Tal vez no han hecho nada serio para frenar la pandemia por covid-19 porque la gente de presidencia y, en general, del Gobierno federal, no ha sufrido la pérdida de algún ser querido; o tal vez sí, pero no les ha hecho la suficiente mella en el ánimo para hacer que se decidan a invertir, independientemente del dinero que se necesite, en la compra de suficientes vacunas para inmunizar a toda la población y, por fin, dar un paso serio en el control de contagios y muertes, las cuales a la fecha suman 274 mil 139 mexicanos fallecidos.
Sí, según cifras oficiales, van 274 mil 139 personas fallecidas (recordemos que fuentes no oficiales y, a pesar de eso, vemos que el gobierno federal no toma medidas serias para frenar los contagios, enfermedades y muertes. Nadie lo ha dicho así, pero ya es tanto sufrimiento esparcido por todo México que me da la impresión de que el gobierno está convencido acerca de que el fenómeno es algo natural, causado tal vez por mala conducta y que, por tanto, el hombre no puede hacer nada frente a él, por lo que lo único que queda es esperar a que suceda algo sobrenatural para borrar el mal de la faz de la tierra y de México.
Y si ese pensamiento flota en el aire del Palacio Nacional, lo que nos espera es seguir viendo desfilar ante nuestros ojos las urnas con las cenizas de nuestros seres queridos que, al igual que los féretros, por muy bonitas y costosas que sean, contienen los restos de quien alcanzó la muerte de manera prematura por causa del Sars-CoV-2, lo cual es muy doloroso porque sabes que ahí están las cenizas de una persona que dejó desprotegidos a hijos pequeños o a padres ancianos, además de que por su preparación y talento todavía tenía mucho que aportar a la sociedad.
Hay que recordar que el primer pronóstico, catalogado como optimista y dado a conocer por autoridades sanitarias del Gobierno de México era de que, en un escenario catastrófico, alcanzaríamos las 35 mil muertes, pero el 15 de julio de 2020 esa cifra de mortalidad fue rebasada al llegar a 36 mil 906 personas muertas. Desde entonces a la fecha oficialmente han muerto 237 mil 233 mexicanos más, lo que da un total de 274 mil 139 fallecidos. Y, a pesar de eso, el gobierno federal no acelera la inmunización de la población y sigue engañando a la gente con la estrategia de presentar los semáforos epidemiológicos que realmente no reflejan lo que sucede en la realidad.
La humanidad afronta la mayor campaña de vacunación en la historia para frenar la pandemia. Desgraciadamente, eso no lo ha entendido el presidente de México y tampoco sus títeres, pues apenas ha vacunado al 33.2 por ciento de los habitantes de este país. En cambio, otros países avanzan a pasos acelerados, por ejemplo: Portugal que está a punto de llegar al 82 por ciento, Singapur que ya rebasó el 77 por ciento, al igual que España. Incluso, tenemos países latinoamericanos que ya rebasaron el 70 por ciento de vacunación, como Uruguay (75.5) y Chile (73). Cierto que estos países tienen menos cantidad de habitantes que México, pero tampoco tienen los mismos ingresos que los nuestros, pero lo que aquí vale es el esfuerzo que están haciendo para proteger a su gente y estar en mejores condiciones de controlar la pandemia y están tratando de regresar a la vida como la teníamos antes: en los países con más del 50 o 60 por ciento de vacunación, desde hace dos meses están permitiendo el no uso del cubrebocas en espacios al aire libre y en las clases presenciales, claro con ciertas medidas de higiene para que niños y jóvenes no se contagien.
En cuanto a la reciente declaración de semáforo amarillo en el Estado de México, el gobierno federal juega a favor de los intereses económicos de los empresarios. Por ejemplo, cuando hace unos días declaró el semáforo amarillo en el Estado de México, los medios de comunicación dieron a conocer que habían repuntado los casos Covid-19. Apenas el pasado jueves 23 de septiembre, El Sol de Toluca informó que: “De acuerdo con el reporte de la Secretaría de Salud federal, mientras el 22 de septiembre se habían registrado 356 mil 361 contagios acumulados, para el día 23 ya eran 357 mil 403. En cuanto al número de decesos, el aumento en las últimas 24 horas fue de 77, pues de 42 mil 159 pasaron a 42 mil 236 en la entidad mexiquense”. O sea, en México la pandemia sigue sin freno por culpa del Gobierno federal.
Desde este espacio envío sinceras felicitaciones a los jóvenes de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR), quienes siguen luchando para que sean vacunados todos los niños y jóvenes del país a fin de que no se contagien, y si lo hacen que no corran serios peligros de perder la vida. Seguramente que miles de padres de familia también les están agradecidos por esa lucha incondicional que están dando. México necesita más, muchos más, mexicanos de ese tipo para cambiar las cosas en este país que, desgraciadamente está a la deriva y perjudicando a la mayoría.
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