Cuando alguna persona quiere acceder a algún puesto de elección popular, busca ganarse la simpatía de los ciudadanos haciendo todo tipo de promesas, mostrándose más sonriente que de costumbre, posando para la cámara junto al lado de personas que representen los diferentes sectores y clases sociales, posa al lado del empresario, del deportista, del artesano, de las personas de avanzada edad, del obrero, ama de casa, niño, etc, etc, procurando que sus estrategias publicitarias en medios lleguen hasta el último rincón de la geografía que quiere conquistar, según se hable del ámbito municipal, estatal o federal. Le salen de los labios frases ya trilladas haciéndose pasar como el conocedor de los problemas de la gente, ofertándose como el más experimentado, pero gran desilusión se llevan los ciudadanos cuando una vez que llegan al puesto al que aspiraban, el papel cambia, el verdadero rostro se muestra, la verdadera personalidad del que en campaña se mostró comprensivo (queriendo alcanzar su interés personal) hoy se niega a escuchar razones, discrepancias, problemas, y mucho menos dificultades ajenos, que los humildes ciudadanos viven y padecen todos los días. Ya no son accesibles y se mantienen distantes ahora por sus equipos de seguridad personal que impiden el paso a todo aquel que lo quiera interseptar.
Una y otra vez humildes personas agobiadas por el trabajo, muchos de los cuales rodeados de una serie de carencia y necesidades en el entorno donde viven, pero también necesidades de índole personal, se ven burlados pues al acudir a las urnas van pensando que el que les hablo bonito, les ayudara a salir de la situación en la que viven, pasa el tiempo y la historia nuevamente se repite y se repite, así burlados varias veces, siguen asfixiados por la situación que vive. De esta realidad, debemos sacar algunas conclusiones que nos lleve a realizar acciones distintas, que nos permitan tener resultados diferentes. Una frase de Albert Einstein (de origen alemán, fue uno de los científicos más importantes del siglo XX), nos sirve para reforzar lo antes dicho “si buscar resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Nosotros debemos entender y aplicar esta frase a nuestra realidad, por lo mismo, nuestra suerte no puede estar anclada a un personaje que nos prometa que una vez llegado al puesto va a resolver nuestros problemas, por el contrario nosotros debemos ocuparnos de la cuestión, pero, que debemos cambiar, nuestra individualidad para ver los problemas, ya que los problemas que viven los vecinos y compañeros de trabajo son muy similares, por lo que debemos tener más confianza en la fuerza que da la unidad. Por eso la necesidad de organizarnos, por eso la necesidad de buscar resultados distintos al dado de nuestros pares, de nuestros iguales para juntos hacer un frente común que permita que las cosas cambien para bien. Los verdaderos cambios sociales que ha tenido la humanidad entera no son resultados de grandes personalidades, sino de las masas que se han atrevido a realizar cosas distintas, en nuestra actualidad no puede ser diferente.
Ante la pregunta de ¿quién se fija en las necesidades de la población? La respuesta está clara, los mismos afectados tendrán que exigir que se resuelvan. Cuando vemos con frecuencia que en las calles de Tijuana hay varios taponamientos o azolve de coladeras que hacer que las aguas negras corran por la calle con las consabidas heces fecales y la autoridad no acude presta a resolver el problema, dejando el foco de infección incluso por años, ahí debemos exigir. Cuando vemos que hay calles sin servicios básicos, ahí tenemos que unirnos y luchar, exigirle al funcionario que resuelva. No hay más, estamos llamados a cambiar nuestra realidad.
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