Están por iniciar las precampañas internas de cada partido político, etapa en la cual cada uno presenta a sus mejores gallos, a sus militantes, para que después de esta fase pasen a ser candidatos para pelear los diferentes cargos a regidurías, ayuntamientos, diputados federales y senadores en el estado de Nayarit.
Y, al abordar el momento actual de la lucha electoral que se avecina es necesario preguntarse, ¿es cierto que con la llegada de Morena-AMLO al poder hubo una transformación en México? Para los que son partidarios del presidente actual dirán que sí, que las cosas han estado cambiando.
Para quienes no, las cosas se presentan de manera muy parecida a como se hacían con el viejo priismo, que nombraba candidatos siempre que estos fueran cercanos al poder en turno, que estuvieran respaldados por un grupo económicamente poderoso, pero nunca sacaba un candidato del pueblo, genuinamente respaldado por la gente de su colonia y de su municipio porque este partido no representaba al pueblo.
Era frecuente ver también en el pasado los saltos de chapulines que dejaban a un partido político sin importarles abandonar y traicionar sus principios y muchos desertores al rato ya estaban participando en otro partido con otra sigla electoral.
Pues bien, todo lo malo, todo aquello que se hacía mal en el pasado en cuanto a la forma de elegir candidatos, repito, todo eso fue muy criticado por los diversos partidos nacientes, entre ellos PRD y luego Morena que prometieron acabar con todo ello y hacer un cambio o transformación.
AMLO está por terminar su mandato y los cambios prometidos para que el pueblo elija libremente a sus candidatos nada más no llegan, solo él y sus seguidores ven la transformación y los cambios.
A nivel local, en Nayarit, el Gobierno está en el tercer año de la “cuarta transformación” y las cosas siguen igual y en algunos casos la situación llega hasta lo repugnante.
Aquellas expresiones llamativas (de que con Morena el pueblo sí elige, sí escoge democráticamente a sus representantes a puestos de elección popular) han quedado en el recuerdo y se siguen repitiendo los mismos vicios de sus maestros del pasado. Como ya se está en el poder, repitiendo lo mismo que el PRI y PAN, olvidan que su estancia en el poder no es eterna y abusan de la inteligencia del pueblo al creer que no capta su forma engañosa y simulada de proceder para elegir a candidatos.
Se quiere manipular la mente del pueblo asociando a AMLO con las precandidatas en Nayarit; no les importa que se haga de la manera más repugnante.
¿Qué se ve en Morena? Se puede ver que es un partido que no es lo que dice ser. No tiene sus propios cuadros, a sus candidatos no los eligen las masas sino el poder que ahora se basa en encuestas que hasta los mismos participantes morenistas salen inconformes de las contiendas internas.
Los más destacados en Morena son viejos priístas y exprófugos de otros partidos; hay gente que se acaba de acercar a este partido por oportunismo para ver si alcanza alguno de los huesos.
Los viejos izquierdistas que antes criticaron tanto al poder hoy están mudos y petrificados cayendo en la incongruencia, y si aparece por ahí algún elemento surgido del sector popular, es porque a ese lo tienen bien dominado y sometido a lo que diga el poder político y económico, no porque se haya respetado la decisión del sector popular de donde emanó.
El momento de la liberación de los pobres con Morena en vez de acortarse o acercarse a su fin, se está alejando más, como lo podemos deducir de lo que está sucediendo en estos momentos en todo el estado.
Primero, llama mucho la atención que aparezcan en espectaculares por la ciudad de Tepic precandidatas que se dejan ver con la figura presidencial, pero no como se esperaría de una foto normal, donde se observe la amistad o la relación normal de las personas, sino más bien llama la atención porque algunas precandidatas, por querer ganar simpatías, aparecen muy pegaditas al presidente, rejuntadas, como si fuera una relación de amancebamiento, que en vez de generar simpatías ocasionan una sensación de repugnancia, una impresión asquerosa que no debemos pasar por alto los nayaritas porque va en detrimento de la educación política de nuestro pueblo.
Segundo, se sigue repitiendo el viejo vicio de la competencia que existe entre los partidos políticos para aceptar entre sus filas a gente que ha renunciado a un determinado partido político y a sus principios, y sin importar terminar con acciones tan criticables se les sigue tolerando en perjuicio de una madurez política de nuestra sociedad.
¿Por qué digo lo anterior? Porque estas cosas que están pasando encierran algo que hay que tratar de explicar.
Lo primero que se ve es que se quiere manipular la mente del pueblo para ganar simpatía electoral asociando a AMLO con las precandidatas; no les importa que se haga de la manera más repugnante, asquerosa, y porque se quieren hacer a un lado cosas más importantes y educativas como son, quién es el contendiente, qué cosas ha hecho por la sociedad, si tiene méritos propios, qué cosas quiere hacer de llegar al poder o qué se propone hacer para mejorar la calidad de vida de su gente, si sus propuestas son posibles de concretizarse, en fin, hablarle con claridad a la gente y las posibles soluciones a los problemas y no agarrarse de un personaje que ha sido hábil en manipular al pueblo.
Sobre lo segundo, ¿por qué a Morena está llegando gente de todos sabores y colores? Pues es por lo mismo: porque no tienen una identidad propia, no tienen cuadros propios porque no les interesa formar un verdadero partido del pueblo. Morena sólo es un instrumento que permitió captar el descontento social, controlarlo, y a medida que pasa el tiempo, se ve cómo los viejos políticos del pasado se acercan y son bien bienvenidos a Morena.
Por todo lo anterior, bien podemos concluir que los morenistas siguen repitiendo los viejos vicios para conquistar el poder y mienten al decir que con ellos se ha alcanzado la democracia. En realidad, ahora el pueblo está más sometido y dominado porque se le engaña al decírsele que la 4T es el poder del pueblo, cuando en los hechos está claro que los viejos políticos del sistema siguen gobernando.
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