado a la salud. Pero al verlo de cerca, se sigue quedando muy abajo del promedio de inversión en este sector de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Este presupuesto pretende tomar 66 mil millones de pesos remanente del antiguo fondo de gastos catastróficos para aplicarlos al gasto corriente, como se hizo con 33 mil millones en 2021. Lo que sería completamente una mentira, porque sólo se pasa el dinero de un lado a otro.
Si se quiere tener un servicio adecuado para la población, se debe de invertir más. Pero esto no se hace. Pues en el Informe Estatal del Ejercicio del Gasto (IEEG) 2021 del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), declara que cinco estados subejercieron presupuesto de salud en plena pandemia, mientras que el resto gastó más de lo presupuesto para salud en 2020.
A pesar de la crisis sanitaria de 2020, los estados de Sinaloa, Ciudad de México, Yucatán, Oaxaca y Chiapas gastaron 2% menos en salud en comparación con 2019. Verdaderamente inadmisible pues en plena pandemia nuestra entidad se comportó como el Gobierno federal, dejando en el olvido a los yucatecos y al sector salud. Mientras que las autoridades hoy en día se jactan de haber controlado la pandemia y de trabajar en favor para la población.
La realidad siempre haciéndoles frente, al no invertir lo suficiente, hoy vemos que Mérida se destaca por ser una de las ciudades con más defunciones a nivel nacional, pues en dos semanas se registró la muerte de 82 personas.
Ahí vemos el informe que dio a conocer la Organización Internacional del Trabajo (OIT), donde alrededor de dos millones de trabajadoras y trabajadores dejaron de aportar para una pensión, acumular semanas para un día jubilarse, tener derecho a una incapacidad pagada o al acceso directo a los servicios de salud, según el reporte Panorama de la protección social en América Latina y el Caribe: Avances y retrocesos ante la pandemia.
Los datos no corresponden con la realidad que maneja el presidente de México y el gobernador de Yucatán, dado que se ha marginado día a día a todos los mexicanos, pero sobre todo a los yucatecos. Se nos ha prometido un sistema de salud de primer mundo y se nos da todo lo contrario, deficiente y no todos somos los beneficiados.
Ante esta situación, debemos de aglutinarnos todos los mexicanos y exigir un mejor sistema de salud para todos, que no se quede en las promesas, sino en los hechos, de no ser así, queda de nosotros, el pueblo organizado, exigirlo.
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