“Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo.” Con esta famosa frase inicia las primeras oraciones del manifiesto comunista publicada en 1859, y que sirvió como programa de acción al Movimiento Obrero Alemán.
En este documento se remarca una tesis que no ha perdido vigencia a pesar de haber transcurrido más de 100 años. El cual debe ser tomada en cuenta para aquellos partidos o movimientos que desean un cambio verdadero. Ratificada en la experiencia práctica de la comuna de París, donde por primera ocasión el proletariado tuvo en sus manos el poder político por un periodo de dos meses: “la clase obrera no puede limitarse a tomar posesión de la máquina del Estado en bloque, poniéndola en marcha para sus propios fines”.
Esta frase es importante ya que nos advierte que para lograr un cambio verdadero, no solo basta tomar las riendas del Estado. Pues si no se crean las condiciones necesarias, este cambio no será posible y quedara meramente en un experimento, como el caso de la comuna.
Esto viene a cuento, pues en nuestro país se esta llevando a cabo o por lo menos a si lo denominan, la “4ta Transformación” encabezada por el Lic. Andrés Manuel López Obrador. El cual su discurso central ha sido la corrupción imperante como causa principal a los problemas esenciales que existe en nuestro país, como la pobreza, la desigualdad, etc.
La “4T” se ha propuesto pues erradicar la corrupción de nuestro país, y para eso era necesario tomar las riendas del Estado, lo cual sucedió en las elecciones de 2018.
¿Se ha puesto en marcha el combate a través de las riendas del Estado? ¿Qué tanto hemos avanzado? En una publicación de Forbes con fecha del 9 de diciembre de 2021 nos da estos datos: “México mostró una mejora y subió en los primeros dos años del mandato de López Obrador del puesto 138 al 124 en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de Transparencia Internacional.” Mas adelante menciona “En contraste, creció la proporción de la población que fue víctima de corrupción en un trámite de gobierno, al elevarse a 15.7% en 2019 del 14,6% en 2017, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)”, “Además, la población en México pagó por la corrupción 12,769.7 mdp, un 64.1% más que en 2017, añadió el Inegi.”
No hay un avance sustancial, el combate no ha pasado del discurso. Como dejo escrito Marx: “no basta limitarse a tomar posesión de la máquina del Estado” ha esto se ha limitado López Obrador, pues desde sus inicios los representantes de esta transformación, son los mismos de los regímenes anteriores. Y que actualmente no solo no están combatiendo la corrupción, sino, al contrario, están formando parte de ella, y esto lo vemos en los escándalos en que se ven envueltos sus más altos representantes como: Alejandro Gertz Manero, Santiago Nieto y recientemente Delfina Gomez.
La denominada “4ta transformación” en lugar de un cambio de raíz se torna como un relevo más de gobernantes, encubiertos ante el discurso del combate a la corrupción, pues son lo mismo que acusaron. Estamos pues no ante una transformación sino ante un relevo de la vieja mafia del poder por una nueva.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario