Chimalhuacán, Edomex.- El gobierno del Nuevo Chimalhuacán rindió un homenaje póstumo al escultor Alejandro Castro Jiménez autor del Nacimiento y Virgen de Guadalupe postrados en las faldas del Cerro del Tepeyac y Los Charros de carnaval en la delegación Tlahuac; ambas obras ubicadas en la Ciudad de México; además del reediseño de los premios Ariel para la academia de artes Cinematográficas y más de 50 exposiciones.
Asimismo, Alejandro Castro Jiménez (22 de abril de 1972-13 de abril de 2015), creó la obra Los pilares de la identidad chimalhuacana, a través de la cual rescata las actividades economías más arraigadas en Chimalhuacán con El Campesino, El Pescador, El Músico y El Cantero; además de La Sirena que da vida a una de las leyendas de este municipio mexiquense.
En el homenaje que se realizó en la Plaza de la identidad chimalhuacana, la presidenta municipal, Rosalba Pineda Ramírez, comentó que el maestro Castro dejó huella en el municipio, en México en los estados de Puebla, Guanajuato, Nuevo León y Chihuahua; asimismo a nivel internacional.
"A él debemos las esculturas de esta plaza que en su honor lleva el nombre de identidad chimalhuacana, también fue el creador del majestuoso Arco que nos da la bienvenida al municipio por la entrada de Piedras Negras, él nos ayudó a levantar la escultura de don Benito Juárez, ubicada en la plaza Vidrieros; también, cada barrio antiguo cuenta con una obra de Alejandro Castro, ya sea en los panteones o en sus iglesias".
A estas obras, la alcaldesa sumó las esculturas que se encuentran fuera de México como la imagen de Juan Pablo II y el Buen Pastor, ambas en Italia; una Virgen de Guadalupe en Texas y Bailarinas de danza clásica en China, por mencionar sólo algunas.
Por su parte, el hermano del escultor, Fernando Castro Jiménez, conmocionó al público al mencionar que "Alejandro sigue entre nosotros, no en cuerpo; pero sí en alma, corazón y sobre todo en sus esculturas en las que dejó plasmadas su esencia".
Asimismo, en su intervención el reconocido escultor Víctor Gutiérrez se refirió a Alejandro como Alma Grande como le decían con cariño sus amigos "era un hombre sabio, modesto y humilde, estaba orgulloso de su municipio, hablar con él era hablar de Chimalhuacán; y ¿Qué es Chimalhuacán? Es una joya, un municipio de hombres trabajadores y amantes de la cultura".
En la relatoría también participó la esposa de Alejandro Castro, Laura Morales Arias, quien agradeció al gobierno municipal el apoyo que brindó en vida y ahora después de la muerte a su compañero "a quien mantendremos vivo cada que lo recordemos al mirar sus obras.Estoy segura que el día de hoy estaría lleno de emoción e incluso lloraría como yo, al ver que lo recuerdan con cariño en este homenaje".
El homenaje al escultor Alejandro Castro concluyó con un festival cultural, espectáculo de la fuente danzarina, exposición fotográfica y la develación de una placa en su honor.
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