Mientras una minoría acumula tanta riqueza que no podrá gastar en 100 vidas, una abrumadora mayoría no puede conseguir lo suficiente para resistir un día más. Así lo confirman 2.9 millones más de pobres, 2.1 millones más en pobreza extrema y pasamos de 21 a 36 millones de mexicanos sin acceso a la salud pública, es decir, esta cifra indica que las personas tienen que costear con sus ingresos propios sus consultas, medicamentos, análisis, cirugía, partos y otros tratamientos.
“En términos generales el rubro de la salud registró un incremento de 5.4% en su nivel de precios” (El Economista de 5 de mayo 2022). El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), informó que la inflación en México se ha mantenido desde inicios de año hasta la primera quincena de abril en 7.72 por ciento, cifra no vista en los últimos 21 años, que se ve reflejada en el alza de los precios de los alimentos, los energéticos, entre otros bienes y servicios.
¿AMLO podrá controlar el aumento de precios que ha puesto a los mexicanos contra las cuerdas, con su paquete contra la inflación y la carestía?, varios analistas señalan que será una tarea compleja, limitada o nula. Propone la estabilización del precio de las gasolinas, el diésel, gas y electricidad; aumento de producción de granos por los programas Sembrando vida y Producción para el bienestar; aumento en la entrega de fertilizantes de cinco a nueve estados; tener una reserva de maíz de 1 millón de toneladas; ofrecer precios de garantía en maíz, frijol, arroz y leche; fortalecer el abasto de alimentos de Liconsa y Diconsa.
Recordemos que varias de estas primeras propuestas están puestas en marcha desde hace tres años y hasta el momento no hay resultados palpables y claros, o son un fracaso rotundo; hay productores de plátano en la zona de San Rafael, Veracruz, que están tirando la producción (un solo productor 7 mil racimos) debido al bajísimo precio (0.50 centavos) del kilo, y la sequía que está afectando a los pastizales y cítricos de la región por no tener tecnificado con riego las parcelas.
Y continúa puntualizando que no se incrementará el peaje en carreteras; se exenta el uso de la carta porte hasta el 1 de octubre; no se incrementará la tarifa ferroviaria; reducción de costos y tiempo de despacho aduanal; agilizar los procesos de carga en puertos, participación de las empresas; no se incrementará los precios de telecomunicaciones de Telmex y Telcel; fortalecer la seguridad en carreteras con más de 12 mil elementos de la policía y la guardia nacional. Y se establece una lista de 24 productos de la canasta básica que no aumentarán de precio (aceite de canola o maíz, arroz, atún en lata, azúcar morena, bistec de res, cebolla, chile jalapeño, chuleta de puerco, frijol, huevo, jabón de tocador, jitomate, leche, manzana, naranja, pan de caja, papa, papel higiénico, pasta para sopa, pollo entero, sardina en lata, tortilla de maíz y zanahoria).
Hay que tener cuidado con el programa anunciado, ya que este conjunto de medidas no detendrá la inflación debido a que los factores que intervienen y que presionan al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) son la escasez de materias primas, alteraciones en las cadenas globales de suministro, tropiezos en el comercio internacional por sanciones y el bajo ritmo de reactivación económica mundial, mucho de esto no depende del gobierno morenista. Ante este panorama, frenar el incremento en los precios al consumidor, está bastante alejado de realizarse por la 4T.
Con el programa anunciado por el presidente, Andrés Manuel López Obrador solo pudiera celebrarse que aumentara la producción agrícola, que se agilice la distribución de productos básicos y que no se quede en declaraciones el combate al robo de mercancías en las carreteras del país; en la seguridad alimentaria y en los derechos sociales del pueblo mexicano, nos dirá si funcionó o no, este programa.
El doctor en economía Abel Pérez Zamorano señala que “el verdadero fin del control inflacionario es garantizar la estabilidad del mercado, que el sistema de precios funcione para la toma de decisiones, como código que envía las señales sobre qué, cuánto, cómo y para quién producir. Un sistema de precios alterado no sirve como mecanismo indicador” y el aumento exorbitante de fortunas en México y el mundo, mostrará quiénes son los verdaderos beneficiarios de la estabilidad de precios, pagada por los pobres con sus privaciones.
Los pobres constituyen la inmensa mayoría en México, y por su número son potencialmente una gran fuerza; pero la cantidad no basta si carecen de organización y consciencia. Y esta debilidad no es casual, no está determinada por la idiosincrasia: el neoliberalismo y la bárbara acumulación de la riqueza que trae consigo necesitan a la clase media y trabajadora inermes, inconscientes, y sin la fuerza necesaria para hacer valer sus derechos. Un pueblo desorganizado conviene a la acumulación del capital para que funcione el engranaje de la economía de mercado, por lo que éste y sus gobiernos aliados se afanan en mantenerlo disperso.
Culpar al individuo humilde de los grandes males del mundo es echarle la culpa de la marea a las olas. No son nuestros hermanos de clase quienes causan nuestras desgracias, todo lo contrario, son los únicos que nos pueden ayudar a salir de ellas.
La naturaleza de la lucha que debemos de dar hoy en día, todo el pueblo, los antorchistas y sectores progresistas, no solo debe de ser por agua, luz, drenaje, vivienda, regularizaciones, trabajo, que nos son negados en muchas de las ocasiones, sino que ahora hay que luchar por algo superior, una unidad del pueblo y de todos los sectores progresistas, para que juntos lleguemos a tomar el poder político y desde ahí darle rumbo científico al país, aplicando cuatro políticas muy concretas que propone Antorcha: empleo para toda la población en edad de trabajar, mejores salarios, impuestos progresivos (que se cobre impuestos de manera proporcional al nivel del ingreso) y justa repartición del gasto social en beneficio siempre del pueblo que más lo requiere; pero debemos llenarnos de fe, de valor, de confianza y de coraje para seguir luchando incansablemente y hacer crecer al antorchismo.
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