El pasado 01 de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró el “Quinto aniversario del triunfo histórico democrático del pueblo de México”, donde pronunció su ya conocido discurso que es lo mismo que repite todos los días y en todos los lugares en que tiene oportunidad de hacerlo.
Creo que como ciudadanos conscientes de la realidad que vivimos debemos hacerle saber al presidente lo equivocado que ha estado, todos los errores que ha cometido a lo largo de estos cinco años de su gobierno, debemos decirle qué está haciendo mal, aunque él tenga otros datos.
Desmenucemos su magistral discurso y vayamos haciendo aclaraciones. “El pacto funcionó, el pacto entre el pueblo y su gobierno se ha sellado bajo el principio de atender y respetar a todos, pero dar atención especial, privilegiar siempre la ayuda a los pobres y necesitados”, fueron algunas de sus primeras palabras. ¿De qué pacto entre el pueblo y su gobierno habla? Gracias a su Cuarta Transformación es evidente que el gobierno está más alejado del pueblo o que solamente ese gobierno se acerca al pueblo cuando necesita de su voto, tal y como lo están haciendo sus corcholatas que andan recorriendo el país simulando querer y apoyar al pueblo. Ese principio que usted menciona de atender y respetar a todos no existe, en realidad su gobierno está cerrado para toda petición popular y usted no respeta a nadie, gracias a su megalomanía México está dividido. Y el trato especial solamente lo ha recibido su familia, la delincuencia organizada y el narcotráfico.
Palabras después continúa diciendo: “no se ha aumentado el precio de las gasolinas en términos reales, ni el precio diésel ni del gas –no saben cuánto celebro que un cilindro de gas de los que más consumen los pobres, de 20 kilos, cuesta alrededor de ahora 400 pesos, eso no se veía”.
Usted podrá decir eso, pero los mexicanos que todos los días pasamos a una gasolinera a comprar gasolina para nuestro vehículo, sabemos perfectamente que la gasolina ha aumentado de precio desde que usted gobierna, por ejemplo, cuando usted tomó el poder en diciembre del 2018 la gasolina Magna costaba 18,32 pesos por litro, y hasta el día 5 de julio su precio ronda entre los 22 pesos y 23 pesos (infobae.com). Y con respecto al gas, ¿usted cree que en los 30 millones de hogares (que usted asegura que existen en México) los jefes de familia tienen el recurso económico para adquirir completamente un tanque gas de 20 kilos? ¿Usted sabe lo difícil que es para millones de mexicanos ganarse 400 pesos? Cierto, usted solo carga 200 pesos en la cartera. Usted, querido presidente, vive en una utopía.
Lo que más me generó inquietud por la manera en que lo asegura, fue lo que dijo en cuestión de lo que ganan los obreros: “En el México de hoy, como nunca había sucedido… Ahora hay obreros que hoy están ganando hasta 60 mil pesos al mes, eso está sucediendo”.
Señor presidente Andrés Manuel López Obrador, le exijo de la manera más respetuosa que demuestre qué obreros ganan 60 mil pesos al mes, o de lo contrario, su argumento quedará vacío… Si con esto se refiere a los obreros que son explotados en los distintos empleos a lo largo y ancho del país, usted está muy equivocado. Ya el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ha determinado el catálogo de clases sociales a las que puedes pertenecer dependiendo de tu ingreso mensual, y está determinado así: Clase baja: 11,343 pesos; clase media 22 mil 927 pesos; clase alta: 77, 975 pesos. Entonces, usted nos está diciendo que México está a un paso de que más de la mitad de su población forme parte de la clase alta. O dígame usted, ¿estos otros datos de dónde los sacó? ¡Vaya disparate!
Vayamos con otra parte de su gran discurso. “Luego de la pandemia, nuestra economía ha crecido en más de 3 por ciento anual (haga cuentas, su gobierno declaró mediante mandatos terminada la pandemia en México desde el 9 de mayo de este año, y lo del crecimiento del 3 por cierto solo usted lo cree); el peso es la moneda que más se ha fortalecido en el mundo con relación al dólar (eso es un total engaño, no es fortalecimiento del peso mexicano, es debilitamiento del dólar a nivel internacional)”. Y las mentiras siguen. “Estamos comprometidos a convertir en realidad el derecho a la salud. Ya está en proceso el Plan IMSS-Bienestar para garantizar, sin distingos, atención de calidad con médicos generales, enfermeras, especialistas, medicamentos, estudios e intervenciones quirúrgicas, todo de manera gratuita”, eso dijo usted de una manera tan certera, sin un gramo de vergüenza y pena, pues usted mismo se encargó de destruir el sistema de salud público desde que comenzó a gobernar, usted y todos su funcionarios se encargaron de hacer un caos con el Insabi y lo tuvieron que desaparecer porque estaba evidenciando sus fracasos como gobernante, y ahora quiere cargarle todo el peso sobre la espalda del IMSS. ¿Dónde están los hospitales que usted le aseguró al pueblo mexicano que iban a ser mejores que los de Dinamarca? ¡Vil mentiroso! Y todavía se atreve a insistir: “Antes de que termine mi mandato, el sistema de salud pública va a ser uno de los mejores del mundo. Repito, lo vuelvo a decir: ¡me canso, ganso!”. Le queda menos de un año, es imposible que materialice esa quimera, repítalo todas las veces que quiera, los graznidos de ese ganso ya suenan afónicos y ya han hartado al pueblo de México.
Entonces, señor presidente, los mexicanos que todos los días vivimos la pobreza, los mexicanos que vivimos el pésimo nivel del servicio de salud pública y que vivimos el rezago educativo, los mexicanos que todos los días somos víctimas de la delincuencia y la violencia, los mexicanos que sufrimos sus ataques desde la tribuna presidencial, nosotros los mexicanos que sí vemos la realidad frente a su discurso ilusionista, no tenemos nada que celebrar. Usted tiene todo el derecho de hacer alardes de su cuarta transformación, usted siga haciendo eventos para presumir sus otros datos, usted siga destruyendo al país, mientras el resentimiento social aumenta.
Y a estas alturas, todos los ciudadanos solamente tenemos dos opciones: les damos el país nuevamente a Morena en el 2024 o giramos la vista para buscar una mejor opción, algo distinto a todo esto que estamos viviendo. Mexicanos, observémos, analicémos y reflexionemos acerca de qué es lo mejor para todos.
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