A ninguno de nosotros se nos debe olvidar que durante la pandemia de covid-19, el gobierno mexicano fue sumamente irresponsable al ejecutar las políticas de salud para combatirla.
Pero no sólo eso: tanto Andrés Manuel López Obrador como el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud en ese entonces, Hugo López-Gatell, en reiteradas ocasiones señalaron que el coronavirus no era motivo de preocupación; desestimaron las medidas internacionales recomendadas por el sector salud como la sana distancia y el uso del cubrebocas, e incluso llegaron a acusar a niños y jóvenes de quitar vacunas a adultos mayores.
Durante la pandemia en la Ciudad de México, la esperanza de vida se redujo en nueve años como consecuencia del uso de datos falsos y de no implementar las medidas sanitarias necesarias.
Por ejemplo, el 4 de junio del 2020, López-Gatell señaló que “un escenario catastrófico sería llegar a 60 mil muertes por covid-19”, y en el mes de abril de 2022 mencionó que “el uso del cubrebocas nunca fue obligatorio en el país”.
El presidente, el 4 de marzo del 2020, señalaba “hay que abrazarse, no pasa nada”; el 26 de abril dijo: “Vamos bien porque se ha podido domar la pandemia, en vez de que se disparara, como ha sucedido desgraciadamente en otras partes”.
Seis meses después del primer contagio, cuando ya se habían superado las 64 mil muertes, exclamó: “Tenemos que enviar nuestro abrazo a los familiares de quienes han perdido la vida por la pandemia. Ya muchos aquí en nuestro país; sin embargo, va cediendo la pandemia”.
Hace unos días, la Comisión Independiente de Estudios sobre la Respuesta al covid-19 en México denunció que la pésima gestión y las malas decisiones del Gobierno federal durante la pandemia provocaron que más de 808 mil mexicanos perdieran la vida, desde finales de marzo de 2020 hasta principios de mayo de 2023.
La zona centro fue señalada como el epicentro de la pandemia, y se identificó a la Ciudad de México, Tlaxcala, Estado de México y Puebla como los estados con más muertes en exceso.
Durante todo el periodo crítico, se observaron faltas graves por parte de las autoridades, al incumplir lineamientos oficiales, utilizando datos falsos o incorrectos para calcular el semáforo de riesgo e implementar medidas sanitarias que no eran adecuadas para el momento.
Otro dato preocupante es que, durante la pandemia en la Ciudad de México, la esperanza de vida se redujo en nueve años como consecuencia del uso de datos falsos y de no implementar las medidas sanitarias necesarias ante el nivel de la contingencia, lo que sin duda debiera obligar a rendir cuentas a Claudia Sheinbaum, actual candidata morenista a la presidencia de la república.
El doctor Jaime Sepúlveda, coordinador de la Comisión Independiente conformada por diecisiete investigadores, señala en el informe que fueron más de 215 mil niñas y niños los que quedaron huérfanos como consecuencia de la pandemia, dato que coloca a México entre los países más afectados del mundo, por encima de la India, Colombia y Brasil.
Y por si esto no fuera suficiente, en el documento se advierte que el impacto en los menores que vieron morir a sus padres en casa, dado que los hospitales estaban saturados, provocará un daño psicológico muy fuerte que afectará su desarrollo.
A la cifra de los 800 mil decesos por la pandemia de covid-19, se debe agregar los más de 185 mil homicidios dolosos que se han registrado en el país durante este sexenio, lo que coloca al Gobierno de López Obrador como el más violento en la historia de México debido al fracaso de la política de “abrazos y no balazos”, que ha resultado ser una carta abierta para que la delincuencia se adueñe cada vez más de amplias zonas del territorio nacional.
Y aunque las cifras sobre personas desaparecidas tampoco son claras, esta administración ya rompió récord con más de 49 mil desaparecidos, es decir, casi la mitad de los más de 100 mil desaparecidos en la nación.
Estamos a un mes de ir a las urnas para elegir a nuestros próximos gobernantes, y es necesario que todos tengamos memoria y no olvidemos que son miles las familias mexicanas que hemos perdido a un familiar debido a la indolencia e irresponsabilidad de este Gobierno.
Ni su política en materia de salud ni en seguridad pública han dado mejores condiciones de vida a los trabajadores de este país. Por tanto, es necesario poner en la balanza estos lamentables sucesos y no perder de vista que estamos a tiempo de cambiar de rumbo y que hoy, más que nunca, sigue siendo urgente y necesario la construcción de un mundo mejor para todos.
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