Mante, Tamaulipas. Para comprar comida o atender otros problemas de salud, ajenos a la enfermedad covid-19, familias recurren al endeudamiento con intereses elevados, de esta forma intentan superar la crisis económica agudizada por la pandemia.
Tuvo que solicitar un préstamo de cinco mil pesos para financiar la operación que requirió para reparar sus lesiones.
El endeudamiento podría empeorar la crisis en la que ya se encuentran miles de hogares, porque los jefes y jefas de familia perdieron su empleo indicio de que no tienen ingresos para pagar una deuda.
Jesús Atilano, por ejemplo, el pasado 12 de mayo salió de su trabajo a las 10 de la noche, pasó a la gasolinera y debido a una falla mecánica, al regresar a su casa, la motocicleta en la que suele viajar derrapó.Trataba de llegar al fraccionamiento Jalisco, donde tiene su domicilio.
Resultado del percance, Jesús sufrió un dislocamiento en su hombro y una fractura de clavícula; en el momento buscó apoyo en el hospital general, pero, debido a la pandemia, los médicos no lo atendieron.
Hasta el día de hoy, Jesús no puede regresar a trabajar y lo único que hace con su esposa es vender productos de suplementos alimenticios.No tiene empleo, está temporalmente discapacitado y también endeuda.Lo que él y su esposa reúnen con las ventas, apenas les alcanza para sobrevivir.
Es padre de tres niños, y se enfrenta a la difícil situación para sacarlos adelante a como dé lugar.
Por ello, la familia se suma a la exigencia de miles de padres y madres, a lo largo y ancho de la República Mexicana, para que el Gobierno federal implemente un programa de alimentos que beneficie a todos los hogares en crisis.
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