Hace algunos días, revisando lo que se informa a través de las redes sociales, me encontré con una interesante entrevista a la titular de la Secretaría de Desarrollo Económico, Rosa Elena Lozano Vázquez, grabada en vivo, por la periodista Rosy Covarrubias, transmitida en su página denominada “Periodismo sin fronteras”. El tema, el contexto y la forma en que la periodista condujo la entrevista me pareció inteligente, pues su propósito fue el de lograr informar de manera veraz y sencilla, para que el pueblo que la lograra ver, entendiera de una manera más clara, cómo se nos quiere hacer creer que la inversión privada es muy importante porque genera empleos para la población y, por eso, debemos estar más que agradecidos con los inversionistas y con los gobernantes que les dan todas las facilidades para “arriesgar” sus capitales invirtiéndolos en nuevos negocios, sin decir claramente que los más favorecidos y beneficiados son, precisamente, los grandes inversionistas privados.
Trataré de mencionar algunas de las características que tiene el nuevo “parque industrial con recinto fiscalizado estratégico” que ya se está construyendo en la periferia de la ciudad de Chetumal, Quintana Roo. Se trata de una enorme infraestructura que se va a desarrollar en 4 etapas, en una superficie de 300 hectáreas, conformada por 5 manzanas con 12 naves industriales cada una, con amplias avenidas, que contará con todos los servicios de luz eléctrica, agua potable, y todas las instalaciones necesarias, donde se producirán y manejarán grandes volúmenes de mercancías.
Según la información vertida por la Secretaria de Desarrollo Económico del estado de Quintana Roo, fue una instrucción del Gobernador Carlos Joaquín González, lograr una forma eficaz de “mover la economía del sur del estado”, y después de 5 años de estudios de diagnóstico, proyecciones y todo tipo de evaluaciones, trámites y aplicación de recursos públicos, se logró poner en marcha este parque industrial en donde se realizarán 4 importantes y nuevas actividades productivas: nuevas tecnologías, industrias innovadoras, comercio exterior y logística. Esto es, habrá naves donde se producirán mercancías de nueva tecnología, innovadoras, se elaborarán una gran diversidad de productos que requiere la más importante de las actividades económicas en nuestro estado, que es el turismo y los servicios relacionados a éste y, sobre todo, se contará con la facilidad de realizar una muy importante actividad comercial con muchos países del mundo, gozando de importantes apoyos fiscales, en castellano simple, se trata de la nueva modalidad de la zona libre en Chetumal, pero restringido a este parque industrial estratégico, que contará con muchos estímulos o exenciones fiscales, donde solo tendrán acceso, grandes empresarios, que puedan cumplir con todos los requisitos que marca la ley federal aduanera y sobre todo que tengan los grandes capitales para estar a la altura de los grandes volúmenes de mercancías que se van a manejar.
Ciertamente, es innegable, que este nuevo centro industrial y de comercio nacional e internacional, va a crear empleos directos e indirectos en una cantidad considerable, cientos o quizás algunos miles de trabajadores encuentren empleo por un salario de subsistencia, pero las tajadas más grandes del pastel, de las estratosféricas ganancias serán, como siempre suele suceder en este sistema capitalista en que vivimos, para los grandes empresarios. También es necesario destacar que es acertada la decisión de crear este parque industrial para diversificar la producción en el estado y no ser tan dependientes de una sola actividad como lo es el turismo. Pero también se debe innovar y apoyar la producción en el campo como sería la agricultura bajo condiciones controladas (invernaderos, riego, sistemas orgánicos, ganadería estabulada, producción de frutas tropicales, elaboración de artesanías, etc.) para desarrollar la economía de grandes sectores de nuestra población.
La encargada de proyectar los grandes negocios para la clase política y empresarial quintanarroense, abundó que los empresarios gozarán de todo el apoyo y estímulos fiscales federales y estatales, periodos de gracia en el pago de renta de las naves industriales, para que puedan invertir sus capitales (“lo cual es maravilloso”, dijo la entrevistada) y para obtener los márgenes de ganancias más jugosos (afirmación mía), los actuales o futuros empresarios.
Para mayor detalle se dijo que ya están funcionando 4 naves industriales. En la primera, se elaboran productos de alta tecnología (hardware y software), propiedad de un empresario chetumaleño. En la segunda, hay una empresa que produce coches eléctricos, con tecnología de innovación. En la tercera, se fabrican diversos equipos y reactivos químicos para el tratamiento del agua para diversos usos. Y en la cuarta nave, se empiezan a realizar actividades de comercio exterior y de logística de marcas, es decir, se están iniciando los procesos de importación y exportación con otros países. Toda la mercancía que sea importada, en este recinto fiscalizado estratégico, será comercializada al resto del estado y del país con su respectivo margen de ganancia comercial, pues se están gestando en nuestros días, nuevos y grandes consorcios comerciales, en el mediano plazo.
Lo anterior, es viable económica y financieramente, porque en la estructura productiva del estado de Quintana Roo, la actividad económica terciaria que es el Turismo y servicios, es la más importante, pues representa el 88% del PIB estatal, la actividad secundaria industrial, representa solo un 11.2 % y la actividad primaria (producción agrícola, ganadera y forestal) solo representa el 0.8 %.
De lo anterior, se explica porqué al Gobierno del estado no le interesa apoyar la producción primaria, es decir, apoyar a los productores agrícolas y ganaderos, porque para la economía estatal no representan ni siquiera un punto porcentual de la riqueza estatal. En cambio, la actividad turística represente casi las 9 décimas partes del PIB estatal.
En la lógica que predomina en este sistema socioeconómico, es correcto y acertado el diagnóstico realizado por la Secretaría de Desarrollo Económico del gobierno quintanarroense, pues se trata de proveer de todo tipo de mercancías a la zona norte del estado, a la actividad turística que en esa parte del estado se desarrolla desde hace ya 5 décadas.
También, por eso se explica que el gobierno del estado que encabeza el CP. Carlos Joaquín no tiene como prioridad atender y resolver las demandas y necesidades de más del 66 % de la población estatal, incluidas las 35 mil familias trabajadoras de la ciudad y del campo, organizadas en el Movimiento Antorchista de Quintana Roo.
A ellos les interesa apoyar totalmente a los que realizan los grandes negocios y se olvidan o se niegan a resolver demandas de apoyo para la producción del campo, para el mejoramiento de la vivienda en las colonias populares y comunidades rurales, no les importa rehabilitar los accesos de las colonias y la infraestructura de los lugares donde habitan los trabajadores de la industria turística.
Con el afán de congratularse con los grandes inversionistas o convertirse en uno de ellos, después de ser “servidores públicos y retirarse a la vida privada”; el gobierno actual y sus representados y protegidos, no se dan cuenta que con esa actitud van a “matar a la gallina de los huevos de oro”, pues a estas alturas del partido, muchos saben que el trabajo que mueve a las zonas hoteleras del norte del estado es precisamente la gente humilde y sus familias que viven en la periferia de las ciudades y en las comunidades rurales indígenas como la zona maya de Tulum, Felipe Carrillo Puerto, etc., que hoy le demandan a su gobernador atención y soluciones concretas a carencias reales, desde hace más de 2 años.
No voy a enumerar cuáles son esas necesidades y acuerdos, porque ya es del dominio público que no son demandas que impliquen una gran cantidad de recursos gubernamentales, para ser atendidas y resueltas.
Por lo anterior, lanzamos un llamado urgente, al Gobernador Carlos Joaquín González, para que de una vez por todas voltee a mirar a los desposeídos de este estado, para que sea cumplida a cabalidad la palabra que empeñó para atender justas y necesarias demandas de miles de familias quintanarroenses, y así, evitar manifestaciones callejeras antes de que termine el año. Ojalá y si escuche y actúe en consecuencia nuestro gobernador, si no, que el pueblo trabajador se lo demande.
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