Tijuana, B.C.- El actual es el peor momento de odio a los inmigrantes y discriminación que hemos vivido en Tijuana, de allí que el periodismo que cuente historias reales de vida, que comparta tanto lo bueno como lo malo de la realidad que describe, sea una alternativa humanista y sensibilizadora en estos tiempos, coincidieron en señalar periodistas locales en el Foro “Los retos del periodismo en la frontera: inseguridad y migración”, organizado por la revista nacional buzos.
Fueron los periodistas Gabriela Martínez Córdoba, Manuel Ayala así como Salvador Menchaca, activista de la Asociación Centro 32 FBT México, quienes se dieron cita a la convocatoria de buzos y platicaron con estudiantes de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), en cuyo campus se llevó a cabo el foro este lunes 10 de octubre, actividad dirigida y moderada por la directora editorial de la revista, Adamina Márquez Díaz.
Ante los futuros periodistas, preparados por la UABC, los expertos platicaron sus experiencias en el difícil tema de la inseguridad y los migrantes en esta capital. Coincidieron en que es importante no criminalizar a los migrantes por el solo hecho de haber migrado, pues a menudo la mayoría de ellos trae antecedentes de auténticas tragedias sociales desde sus lugares de origen, mismas que los obligan a emigrar y lo menos que debe pasar con ellos es hacerlos ver ante la sociedad tijuanense como delincuentes o criminales.
En ese sentido, que el periodista vaya a donde están los migrantes, a sumergirse en su ambiente de inseguridad, allí donde son las víctimas de todos los males sociales, ya sea por ser mujeres o niños o de diferentes orígenes étnicos, le permitirá realizar su labor periodística con evidencias, de acuerdo con los contextos y entornos sociales.
Señalaron la importancia del ambiente de violencia e inseguridad al que llegan los migrantes, dando el ejemplo el ejemplo de que hay ocasiones que se pagan 2 mil pesos por asesinar a alguien, o el desfavorable clima entre los funcionarios públicos que tuercen los hechos y la ley, como en el caso de la policía Alina Mariel Narciso Tehuaxtle, quien es víctima no agresora y actuó en legítima defensa, según las últimas investigaciones periodísticas precisamente.
Otro embuste es el de hacer creer a la población que la mayoría de las mujeres migrantes (70 %) huyen por violencia intrafamiliar cuando no es así, sino que en muchos casos son forzadas a huir por la dura situación económica de sus lugares de origen o por violencia en ellos que las obliga a un desplazamiento forzoso.
En ese ambiente no es difícil hacer creer a la población de Tijuana, irónicamente de origen migrante en su inmensa mayoría, que los migrantes vienen a robarles sus empleos y su seguridad, con ello se propicia un ambiente de odio, de xenofobia, por lo cual los expertos llamaron a los estudiantes a crear nuevos discursos bajo perspectivas de los propios migrantes y de género y no a ser simples repetidores de versiones oficiales, sino a meterse a ver qué hay detrás de esas historias concretas y dar versiones ciertas de la violencia que sufre esa gente.
En la búsqueda de nuevos lenguajes, los expertos también invitaron a los estudiantes a usar las redes sociales como herramientas críticas.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario