Bien dice el dicho popular, cae primero un hablador que un cojo. Tanto criticó el presidente a los conservadores de que pagaban autobúses para sus marchas de compra de conciencias, de regalar tortas, y él, simplemente, recurre a lo mismo, pero con más cinismo y descaro. Dice otro dicho popular que ell que se enoja pierde, y el mesías se encuentra enojado, está perdiendo brújula, avanzando como zigzag con titubeos, divide a la nación con tal de cumplir sus caprichos, mostrándose ante el mundo como un país débil con un pueblo dividido, con una economía que no crece, con la delincuencia desbordada, ocupando los primeros lugares en feminicidios y cada día creciendo en numero de pobres. Sus arrebatos, su soberbia lo están llevando a una esquina a pesar de no contar con medicinas y de no estar haciendo obra publica se aferra a tirar lo poco que tenemos.
Se estima que la marcha de Andrés Manuel López Obrador le costó más de 1,500 millones de pesos, recursos que salieron del erario, 31 estados participaron con una media de 10 mil personas, para lo que se necesitan unos 500 camiones por estado; además de hoteles, playeras, camisetas, gorras, banderines, pancartas, por lo que se calcula que se gastaron alrededor de 20 millones por cada 10 mil personas. Los autobuses costaron aproximadamente 24 mil pesos el viaje de ida y vuelta más los 1,000 pesos de viáticos por persona.
El inquilino de palacio nacional es el principal responsable del derroche del dinero tirado a la basura, olvidando por completo su famosa austeridad con tal de hacer una demostración de fuerza, saludando con sombrero ajeno, gastándose los recursos del pueblo, que se encuentra en la miseria por la crisis, por la falta de crecimiento y por la ya muy cantada inseguridad. Con su marcha el presidente pretende limpiar el camino a su corcholata, quiere apantallar demostrando que tiene el respaldo popular, para ello lo ayudaron los gobernadores, presidentes municipales y todas las dependencias federales, amenazando a todo mundo, comenzando con Monreal y terminando con los ninis y todo el que recibe un apoyo de gobierno federal, por que AMLO quiere demostrar que Morena es mejor que la oposición.
Los seguidores de este gobierno, organizados en su partido de Morena, para cumplir con sus propósitos de borrar el impacto de la marcha a favor del INE, del pasado 13 de noviembre, echan mano de los recursos que ellos tanto criticaron al PRI y al PAN, solo que este gobierno lo hace con más cinismo y presionando a todos incluyendo hasta el ejercito.
Según el periódico El Financiero, hasta la Secretraría de Hacienda y Crédito Público, comandada por Rogelio Ramírez de la O, tuvo que cooperar para ayudar con el pago de la marcha disponiendo de la chequera de esta dependencia, cosa que tarde o temprano saldrá a la luz todo el rio de dinero mal utilizado en tiempo de crisis solo por cumplir el capricho de un dictador vestido de izquierda que golpea y gasta los recursos de nuestra nación.
En cuatro años de administración no se ha visto nada bueno, en lo que le falta no podrá corregir el rumbo, si cada año el número de pobres crece más de un millón y medio y mas de la mitad de la población está en pobreza extrema, si nuestro país está viviendo la inflación mas dura de la historia, si ocupamos los primeros lugares en el número de muertos por violencia, además si los estados y municipios no tienen para obra publica por que todos los recursos van a las obras de relumbrón del mesías.
No entendemos por qué el presidente gasta el dinero en caprichos, haciendo un lado las opiniones y consejos de varios sectores importantes así como instituciones como la Agencia para la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO), alertó contra el incremento de la inseguridad alimentaria y la desnutrición en México debido a la falta de acceso regular a comida suficiente y de calidad, mientras que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) destacó que los niños y adolescente son sectores de la población mas perjudicados con la política del gobierno mexicano.
No es con marchas como Morena va a cambiar los malos resultados de su famosa 4T, cerrar los ojos a la realidad es caminar hacia el fracaso. La marcha del 13 de noviembre la hizo el pueblo con sus recursos, fue una protesta espontanea donde manifestaron su descontento por la actitud soberbia y por los malos resultados de la administración. Aunque fue espontanea, es el embrión de lo consciente, el despertar de la conciencia revolucionaria del pueblo que por muchos años a sido engañado y utilizado, los mexicanos necesitamos aprender a olfatear todas estas artimañas del gobierno que le permiten esconder el verdadero fondo de los problemas de la nación, no dejarnos llevar por ocurrencias que nada le abonan al país, mientras estemos divididos somo presa fácil para los que siempre han tenido el poder que son unos cuentos ricos, que nos han controlado a trevés de su sistema de partido.
Necesitamos medir a los próximos candidatos, primero saber bien su nivel intelectual, qué tanto saben de cultura universal, qué tanto desinterés demuestran y qué tan honestos son. Debemos fijarnos en los temas de su campaña, si conoce las necesidades de la gente, si sus propuestas son realistas y posibles de cumplir. Hay que intentar construir un nuevo tipo de político, un nuevo tipo de gobernante y de gobierno que es lo que pide nuestro pueblo.
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