El 11 de febrero Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, líderes del PAN, PRI y PRD, respectivamente, se reunieron para reafirmar el frente común que conforman, e invitaron a la sociedad civil a sumarse una vez más a este proyecto rumbo a las elecciones de 2024. Este claro acto proselitista tiene como finalidad dar a conocer al presidente de la república que la unión de los tres partidos más importantes de la oposición, e influyentes en la vida nacional, no se quedarán atrás en la carrera y que también ellos se están movilizando. Esto en respuesta a los actos anticipados de campaña realizados por el mandatario en los meses pasados, en donde al parecer la heredera para sucederlo es la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
El resultado de esta reunión fue también algo denominado como “Tercera vía”, el cual será al parecer un proyecto de gobierno común, distinto al populismo y al neoliberalismo, donde se espera que participen las organizaciones ciudadanas, se defina un esquema de gobierno y al final se busque un candidato: generalidades. En los próximos días la coalición deberá presentar un programa más detallado de lo que se piensa hacer porque, de lo contrario, caerán en el mismo error del año pasado.
La oposición debe de darse cuenta de que no basta con decir que se tiene un adversario en común, no basta con señalar los males del actual gobierno, no basta con diagnosticar los males de México, pues en eso se han acabado más de una pluma los diversos críticos de la 4T. La cuestión ya no es tanto en teorizar, sino en transformar la realidad, en medidas prácticas para dar solución a los problemas que padecemos día con día.
Las medidas deben y tienen que ser respaldadas por el pueblo, de lo contrario la unión de los partidos será eso, una unión unilateral de voluntades, con casi nulas posibilidades de éxito. La única forma de convencer al pueblo es mostrándole un proyecto integral de desarrollo y movilizándolo para exigir sus derechos desde hoy, y no esperarse hasta el día de las elecciones. Sin un proyecto preciso de país, expuesto desde ahora mismo, se encontrarán con la misma frase como respuesta: “solamente vienen a buscarme para pedirme mi voto, siempre hacen lo mismo”.
Sólo el pueblo unido, organizado y educado, puede quitar al tirano que ha acumulado tanto poder durante estos tres años de gobierno. La oposición no debe confiarse a que la realidad actué en su beneficio. Si bien es cierto que en alguna medida está disminuyendo la popularidad de López Obrador, también es cierto que al no tener una opción distinta que sea viable el pueblo volverá, de nueva cuenta, a darle su voto a los candidatos de Morena.
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