La consulta nacional para la revocación de mandato, que le fue impuesta al Instituto Nacional Electoral (INE), a petición del mismo Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para afianzar el proyecto de gobierno de la 4T y mantenerse él en el poder, es una estrategia para disfrazar sus propósitos a través de la simulación de que consultará al pueblo sobre la pertinencia o no de que continúe en el cargo.
AMLO finge impulsar la democracia y por ello impone una consulta que es del interés exclusivo de él mismo, todo esto les permite hacer propaganda única y exclusivamente a Morena y sus militantes.
Sin embargo, todo apunta a que la consulta se va a convertir en un resonante fracaso, a tal grado que tiene al borde de la histeria a todo el equipo de Morena y la 4T; y no precisamente porque la ciudadanía vote en contra la continuación en el cargo de AMLO, sino porque la gente no va a salir a votar.
El abstencionismo del pueblo de México va a ser demoledor; la falta de apoyo a la figura presidencial se va a reflejar en las urnas. El nivel de aprobación que López Obrador presume hasta la saciedad y que supuestamente arrojan las encuestas, no se va a comprobar en la consulta. Al presidente le van a hacer el vacío.
Todos los funcionarios del gobierno de la 4T se volcaron por todo el país a promocionar el voto a favor de continuar con más de lo mismo: más crisis económica, más inseguridad, más falta de apoyo a la salud, más corrupción, etc.
Los recursos públicos utilizados en la propaganda electoral pro-AMLO son ilimitados. Para el presidente y su equipo no hay topes de campaña, tampoco hay veda electoral ni respeto por las leyes que prohíban la promoción del apoyo a su favor. Todo se lo permiten; el proselitismo para su proyecto es total.
En el municipio de Acatlán de Osorio, ubicado en el corazón de la Mixteca poblana, los campesinos de San Vicente Boquerón y Rancho Nuevo reportan alarmados que una nube de siervos de la nación está recorriendo las comunidades, casa por casa, amenazándolos de que, si no salen a votar el 10 de abril a favor de AMLO, les van a cancelar sus apoyos.
Mientras tanto, en el municipio de San Pablo Anicano, los siervos de la nación promueven el voto repartiendo despensas. El autoritarismo de la 4T y el hambre del pueblo son utilizados para forzar la participación en la consulta.
Amenazar a la población con cancelarles el apoyo económico, en caso de no asistir a las urnas para apoyar al presidente, es terrorismo de Estado. Infundir miedo en la ciudadanía con la amenaza de quitarles el sustento diario en plena crisis económica, cuando la inflación crece, no hay empleo y el hambre se extiende por todo el territorio nacional, constituye una coacción de la voluntad por parte del equipo gobernante, y es propio de los regímenes fascistas.
El pueblo debe saber que a pesar de las amenazas de la 4T, AMLO y su gobierno no pueden cancelar los programas de dádivas en efectivo porque la aparente estabilidad del gobierno de AMLO y la supuesta popularidad de su figura se deben precisamente a la enorme cantidad de recursos públicos repartidos por medio de los programas de becas y apoyos a los adultos mayores. Sin esos programas el caos se apoderaría del país; el gobierno morenista se derrumbaría estrepitosamente, y ni el ejército, la marina o la guardia nacional serían capaces de detener la protesta pública en todo el país.
El próximo domingo 10 de abril, nadie debe salir a votar. El castigo del pueblo al gobierno de AMLO debe manifestarse con un abstencionismo total.
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