¿Y el mantenimiento de todas las demás líneas, para cuándo?
Dice el dicho y dice bien: “el prometer no empobrece, el dar es lo que aniquila”. Empezó la feria de promesas para poner, dicen, en servicio la Línea Dorada luego del trágico desplome con saldo de 26 muertos y casi 80 heridos de gente humilde, de los cuales no todos se han recuperado.
Empezó con las promesa, sin dar plazos, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Le hizo segunda el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, que juró hace unos días que en un año pondrá en servicio el vital transporte diario de 300 mil usuarios de la Línea-12; días después agregó la siguiente promesa: la reparación no le costará ni un centavo al pueblo de México. Bueno, hasta el empresario más rico de México cuya empresa construyó el tramo del Metro que se cayó, dice ahora que “Rehabilitará a su costa la parte caída”. Ya son muchas promesas y el nuevo director del Metro, pues cesaron a la anterior, igual, se compromete.
Un tema tan serio ya parece el juego de ver quién da más. Entran las obligadas dudas ante la cascada de “promesas” de funcionarios del más alto nivel y el empresario. ¿No serán puras palabras para ir cebando las indignadas denuncias de la población por la política de los “Recortes y la Austeridad” que ha impuesto a las obras y servicios públicos el presidente del país y que causa tragedias como la del Metro?
Y con esto surge la interrogante de por qué tantas voces ofrecen su mano solidaria para echar a andar la línea 12, claro está, además de la tragedia ocurrida que provocó la muerte de 26 personas el pasado 3 de mayo en este línea, capitalinos humildes que regresaban de sus labores e iban con rumbo a sus hogares a encontrarse seguro con sus familias después de una larga jornada de trabajo, también el descontento social se hizo notar, que fue el detonante para que en la capital del país morena perdiera su bastión político, y con ello a la mitad de todas las alcaldías que ahora quedarán en manos de la oposición.
Siendo éste un tema que duele al partido en el poder, no precisamente por las victimas mortales, sino por la pérdida de votos y alcaldías, se han dado a la tarea, de la mano de López Obrador, de tratar de hacer creer a la ciudadanía de que hay un compromiso firme para que esta línea quede al cien en el menor de los tiempos, ah, porque además miles de personas que se transportaban en ella ahora tienen que batallar para hacerlo y tienen que transitar un largo camino para llegar a sus trabajos.
Por eso este compromiso salido de las entrañas de Palacio Nacional con acuerdos en los oscurito, como es costumbre del señor López. Sin embargo, otra cuestión surge, ¿y las demás líneas del Metro para cuándo serán revisadas y se brindará un dictamen específico para descartar y corregir anomalías en las mismas?
Todos sabemos lo deterioradas que se encuentran todas las líneas del Metro, y que son un grave peligro mortal para los casi cinco millones de usuarios diarios de este Sistema de Transporte Colectivo, además de las muy seguidas inundaciones que ocurren y que muchas veces propician que los trenes queden varados y los pasajeros tengan que ser evacuados.
Y qué decir de los accidente mortales que se han suscitado en las líneas del Metro, y a pesar de ello no hay todavía un compromiso firme de las autoridades de gobierno, por lo que todos los capitalinos debemos alzar la voz y exigir seguridad en todas las líneas del STC, y que los recursos públicos sean aplicados para salvaguardar la integridad de los capitalinos que usamos el Metro.
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