La operación militar especial que ordenó Vladimir Putin, presidente de Rusia, para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania, obedece a dos causas inmediatas. En primer lugar, se está llevando a cabo para proteger a las personas que han sido objeto de abusos y genocidio por parte del régimen de Kiev desde el 2014 (cuando arribó al poder Zelenski, mediante el denominado golpe de estado blando, auspiciado por EE. UU.), principalmente en las recién reconocidas por Rusia, Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, que han solicitado ayuda del Kremlin, y llevar ante la justicia a quienes han cometido numerosos y sangrientos crímenes contra la población civil, incluidos los ciudadanos de la Federación de Rusia. En segundo lugar, porque es inaceptable para Rusia que exista una amenaza constante que emane del territorio ucraniano. Es la única alternativa que le quedó a Rusia, dado que sus reiteradas peticiones de garantizar su seguridad, fueron ignoradas tanto por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN ) como por el gobierno pro nazi de Ucrania. La operación militar rusa se está llevando a cabo en defensa de esa nación contra quienes habían tomado a Ucrania como “rehén” y tratan de utilizarla contra Rusia y su pueblo.
A raíz del derrumbe de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, como parte de los acuerdos entre Rusia y Occidente, se estableció que la OTAN, brazo armado del imperialismo yanqui, no se expandiría hacia el este, con rumbo a las fronteras rusas, que no se agregarían a la OTAN las Repúblicas desmembradas de la URSS. Pero los rusos, como lo declaró, su presidente Putin, reiteradamente fueron engañados y la OTAN se siguió expandiendo, agregó la mayoría de Repúblicas desintegradas y comenzó a tender un cerco a la nación rusa con sistemas de armas de ataque (como misiles Javelin y NLAW, capaces de destruir tanques y blindados), incluyendo el territorio de Ucrania, con la venia de Zelenski.
El presidente ruso cuestionó recientemente: “¿Cómo se sentirían los estadounidenses si pusiéramos nuestros misiles en la frontera entre Canadá y EE. UU. o en la frontera entre México y EE. UU.? Es inaceptable el desplazamiento de la OTAN hacia el este. ¿Estamos poniendo misiles junto a las fronteras de EE. UU.? No. Es EE. UU. con sus misiles el que ha venido a nuestra casa. Están en nuestra puerta. ¿Es una exigencia excesiva, no poner más sistemas de ataque cerca de nuestra casa? ¿Qué tiene eso de inusual? No somos nosotros los que amenazamos. ¿Fuimos allí, a las fronteras de EE. UU. o a las fronteras de Reino Unido? Vinieron a nosotros. Ya ahora dicen que Ucrania también estará en la OTAN. Así que también allí habrá sistemas de armas de ataque. Dijeron que no iban a expandirse y se están expandiendo, dijeron que habría garantías para todos, según una serie de acuerdos internacionales, pero la seguridad para todos no existe”.
El otro motivo de Putin para implementar su operación militar especial, que no implica ocupar el territorio de Ucrania, es el genocidio que se viene realizando por este gobierno ucraniano en contra de las poblaciones pro rusas y rusas en las provincias separatistas, y que ya lleva 15,000 muertos. La declaratoria de Rusia de reconocer la independencia de las dos repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk y la petición de ayuda de éstas, ante los ataques de Kiev, orillaron a la patria de Lenin, a llevar a cabo su operación quirúrgica sobre blancos militares estratégicos de Ucrania.
Pero creo que el presidente Vladimir Putin sabe que no solo se trata de la defensa de su patria, sino que su lucha va más allá. Ante esta nueva intentona del imperialismo yanqui de pulverizar a Rusia, para debilitar el bloque progresista y antiimperialista, después arremeter contra China, ésta ya sin el apoyo de Rusia, y, por tanto, adueñarse del mundo para someterlo casi absolutamente, sin una fuerza capaz de oponerse a su salvaje explotación y abuso, la operación militar especial, desplegada por los rusos, significa una lucha en defensa de la libertad y la paz de todos los seres humanos. Una vez más la historia pone a esa gran nación en el papel de vanguardia, como en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, en que el Ejército Rojo de la entonces Unión Soviética, derrotó a las hordas hitlerianas, que igual que ahora el imperialismo yanqui, intentaban adueñarse del mundo para avasallarlo.
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