Una de las estrategias del presidente Andrés Manuel López Obrador para fundamentar su postura en temas primordiales, promocionar su proyecto de gobierno, así como sacar adelante sus iniciativas de reformas a la Constitución consiste en citar en sus discursos a grandes líderes de la historia. Con base a esta costumbre, el mandatario federal envolvió en una retórica nacionalista, hasta el hartazgo, para intentar prender el espíritu de identidad nacional del pueblo de México para que defienda y apoye su propuesta de reforma energética, con la que busca que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se convierta en un monopolio energético en nuestro país.
Pero, a pesar del discurso presidencial resulta imposible encontrar alguna similitud del gobierno lopezobardorista con el afecto y la admiración que los mexicanos sentimos por los héroes nacionales que tanto menciona AMLO, como el presidente Lázaro Cárdenas del Río. De igual manera, a estas alturas el pueblo de México no tiene el aprecio que llegó a tener en el siglo pasado por las empresas paraestatales como Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la CFE.
Es del conocimiento de la opinión pública que la CFE es una de las empresas más impopulares de México. Es la campeona de quejas y denuncias por cobros indebidos y mal servicio en la Profeco. Hay muchísimos lugares en el país donde la gente se ha visto obligada a corretear a los trabajadores de la CFE. Abundan casos extremos donde los usuarios han dejado de pagar sus recibos no porque sean malos pagadores, sino por el historial de pesadilla de mal servicio, cobros excesivos y arbitrariedades de la empresa paraestatal contra el pueblo. En este contexto, sobra hablar de los apagones que se han presentado en casi todo el país.
Con lo expuesto brevemente, no hay necesidad de aclarar que el lopezobradorismo está llamando a los mexicanos a rescatar a una empresa que cada bimestre les clava el colmillo a los usuarios del servicio de energía eléctrica. Además, la reforma energética del Gobierno de la 4T se está presentando para su aprobación en medio de la terrible realidad del cambio climático, cuyas consecuencias para el caso de México han sido devastadoras como las recientes inundaciones en diversos puntos del país.
Basados en evidencias científicas, organismos internacionales e investigadores advierten que cada día es más sólido el peligro del calentamiento global y el incremento de la temperatura del planeta que está generando eventos climáticos cada vez más mortíferos y devastadores. Por eso, en México las energías renovables se están volviendo más populares que cualquier discurso nacionalista de rescate de la industria eléctrica. Son más populares porque la gente puede producir su propia energía a partir del sol y con un considerable bajo costo. El tema de las energías limpias no solo está en los países más desarrollados, sino también en la conciencia de los mexicanos. Seguramente sin que se lo haya propuesto, el pueblo se encamina a contrarrestar los efectos del cambio climático.
En contraparte AMLO está implementando políticas energéticas a base de combustibles fósiles. De tal manera que no es casual que en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que se celebra en el Reino Unido del 01 al 12 de noviembre, México haya sido nombrado “Fósil del día”. Toda una vergüenza mundial pues, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador recibió grandes críticas por una red conformada por más de mil 500 organizaciones de la sociedad civil de 130 países. Nuestro país fue fuertemente criticado por su falta de acción contra el calentamiento global y por sus políticas climáticas insuficientes.
La prensa da cuenta que en esta ocasión el primer lugar lo obtuvieron el Reino Unido y Arabia Saudita, en segundo lugar quedó México. La Red Internacional explica que a pesar de que en 2020 al menos 101 mil personas fueron desplazadas por desastres naturales, México no está haciendo mucho para llevar a cabo una transición energética y sus políticas climáticas están calificadas como insuficientes y por eso fue acreedor del deshonroso premio “Fósil del Dia”.
De esta manera se puede asegurar que son acertadas las reacciones y las alertas que lanzaron la sociedad civil, así como, organismos ecologistas, círculos académicos, agrupaciones empresariales nacionales e internacionales y ciudadanos por su cuenta sobre los graves efectos ambientales, energéticos y económicos que representa la iniciativa energética de AMLO, ya que su ambición de rescatar a la CFE es solo para convertirla en un monopolio energético. No está entre sus propuestas modernizar a la empresa paraestatal y hacerla competitiva. La reforma energética de AMLO ha trascendido fuera de nuestras fronteras, por sus consecuencias negativas que hasta el momento ha dejado ver, es una vergüenza mundial.
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