Los mexicanos han demostrado fortaleza ante el embate de la pandemia que aún mantiene estragos económicos y de salud, pues arrebató a sus seres queridos, los dejó sin trabajo y sumidos en la más preocupante pobreza, y no hay indicios de que la situación cambie, por el contrario, se vislumbra un sombrío futuro porque ahora el fantasma de la inflación sigue agobiando el bolsillo de millones de personas, a pesar de que México se encuentra entre las 15 economías más importantes en el mundo, y es la segunda más importante de Latinoamérica, pero, paradójicamente, el reparto de la riqueza es colosalmente injusto.
Está por demás repetir lo que los mexicanos han padecido, sufrido y sacrificado en estos cinco años de mal gobierno de la autoproclamada Cuarta Transformación. Por ello, uno se pregunta, ¿qué es lo que está haciendo el presidente Andrés Manuel López Obrador para revertir esa inusitada situación, de que cada vez hay más pobres? Porque por ningún lado se ven acciones para contrarrestar ese mal social a fin de ayudar a las familias más necesitadas, más golpeadas, que no tienen recursos, pero que tampoco se han quedado de brazos cruzados para seguir adelante.
En cinco años de gobierno, con López Obrador, es aterrador la ingente cantidad de mexicanos sumidos en la pobreza y la inadmisible desigualdad, consecuencia de esfuerzos insuficientes y políticas fallidas. Ningún escenario de prosperidad puede funcionar sin hacerse cargo de la cuestión social. Pero la frase “primero los pobres”, no pasa de ser parte de un discurso bien armado y electorero porque la realidad es que es una frase hueca que no le ha dado mejores condiciones de vida a los 45 millones de mexicanos cuyas necesidades básicas están insatisfechas.
Quintana Roo no es la excepción, pues en la entidad son 812 mil 100 personas que se encuentran en situación de pobreza, de acuerdo con el Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social, y el gobierno de Mara Lezama tiene en sus manos la oportunidad para implementar de manera urgente, pero bien planeada, acciones para que esas familias con limitaciones económicas abandonen ese estatus injusto y lacerante y por ende hay que hacer efectivo uno de los cinco ejes del Plan de Desarrollo Estatal que está enfocado en el bienestar social y la calidad de vida de los ciudadanos, a fin de contrarrestar esta situación que aqueja a miles de quintanarroenses que anhelan un cambio social.
Es del conocimiento público que la Secretaría de Bienestar, del Gobierno de México, publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), su informe en el que detalla que en la entidad existe un millón 798 mil 913 personas, de los cuales el 44.8 por ciento vive en pobreza y el 7.4 por ciento son vulnerables por ingresos, sin embargo, es de lamentar que poco más de 800 mil personas se encuentren en esta situación de pobreza, es decir, un 44.8 por ciento, divididos en pobreza moderada son el 35.3 por ciento (639 mil 700) y extrema son el 9.5 por ciento, es decir 172 mil 500 personas.
En este tenor, el Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social de las Entidades, Municipios y Demarcaciones Territoriales para el ejercicio fiscal 2023, establece que esos recursos que se destinan a los gobiernos locales para ampliar, construir, equipar, dar mantenimiento y rehabilitar obras de infraestructura social básica, está enfocado conforme a ocho rubros de gasto. Estas áreas por atender son agua potable, alcantarillado, drenaje y letrinas, electrificación, infraestructura básica del sector educativo, infraestructura básica del sector salud, mejoramiento de vivienda y urbanización.
El Gobierno del estado debe tomar especial atención a lo señalado por ese documento, que destaca que en Quintana Roo existen 10 zonas rurales de atención prioritaria y 710 en zona urbana; el grado de marginación es medio y el grado de rezago social es bajo. No obstante, los gobiernos que han pasado por nuestro Estado siempre han demostrado tener nulo interés por mejorar la calidad de vida del pueblo trabajador, y, por el contrario, todas las políticas que implementan sí han beneficiado a esta brecha de desigualdad que ha hundido en el pauperismo a los pobres cada vez más pobres, pero, los quintanarroenses confiamos que la gobernadora Mara Lezama puede lograr hacer la diferencia y se debe reflejar en los cinco ejes del Plan de Desarrollo Estatal que se ha propuesto implementar, pero que en verdad sí incluya a todos los quintanarroenses, empezando por quienes más lo necesitan.
Por último, también es necesario que, ante este negro panorama que afecta, no sólo a los antorchistas sino a todos los ciudadanos de este país, nos organicemos y luchemos sin detenernos, con el objetivo de cambiar, por la vía democrática, a los que hoy dirigen el país, pues de seguir así, las consecuencias serán muy graves. Si seguimos cada quien, por su lado, los pobres seremos polvo que fácilmente se lo llevará el viento, pero si nos organizamos, seremos una roca sólida, capaz de golpear fuertemente a la cabeza del enemigo. El Movimiento Antorchista los invita a que seamos roca y, juntos, derrotemos al enemigo que hoy nos acecha.
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