Era de esperarse, y se veía venir el contagio de menores y profesores al regresar a clases presenciales, pero está claro que el regreso a las escuelas no es la causa de los contagios. A estas alturas, todos sabemos que el verdadero problema de la crisis sanitaria se debe al mal manejo de la pandemia por parte del Gobierno federal, lo que implica que a los maestros y alumnos nos mandaron a la guerra sin fusil pues, desoyendo las recomendaciones de expertos en salud pública, la administración lopezobradorista todo le apuesta a una vacunación cuyo mismo avance está severamente cuestionado.
No se necesita ser especialista en epidemiologia, basta el sentido común para entender que se tuvo que haber protegido a los niños con antelación a este regreso a clases, pero no se puede esperar otra cosa de la Federación. Es sabido públicamente que a los menores de 18 años se les está negando la vacuna, una política que ha sido calificada como negligencia criminal, ya que en medio de la tercera ola de contagios los mandan a la escuela sin ser vacunados y las consecuencias ya se están viendo con el alto número de contagios entre alumnos y maestros.
Pero falta. Ante la detección de casos de covid-19 en los Centros escolares, las autoridades están culpando a las instituciones por no acatar correctamente los protocolos sanitarios correspondientes, a pesar de los señalamientos oportunos al Gobierno federal para que tomara medidas concretas y eficientes antes de ordenar el regreso a clases presenciales.
El alza de los contagios se tenía que dar, ni para donde hacerse. Los planteles como antes de la pandemia y del Gobierno de la “Cuarta Transformación” están en condiciones deplorables y muchas prácticamente en ruinas. La infraestructura está dañada por falta de uso, mantenimiento o robos. Varias escuelas fueron desmanteladas. Luego entonces cómo poder acatar los protocolos sanitarios. Ante esta situación fue correcta la decisión que tomaron algunas autoridades escolares al suspender clases por no contar con agua potable de sus escuelas. Y no es gratuito que este regreso a las aulas sea catalogado como un intento fallido.
No podemos olvidar que desde el primer año de la actual administración federal, varios comentaristas serios dejaron en claro que no se puede esperar nada bueno del Gobierno lopezobradorista. Los hechos están demostrando esta advertencia. No solo ha ocasionado la muerte de miles de mexicanos por su pésima gestión para contener la pandemia, sino que ahora lanza irresponsablemente a los niños a las escuelas a que se contagien unos a otros, pues seguramente muchos de ellos son asistemáticos. Todo esto es una bomba de tiempo, que seguirá pagando muy caro el pueblo de México con hospitales saturados, que pueden ser de cientos de menores. Por lo que debemos unir nuestras voces para exigir alto a la política criminal del que se contagie quien se tenga que contagiar y que se muera quien se tenga que morir, que revela menosprecio a la vida ajena.
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