MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

REPORTAJE | Los frutos de la lucha por un pequeño patrimonio

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* Enmarcados por el festival cultural “Nuestras Raíces”, vecinos de la colonia Pedro Sánchez Camacho, en Nicolás Romero reciben también cartas finiquito 

Con una hora de anticipación, el histórico Teatro del Centenario lucía repleto; el ir y venir de los integrantes de los grupos culturales, familiares y organizadores del evento era incesante; con su dinamismo, imprimían en el ambiente el espíritu festivo que con toda seguridad detonaría el domingo 25 de febrero, con la celebración del festival cultural “Nuestras Raíces”, organizado por el Movimiento Antorchista en el noroeste del valle de México; una propuesta que merece ser tomada en consideración dado el incremento alarmante de la inseguridad, la violencia y la miseria. 

Familiares y acompañantes de declamadores, cantantes y bailarines revisaban la impecabilidad de los atuendos, mientras activistas y colaboradores ultimaban los detalles del evento cultural previo a la ceremonia de entrega de los títulos de propiedad a los vecinos de la colonia Pedro Sánchez Camacho, perteneciente al municipio de Nicolás Romero, una de las localidades representativas de la lucha por mejores oportunidades de vida para los trabajadores de nuestro país.

La responsabilidad del evento artístico recaía sobre dos agrupaciones que han probado su calidad artística en los diferentes espacios en que se han presentado. “Inda Jani” (agua que brota), colectivo dancístico que se distingue por su peculiar conformación al participar en él amas de casa, estudiantes, profesionistas y colonos que habitan en diferentes comunidades de este municipio y que han encontrado en esta disciplina la forma de encauzar sus inquietudes, sus capacidades y compartirlas con todos los espectadores, sencillos trabajadores como ellos.

Junto a “Inda Jani” los alumnos del taller de danza de la escuela primaria “Víctor Puebla”, pequeños en edad y estatura, pero de titánicas virtudes expresivas e interpretativas, realizaron una demostración de lo bien que aprovechan las horas dedicadas a su preparación artística en esta institución orgullosamente Antorchista.

Minutos antes del ofrecimiento del evento, el espacio de este icónico inmueble resultaba ya insuficiente para la cantidad de personas que poco a poco lo llenaron; a falta de asientos, los asistentes permanecieron de pie en los pasillos y, aun así, hubo quienes tuvieron que escuchar desde afuera los que sucedía en el interior. 

La sensibilidad exaltada por la poesía y las melodías de los intérpretes y declamadores se acrecentó cuando salieron a escena los primeros bailarines; la muestra de este júbilo real, fueron los sonoros aplausos y expresiones de alegría que, gracias a la acústica del recinto, parecieron elevarse en intensidad al grado de dificultar la comunicación entre dos personas contiguas.

Al menos dos razones hubo hoy que motivaron las expresiones de entusiasmo: la primera se presenta, por lo general, casi de forma inmediata al observar la calidad de los artistas que se forman en los grupos y talleres que el Movimiento Antorchista promueve entre los hijos del pueblo trabajador y, la segunda, porque esta reunión de colonos era la celebración de un triunfo significativo, fruto de la organización vecinal y de la paciente resistencia de los vecinos: la entrega de las primeras cartas finiquito y sus títulos de propiedad correspondientes.

Después de escuchar con atención el mensaje del dirigente seccional, el maestro Héctor Javier Álvarez Ortiz, en el que expuso de forma clara y concisa la realidad nacional, caracterizada por la miseria creciente, las calamidades sociales que de ella se derivan y la indolencia de los diferentes niveles de Gobierno, fueron invitados, uno a uno a pasar al estrado para recibir la documentación que los acredita como dueños del pequeño pedazo de tierra al cual llegaron hace más de nueve años con la esperanza de formar un pequeño patrimonio para sus familias.

La alegría de Yolanda Aldama García, habitante de la colonia, le impidió incluso expresar con claridad su testimonio:

“Ya tenemos los papeles de compra-venta; pensé que no se iba a dar, pero la Organización si cumple y me siento muy orgullosa de pertenecer al Movimiento Antorchista; llevo doce años en la organización. Muchísimas gracias, estoy feliz; estoy contenta. A la gente que no tiene dinero para comprar un terreno les decimos que se acerquen con nuestros compañeros antorchistas; la verdad hay facilidades, anímense, aquí está una viva prueba que los terrenos son legales, no como lo que dicen los enemigos de Antorcha. ¡Acérquense”.

María Guadalupe Varela Torres, otra de las múltiples madres de familia que confiaron sin recelo en el proyecto del Movimiento Antorchista, llena de regocijo expresado con una amplia sonrisa comentó: “Me siento muy orgullosa de tener este papel en mis manos, más que nada por darle un patrimonio a mis hijos; estoy muy contenta por eso, muchas gracias. Estoy muy agradecida con la organización”.

De la misma manera, mostrando sin ningún inconveniente su regocijo por el histórico acontecimiento, Vicente Nava García, a nombre de todos los beneficiados con los logros de la lucha, expresó: “Hoy estamos muy felices, muy contentos porque una vez más, Antorcha nos vuelve a cumplir: tenemos ya el documento en la mano y quiero compartirlo con todos mis vecinos, hacérselos saber a mis hijos es un logro más de Antorcha y por siempre seguiremos con Antorcha porque si nos cumple. Muchísimas gracias, la verdad, estoy muy contento de tener este documento oficial; tiene ocho años que adquirimos el terreno y el día de hoy se nos hace realidad tener ya nuestro documento”. 

Las recomendaciones finales de este habitante de una de las colonias de lucha decidida se escucharon con toda claridad: “A la gente que tiene una mala impresión de Antorcha les decimos que no se crean lo que les cuentan, la gente que dice cosas en contra de la organización es porque no la conocen; para hablar de ella, hay que estar adentro y saber como trabaja. Yo invito a toda la gente que no está involucrada en el proceso de Antorcha, que se una, yo lo hice hace ocho años y estoy superconvencido de que ahorita no hay otro camino más que unirnos a la organización, para el día de mañana dejarle algo bueno a nuestros hijos; aquí está mi carta finiquito y el contrato de compraventa, que es algo que peleábamos y hoy lo hemos logrado, nos lo prometieron y hoy lo cumplieron. Estamos muy contentos por este nuevo logro”.

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