Quintana Roo es un estado prácticamente joven, destaca por el turismo, sus hermosas playas y hoteles de lujos, la entidad está en desarrollo como tal, pero aún no ha alcanzado su verdadera potencialidad. Parte del estancamiento es por las malas políticas fallidas y erradas de los gobernantes que tuvieron la oportunidad de hacer la diferencia. Al igual que el Gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrados, que es uno de los principales culpables de que no exista desarrollo social. 

En Quintana Roo también se concentra la mayor extensión de mangle, según la Comisión Nacional para el Uso de la Biodiversidad CONABIO 2020. También cuenta con grandes superficies de tierras para el cultivo, municipios bastos como Felipe Carrillo Puerto, Othón P Blanco, José María Morelos y Bacalar. Y si hablamos de turismo, se recauda el 7 por ciento del Producto Interno Bruto, 1.5 billones tan solo el año pasado, Quintana Roo es el número uno donde se concentra el 7.5 por ciento de hospedajes de servicios integrados a nivel nacional según el censo económico 2019-2020.

Y se preguntarán ¿por qué estamos estancados económicamente? Pues nada más a nivel federal no se regresa lo que corresponde, para empezar. Desde el 2019 el recorte al Presupuesto de Egresos Federal (PEF) han sido bestiales; para 2022 fueron asignados 27, 252.4 millones de pesos, es un 20 por ciento menos que el año pasado. También el mismo presidente, dijo que el regreso de la zona libre al sureste iba a beneficiar a las mismas empresas y nada de derrama económica. Los estímulos fiscales como la reducción del IVA del 16 al 8 por ciento, que siempre no. 

Y entonces todo el dinero que entra a las arcas del estado ¿dónde está? 

Aquí, solo por citar a algunos con el actual mandatario Carlos Joaquín, se gastó 145 millones en la remodelación del bulevar, casi 5 millones por kilómetro, sin contar la enorme deuda 23 mil 729 millones de pesos, esto sin contar los desvíos fraudulentos de gobiernos anteriores. ¡Ahora ya sabemos por qué no prosperamos los quintanarroenses!

Sin temor a equivocarme, a estas alturas y al tipo de movimiento nacional y extranjero, a sus más de 40 años de fundación del estado, por lo menos debería estar compitiendo en playas y destinos turísticos como Reino Unido, Alemania y Japón. Quintana Roo tiene todo para despuntar a nivel nacional y mundial.

Sin embargo, de acuerdo con la situación del estado, el futuro de los quintanarroenses es incierto, debido a los sexenios de robos y malas administraciones federales, estatales y municipales que han convertido a nuestro estado, en un sitio de pobreza, desempleo, marginación social, sitio de guerra y delincuencia y sobre todo un descuido total a la población más vulnerable. Ya no se puede caminar por las calles libremente; a diario suceden robos, asaltos, asesinatos y secuestros. Mes con mes vemos a trabajadores perder su empleo, el campo en ruinas. Y para rematar, el alza de la canasta básica está por los cielos, la verdad, la gente no sabe si comerá el día de mañana. Tristemente no hay otra realidad.

Por esta razón todos los quintanarroenses debemos estar unidos, organizados y educados para exigir mejores condiciones de vida; de exigirle al Gobierno federal que encabeza AMLO que destine los recursos suficientes, así como mejorar las políticas económicas a favor de cada estado. Así mismo ver que los gobiernos venideros no hagan mal uso de nuestros recursos, que no hagan malas obras, lo que necesitamos es trabajo, comida y un lugar donde vivir. 

Nosotros que somos las personas que trabajamos, que somos los que llevamos en la espalda el duro golpe del impuesto para pagarle a los funcionarios y servidores públicos, que somos la inmensa mayoría que vive en condiciones mínimas: levantemos la voz en forma de protesta. Urge cambiar el estado de cosas y dejar el cimiento de un mejor futuro a nuestros hijos. Vale.