Nuestra lucha continúa, nos hemos manifestado hace algunas semanas y no observamos que al gobierno le preocupe lo que acontece en nuestro estado ya que no encontramos solución a las demandas y denuncias de miles de habitantes de Morelos que diariamente se concentran afuera del Palacio de Gobierno en Cuernavaca.
En respuesta a esto, el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, adopta la política de cerrazón del presidente Andrés Manuel López Obrador y asegura que los morelenses están felices por la manera de conducir el barco.
Sin embargo, no podemos negar que Morelos está en los primeros lugares de homicidios dolosos y se encuentra entre los primeros cinco en la mayor tasa por cada 100 mil habitantes. Lo mismo que en feminicidios, Morelos es el número uno. No hay políticas públicas para la inversión en seguridad pública, los policías no ganan lo suficiente, mucho menos están capacitados y no cuentan con lo más elemental, cada día los morelenses corremos el riesgo de ya no regresar a casa.
Por otro lado, el desempleo colapsó la deteriorada economía de millones de familias que carecían de lo elemental de la canasta básica. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) ha registrado que, de los más de 890 mil habitantes, (Población Económicamente Activa), el 54.2 por ciento no tiene trabajo y de los que sí lo tienen, más del 70 por ciento de ellos viven de la informalidad. En comparación con el gobierno de Graco Ramírez, Blanco Bravo es el peor gobernador en materia de generación de empleo.
Tampoco hay inversión pública para generar progreso y desarrollo en la entidad, no hay obra social de impacto (y del que hubo que fue la plaza de armas no sirvió) el gobierno solo se ha limitado a inaugurar algunas calles en la ciudad de Cuernavaca y un Centro de Desarrollo que no tiene las mínimas condiciones para llevar a cabo las actividades para lo que fue construido; no hay obra hidráulica, construcción de puentes sin fin, ni carreteras nuevas, estamos frente al gobierno del “no hay”.
Los antorchistas tenemos más que justificada nuestras acciones de protesta contra el mal gobierno, insensible y falto de voluntad política para resolver los problemas de sus gobernados, pues estas razones también explican la baja calificación reprobatoria que los morelenses le otorgan al gobernador Cuauhtémoc Blanco. En nuestro caso, son ya tres años sin respuestas a peticiones concretas y de primera necesidad para miles de familias marginadas.
Es urgente un cambio de modelo económico que garantice el bienestar, no sólo en Morelos, sino para todos los mexicanos. Invitamos a la opinión pública a que se solidarice y se una a nuestra lucha, la cual es justa y necesaria. Morelos puede salir del abismo impuesto por Blanco Bravo, sólo lo puede lograr un pueblo unido y consciente.
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