El martes 17 de octubre la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a través de más de 70 elementos de la Guardia Nacional armados hasta los dientes, atacó violentamente a colonos de la Unidad Habitacional Antorcha Obrera luego de que estos trataran de impedir el corte arbitrario de su luz. En esa unidad viven más de 3 mil 500 personas, albergadas en los 500 departamentos que la infraestructura tiene. Niños, jóvenes, adultos, gente de la tercera edad, enfermos, con discapacidades, entre otros, son los que viven en esa unidad.
¿Por qué? Porque a la CFE le sale “más barato” financiar como porros a elementos de la Guardia Nacional para amedrentar a los colonos que cumplir con su deber y realizar la obra de instalación eléctrica en la unidad. Los mencionados llevan más de 5 años solicitando a la CFE haga la obra en su unidad para tener luz y sus respectivos medidores y al día de hoy, se ha negado rotundamente. Por el contrario, está profundamente interesada en cobrar montos absurdos a la gente más pobre de la ciudad.
Más de 3 millones es lo que la CFE le pide a los colonos de la Unidad Habitacional, gente que va al día, que enfrenta la inflación en la canasta básica, la escasez de agua, de instituciones educativas cercanas, entre muchas otras cosas. Está de más aclarar que esa cantidad no está dentro de sus posibilidades para ser cubierta. Pero eso a la CFE no le importa. No le importa si la gente no tiene para comer, para medicamentos, para agua potable, para mandar a los niños a la escuela ya ni hablemos de si tienen para ir al cine o salir a comer al centro. Ellos quieren dinero y no les importa en lo más mínimo que la gente padezca los estragos de un gobierno inepto que no ha sabido aminorar la crisis social que el país enfrenta.
La unidad está adherida al Movimiento Antorchista y este dato es de suma relevancia, porque ese ataque resultó también una de las muestras más inquebrantables de la solidaridad antorchista. En el momento en que circularon los avisos de semejante atrocidad, todo ciudadano de la capital poblana adherido a Antorcha emprendió camino hacia la oficina de la CFE ubicada en la 25 Poniente y la 11 Sur. Desde las 12:00 am y hasta las 11:00 pm esas oficinas presenciaron la solidaridad Antorchista. Estudiantes, colonos, maestros, deportistas, los artistas de los grupos culturales nacionales de la organización, transportistas, comerciantes, todos, todos acudieron a las instalaciones de la CFE a exigirle que detuviera el ataque en contra de sus hermanos de clase.
Al mismo tiempo, las familias de los 500 departamentos, una vez que fueron atendidos por elementos de salud para curar sus heridas y dar fin a las alergias provocadas por el gas pimienta que la Guardia Nacional les gaseó, emprendieron una de las marchas más largas que se han realizado en esta ciudad. Más de 19 kilómetros caminaron exigiendo justicia, desde Cuautlancingo, hasta el estadio Cuauhtémoc, el centro de la ciudad y, finalmente, la oficina de la CFE de la 25 Poneinte, en donde se reunieron con el resto de antorchistas que esperaban por ellos. Finalmente ganó la fuerza de los más humildes y esa misma noche la CFE reconectó la instalación y se comprometió a dar inicio a la logística de la obra.
La lucha que dieron los colonos de la Unidad Habitacional es una muestra inquebrantable, en primera, de que solo unidos, podrán labrar los pueblos un mejor mundo; y segunda, de que los antorchistas jamás nos quebrantaremos ante los poderosos. No podrán con nosotros, siempre habrá un Antorchista que esté dispuesto a defender la justicia, ni la CFE, ni la guardia nacional, ni los gobiernos de adorno, podrán contra Antorcha. Porque nuestra unidad es inquebrantable y nuestra solidaridad siempre estará para con los más humildes de esta patria.
Porque la solidaridad antorchista jamás estuvo en duda, porque cuantas veces fue necesario y las horas que fueran necesarias, acudieron enérgicamente a respaldar la lucha de sus hermanos de clase. Desde que iniciaron las gestiones, cuando la CFE emprendió visitas hostigadoras, cuando fueron víctimas de tal ataque, llegó de inmediato el respaldo a través de manifestaciones, pronunciamientos en redes sociales y claro, también en escritos. Porque siempre que una injusticia sea llevada a cabo, ahí estaremos los antorchistas para denunciar la verdad, para levantar el puño por aquellos que ya no pueden, para defender el derecho a tener una vida digna.
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