En la última visita que el presiente Andrés Manuel López Obrador realizó al estado de Guerrero; en el Puerto de Acapulco reconoció que Guerrero es uno de los estados con los mayores índices de pobreza y marginación. Por esta razón, el mandatario federal afirmó, que su gobierno seguirá atendiendo de manera especial al estado, con una inversión pública muy importante para acabar con el rezago, marginación y pobreza de la población guerrerense. En parte, el presidente tiene razón al afirmar que nuestro estado, junto con Oaxaca y Chiapas, son las entidades federativas que tienen muy poco desarrollo social en todos los ámbitos, principalmente en el ingreso, es decir en la falta de empleos, en la salud, educación y alimentación, por otro lado, también registra una creciente inseguridad, como consecuencia de las anteriores. El presidente afirma que su gobierno tiene atención preferente a estos estados, pues según él, son donde más recursos federales se están destinado (El Universal del 19 de julio), cuando menos para Guerrero, en lo que va del gobierno de la 4T, no se tiene el registro de una inversión considerable en el estado que haya detonado la producción agropecuaria, o para mejorar la infraestructura social, educativa, etc. etc. por el contrario, los campesinos guerrerenses son víctimas de los recortes presupuestales que antes se le destinaban al campo, la atención en la salud es pésima, y el sistema educativo básico es un completo desastre, empeorándose con la modalidad de educación a distancia, que en lugar de motivar a los estudiantes los ha orillado a la deserción escolar. En pocas palabras, no hay inversión federal en el estado de Guerrero como lo afirmó el presidente.
De acuerdo a los datos que aporta el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). De 126 millones de habitantes que tiene nuestro país, hay 55.7 millones de mexicanos que viven en la pobreza, es decir un 44% de la población, de éstos 11 millones viven en la extrema pobreza: Según la misma fuente, entre el 2018 y el 2020 el incremento de pobres es del 2%, a mi ver, son cifras muy reservadas, pues ese porcentaje representa 3.8 millones de personas que pasaron a incrementar la cifra de los más pobres. Como podemos ver, en dos años aumentó la pobreza extrema, y, por lo tanto, aumentó la población sin posibilidades de tener acceso a la salud, ahora, tienen carencias 35.7 millones de personas que no pueden tener atención médica, las consecuencias las estamos viviendo en esta tercera ola de la pandemia y otra vez Guerrero, Chiapas y Oaxaca figuran entre los más afectados.
La misma fuente confirma que la situación de empeoramiento se dio en la mitad de la población que viven en los estados del sur, dónde se concentran una considerable población indígena, los estados más pobres siguen siendo: Guerrero con el 66.4% de su población en pobreza, Oaxaca con el 61% y Chiapas con el 75.5% de chiapanecos en pobreza. En Guerrero, muchas familias han logrado sobrevivir, gracias a las remesas que reciben de algún familiar que se encuentra trabajando en Estados Unidos, pero eso también no es una fuente segura y permanente.
La situación para el pueblo cada vez está peor, no mejoró con los gobiernos anteriores, y con el actual estamos peor, la crisis económica ya se dejaba ver desde el inicio de la administración de AMLO, la pandemia sólo aceleró el proceso y la consecuencia es que hoy, estamos viviendo una crisis económica y social nunca antes vista, cuando menos desde la revolución mexicana hasta estas fechas. El sistema de salud es un desastre, la educación en los niveles más bajos, no hay fuentes de empleos, no hay inversión privada, la pequeña y mediana industria en completa bancarrota y el campo abandonado por completo. Guerrero no puede escaparse de esta situación, vivimos de un gobierno de ocurrencias y desatinos, casi tres años de mentiras y más mentiras, de recortes presupuestales, y otros datos. Guerrero es un estado dónde no hay inversión federal, sólo el dinero destinado a las becas y programas asistencialista como sembrando vida, sesenta y cinco y más, las famosas becas Benito Juárez, pero es dinero destinado a comprar voluntades y asegurar votos, esa política de regalar efectivo, transferencias monetarias, en lenguaje de la 4T, jamás mejorará el nivel de vida de los ciudadanos y mucho menos asegurará un futuro próspero para las futuras generaciones.
A grandes males grandes remedios, para acabar en serio con la pobreza en nuestro país, es necesario cambiar el modelo económico, pero eso no lo va a poder hacer un individuo, aunque tenga las mejores intenciones del mundo, eso no es posible. Es necesario que el pueblo, los pobres, que somos la mayoría en este país nos organicemos y cambiemos nuestra mentalidad actual, por una educación política.
Cuando el pueblo consciente luche y conquiste el poder político del país, solo entonces se trabajará en serio para combatir la pobreza. China ha dado el ejemplo al mundo de que ese sueño es posible de ser realizado.
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