El pasado viernes 27 de octubre, un grupo de hombres y mujeres marchó por el boulevard Cuauhtémoc de Ixtapaluca Centro, toda vez que tras tres meses de que la lluvia inundó algunas colonias del municipio, y tras haber perdido todo, el gobierno municipal morenista encabezado por Felipe Arvizu no ha ayudado a los afectados, pese a que prometió hacerlo.
Dicha lluvia no fue atípica, como lo quisieron hacer ver los medios pagados por el gobierno; tampoco se debió a que hubiera toneladas de basura, como también argumentaron. La inundación se debió a la ineptitud del gobierno morenista para prever, reaccionar y solucionar el problema a la gente afectada.
El gobierno municipal morenista no sólo debió reaccionar rápido porque hubiera gente afectada, sino porque La Coyotera, la colonia con mayores afectaciones, se encuentra en el Centro del municipio, a dos calles del Palacio de Gobierno local, y pese a ser vecinos del alcalde, fueron olvidados, despreciados y hasta humillados.
Esta movilización no es la primera que realizan los afectados: el seis de septiembre bloquearon la avenida principal exigiendo ayuda; entre otras cosas dijeron que el alcalde solamente había ido después de la lluvia a sacarse la foto y a subir y reproducir en sus redes un mensaje que decía que había ido a dar la cara. Pero que después de eso no regresó ni hizo nada.
Los resultados de esa movilización fueron que se realizaría un censo en cada domicilio para hacer una valoración de las pérdidas, el cual se hizo, pero sólo eso hicieron los funcionarios; después no pasó nada.
Por la falta de soluciones, y tres meses después, tuvieron que salir nuevamente a las calles a protestar; sin embargo, al llegar a la presidencia, lo que hallaron fueron puertas cerradas y nula respuesta del gobierno.
Es decir, indiferencia del morenismo, ineptitud e insensibilidad ante quienes perdieron todo y solicitan apoyo de quien tiene la obligación de darlo sin desembolsar un peso de sus bolsillos; le han estado pidiendo que los apoye, pero con dinero público, el de los impuestos que el gobierno municipal recolecta de cada uno de los habitantes de Ixtapaluca.
El gobierno de Arvizu, ni ninguno de Morena, está interesado en solucionar los problemas de la gente, ya no digamos urgentes, sino ningún tipo de problema que afecta a la población.
El Gobierno sigue sin ser capaz de ayudar a Guerrero, y lo peor es que no deja que otros ayuden: circulan videos donde el Ejército y la Guardia Nacional roban la ayuda humanitaria.
Pero eso sí, el partido guinda se presenta como la salvación y que está integrado por las mejores personas, pese a que la destrucción y la incompetencia los rodea.
Este ejemplo local también se puede visualizar en una escala mayor, a nivel nacional: los hechos ocurridos en Acapulco son de los más devastadores y muestran en toda su extensión la inhumanidad morenista.
En las imágenes que transmiten los medios de comunicación, vemos gente buscando a sus seres queridos en la calle, bajo los árboles y los escombros; bajo las paredes y los vehículos volcados por “Otis”.
Pero esto sólo es una parte de la desgracia, la otra parte, la más terrible es, según información publicada en la columna de Peniley Ramírez del 28 de octubre en Reforma, que desde el lunes 23 de octubre el gobierno tenía información acerca de que venía el huracán, misma que había salido de Estados Unidos; de Miami específicamente.
El anuncio fue que “Otis” estaba a 605 kilómetros de la costa de Acapulco y que la velocidad y la intensidad se incrementaban, por lo que el Gobierno de México tenía la obligación de confirmar la alerta e instrumentar un plan de contingencia. Pero no hizo nada y “Otis” llegó a tierra el martes 24 de octubre, con vientos de 205 kilómetros por hora, lo que dejó destrucción por todas partes.
Tras más de una semana de que Otis destruyera Acapulco y dejara sin agua, comida y luz a los habitantes del famoso puerto, el Gobierno sigue sin ser capaz de ayudar a los afectados y, lo peor, es que no deja que otros ayuden: en redes sociales, sobre todo en X, circulan videos donde el Ejército y la Guardia Nacional detienen camiones y roban la ayuda humanitaria que asociaciones civiles quieren hacer llegar a los afectados, pero por órdenes “de arriba” sólo la gobernadora y el Ejército pueden estar entregando los víveres recolectados.
Lo que vive el país es un desastre nacional, es destrucción, olvido e incompetencia de parte del gobierno morenista. Pero podemos caer más bajo si continúa ese partido al frente del gobierno. ¿Bastará la desgracia ajena para que el país despierte?
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