Son miles de mexicanos que durante años han tenido que cruzar a EE.UU. para poder llevar sustento económico a sus familias, trabajando allá y enviando dinero a sus hogares. De acuerdo con las cifras más recientes del Banco de México, en junio de este año llegaron a México 5,152 millones de dólares en remesas familiares distribuidas en 12 millones de envíos.
México es el país de Latinoamérica que más remesas recibe de Estados Unidos y el cuarto a nivel mundial por debajo de India, China y Filipinas. Donde son alrededor de 8 millones de empleos en Estados Unidos, los que dependen de las actividades económicas desarrolladas por migrantes, contribuyendo al 8% del PIB nacional.
No es raro que cada que se dan a conocer las cifras, los mandatarios reconozcan la labor de los mexicanos en tierras extranjeras y el presidente Andrés Manuel López Obrador, no es la excepción, ha calificado a los mexicanos en Estados Unidos, al hacer estos envíos, como héroes y no se cansa de repetir que por esos recursos se superan las crisis económicas del país y se sostienen millones de hogares. Con esto, el presidente, inconscientemente quizá, está llamado a los mexicanos a conformarse, a vivir en la comodidad desestimulando deseos de trabajar que quienes se quedan y reciben remesas.
Además, aumenta la dependencia económica de nuestro país, pues el día que haya una disminución del ingreso de remesas, el país podría verse afectado en nivel de crecimiento económico, de las familias que recibirían en ese caso, menores ingresos.
En contraste, el gobierno actual no ha creado políticas públicas en apoyo a migrantes, no hay seguridad de los derechos humanos, no hay empleos, va en aumento la pobreza, la inseguridad.
Recientemente se dio a conocer la segunda suspensión de la medida llamada oficialmente Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), conocida como “Quédate en México”, implementada en el gobierno de Donald Trump. Su implementación obligaba a miles de migrantes a esperar en México hasta la fecha de sus audiencias en territorio estadounidense, originarios de Nicaragua, Cuba, Colombia, Venezuela, Haití, y también mexicanos, que tenían que quedarse entre incertidumbre y con destino incierto.
Aunque la suspensión de este programa supone tener más oportunidades de vida, continúa la incertidumbre y deja al descubierto la incapacidad de las naciones de brindar seguridad, empleo, vivienda, salud o educación.
En Tijuana, ante la nula solución de los gobiernos locales a demandas muy sensibles de la población se ve traducida en la manifestación pacífica de los sectores afectados, que haciendo uso de la libre manifestación han realizado marchas o mítines. En el último mes, en Tijuana las protestas se han incrementado, hemos sido testigos de quienes exigen mayor seguridad ante desapariciones forzosas, mayor seguridad para las mujeres, los que exigen seguridad jurídica para sus terrenos, los que luchan por que el gobierno invierta en obras y servicios en zonas populares. A ello se suman los migrantes, que esperan un día llegar a su anhelado sueño americano.
Si bien nuestra ciudad, es una de las fronteras más importantes del país, aquí es donde vemos migrantes viviendo en calles, puentes, y eso, porque las aproximadamente 30 casas de migrantes ya están en su máximo nivel de cupo.
Ante esta situación de migración y de los problemas sociales que aquejan a nuestra nación y que, por ende, llevan a los mexicanos a buscar mejores oportunidades en la unión americana, pero ¿Quiénes son los héroes de México en EE. UU.? Son todos los trabajadores hispanos que más que seres humanos, son considerados como mano de obra barata para los Estados Unidos.
De cada 100 migrantes hispanos viviendo en Estados Unidos 65 son mexicanos (65% del total). Y del total de mexicanos en el país vecino, al menos 79% tiene ya la ciudadanía estadounidense, el cuarto grupo con mayor población en esta condición, sólo por debajo de los puertorriqueños, españoles y panameños, de acuerdo con datos del instituto de investigaciones Pew Research Center.
Todos los trabajadores que, dejando su fuerza de trabajo del otro lado, abandonan sus hogares, por la falta de oportunidades para una vida mejor. En nuestro país no se dan las condiciones para dar empleo, que estos sean bien pagados, donde se dé seguridad, salud de calidad, se proporcione vivienda digna, así pues, la situación de los migrantes y de los trabajadores que nos quedamos de este lado, vivimos en la injusticia y con futuro será incierto, por ello, el pueblo trabajador tiene que organizarse, dar la lucha por la construcción de un nuevo tipo de gobierno que sí se preocupe por el bienestar y progreso de todo el país. Y esto se logrará solo cuando el pueblo se organice conscientemente de la situación y luche dignamente por sus derechos.
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