La migración es un tema que ha venido acompañando al ser humando desde sus inicios. Ya sea por el clima o los beneficios naturales, siempre fue la supervivencia el motivo de la migración. Actualmente las personas se desplazan, en el aspecto económico, en busca de trabajo o en busca de mejores oportunidades, pero también por aspectos políticos y sociales como escapar de la violencia, la inseguridad y el terrorismo que viven en sus hogares. Este es el caso de México.
A cuatro años del gobierno actual, los hechos cuentan que la realidad que aqueja a los mexicanos gracias a las políticas de Andrés Manuel es lamentable y se pronostica una perspectiva de destrucción institucional difícil de arreglar: la falta de empleo, de políticas económicas que mitiguen el alza de los precios y la carestía de la capacidad adquisitiva por parte de los trabajadores, todo esto ha permitido que se agudice la pobreza a nivel nacional y, con ello, la violencia, la inseguridad y las desapariciones cuyo desenlace son las grandes olas de paisanos que huyen de todos estos problemas, buscando mejores oportunidades al exterior del país. Pero ¿A qué se reduce todo esto? A que los mexicanos están inmersos en los juegos del hambre, luchando constantemente por la supervivencia tanto dentro como fuera del país.
El día de hoy, 12 de junio, el presidente de la República, López Obrador, se reunió primero con la vicepresidenta Kamala Harris y posteriormente con el mandatario de los EE. UU., Joe Biden como lo había prometido la ocasión en que no asistió a la Cubre de las Américas. Durante su encuentro el mandatario nacional expuso que la situación actual, primero por la pandemia y ahora la guerra en Ucrania, demanda “estrechar aún más los lazos de amistad y cooperación, actuar juntos ante los grandes desafíos que enfrentan nuestros países”. Posteriormente presentó su iniciativa para combatir la inflación provocada por el conflicto en Ucrania y la resumió en cinco puntos básicos para la “cooperación”: 1) Desde que comenzó la crisis energética, México ha destinado el 72% de su producción del del petróleo crudo a las refinerías de EE.UU., 800 mil barriles diarios, López Obrador dijo permitir, en tanto baja el precio de las gasolinas de EEUU, que los estadounidenses que viven en la frontera con México, puedan cargar sus automóviles a bajos precios. “Nos comprometemos a garantizar al doble el abasto de este combustible”; 2) puso a disposición de su Biden más de mil kilómetros de gasoductos a lo largo de la frontera sur con México para transportar gas de Texas a Nuevo México, Arizona y California con un volumen capaz de abastecer a 3 millones de personas; 3) propone suspender aranceles de los de los alimentos y otros bienes para aminorar los precios a los consumidores de ambos países, cuidando solo la salud y el medio ambiente; 4) iniciar un plan de inversión privada y pública para producir bienes que fortalezcan ambos mercados y así evitar importaciones de otros regiones o continentes. “En México seguiremos produciendo petróleo en tanto se consuma la transición energética. Se establecerá con inversionistas estadounidenses plantas de licuefacción de gas, de fertilizantes y se continuará impulsando la operación de parque solares en el norte del país, para crear energías nacionales de autoconsumo y que se puedan exportar”; 5) ordenar el flujo migratorio y permitir la llegada a estados unidos de obreros, técnicos y profesionales de las distintas disciplinas. Con visas temporales de trabajo para asegurar que no se paralice la economía por falta de mano de obra. El propósito es contar con la fuerza de trabajo que demandará el plan propuesto por Joe Biden. Es indispensable regularizar y dar servidumbre a migrantes que desde hace años trabajan honradamente y contribuyen al desarrollo de esta gran nación.
En primer lugar, he de decir que leguas se nota que, o desconoce la base del conflicto en Ucrania, o López Obrador comete el absurdo de darle la mano al principal enemigo de los pueblos independientes como los que supuestamente defiende. En segundo lugar, específicamente en la cuarta propuesta de “cooperación”, expresamente está tirando a la basura los más de 9 800 millones de pesos que se han invertido en una de sus cuatro magnas obras y por las que ha dejado a los mexicanos sin alimentación sin apoyos gubernamentales, sin salud y con un elevado costo al medio ambiente. Que, además, no será lo único que quitará, pues ya está planeando dejar a los mexicanos todavía más pobres y sin políticas que mitiguen la deficiencia económica y de salud. En tercera, es muy lamentable que le implore a su vecino del Norte les dé la posibilidad a los mexicanos, que él mismo está dejando sin oportunidades, de trabajar en su territorio porque además son la mano de obra, barata he de agregar. Finalmente, y como si no fuera ya suficiente expresa López Obrador: “Le tenemos confianza porque respeta nuestra soberanía. Estamos dispuestos en trabajar con usted por la soberanía de nuestros pueblos…¡Que viva México lindo y querido!”
Desconociendo pues su posición y la urgencia de seriedad para las condiciones deplorables en las que ha dejado al país va y le propone desvaríos sobre asuntos que ni se ha propuesto, de manera individual, a eliminar: delincuencia, narcotráfico, desapariciones, pobreza, hambre, falta de salud, aumento de emigraciones, muerte, etc., viven los mexicanos día con día. Pero si se le pide que intervenga en todos estos asuntos, como respuesta en cada mañanera miente con respecto al avance de sus obras y el combate a la delincuencia, le arrebata al pueblo obras y servicios educativos, de salud, de cultura, deporte y despilfarra recursos humanos, naturales y financieros en una obra que ya se inauguró sin que empiece a dar sus frutos.
Usted juzgue amable lector, ¿es momento para endulzarle el odio al enemigo de los pueblos? ¿A la necesidad de los mexicanos corresponden las mentiras y caprichos de un solo hombre? Yo creo que no, que ya va siendo hora de que los mexicanos, al exterior y al interior del país, unamos fuerzas y seamos autentica fuerza popular.
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