Desde que el gobierno de primero los pobres llegó a la presidencia de México, la pobreza aumentó de manera acelerada; eso quiere decir que el presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sí apostó por los pobres, pero para hundirlos más en la pobreza.
Y la pobreza se agrava aún más por la pandemia de covid-19, realidad que contrasta con las clases adineradas que se valen de los pobres para incrementar sus riquezas. Los más ricos de nuestro país, en plena pandemia, aumentaron aceleradamente sus fortunas.
De acuerdo con el artículo 36 de la Ley General de Desarrollo Social, el CONEVAL debe establecer los lineamientos y criterios para definir, identificar y medir la pobreza en México, tomando en cuenta algunos de los principales indicadores, como el acceso a la educación, a la salud, a servicios básicos de vivienda, pavimentación, luz eléctrica, agua potable y alimentación.
Según estos lineamientos y criterios para la medición de la pobreza, evaluada después del primer año del gobierno lopezobradorista, se calculan los mayores niveles de pobreza desde 2014; un total de 55.7 millones, es decir, que la pobreza aumentó el 7 por ciento más al termino del año 2018, y la pobreza extrema ha escalado hasta los 10.8 millones, un incremento del 24 por ciento comparado con el mismo periodo.
Tan solo con el hecho de eliminar recursos para obras públicas, destinados a los estados y municipios a través del ramo 23, desde ahí empezó a no cumplir los lineamientos de la medición de la pobreza, pues con ello no se podrían construir más obras y servicios para las familias más pobres de cada rincón del país.
Mientras que, por el otro lado, los que gozan sus grandes fortunas, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su informe Panorama Social de América Latina, incrementaron riqueza en un 11 por ciento. Se trata de personajes como Carlos Slim, Germán Larrea, Ricardo Salinas, Alberto Bailleres, entre otros, que se ubican en la lista de los mexicanos más ricos (Forbes), y durante la pandemia fue cuando incrementaron rápidamente sus ganancias.
Si realmente López Obrador gobernara para los más pobres, entonces podría atención en qué es lo que está pasando con el incremento de las fortunas los más ricos y con la miseria para los pobres, pero, sabemos que el Gobierno federal no está con los más necesitados, por el contrario, está al servicio de los ricos de este país.
México es uno de los países con más desigualdad social, es el segundo país con más concentración de la riqueza en un sector reducido. Esto significa que, a nivel global, se creaba un millonario cada 26 horas, mientras que el 99 por ciento de la humanidad se empobrecía y 160 millones más cayeron en pobreza; la desigualdad económica y social incrementa en al menos 21 mil personas cada día, o una cada cuatro segundos, por falta de acceso a sanidad, por estar expuestas a la violencia de género, por el hambre (Oxfam).
Al pueblo de México solo le queda hacer conciencia de que el Gobierno federal de extracción morenista, ni López Obrador, están al lado de los pobres, ya sea en el cobro de los impuestos, por ejemplo, que se comete una injusticia porque se cobra una tasa pareja a los que no ganan igual económicamente, por tanto, resulta más castigo el que gana menos que el que gana más. Lo justo, lo indispensable, es una política progresiva.
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