Las múltiples protestas registradas en Chilpancingo, Guerrero, son muestra de la creciente inconformidad que existe por parte de diversos sectores que no han sido atendidos por el gobierno estatal encabezado por la gobernadora morenista, Evelyn Cecia Salgado Pineda. Las protestas mantuvieron sitiados a los chilpancingueños prácticamente toda la semana y se prevé que continúen incrementándose.
Lo que en un principio fue un festejo por la llegada de la llamada Cuarta Transformación (4T), en sólo cuatro años se convirtió en desilusión y en una ola de protestas que aumenta cada día; entre los inconformes están los trabajadores de preparatorias populares, que durante dos días de protesta, marcharon del monumento a Las Banderas a la sede del Recinto Oficial del Poder Ejecutivo de Guerrero (ROPEG), en exigencia de reconocimiento laboral y bloquearon el crucero de la avenida Ruffo Figueroa y Lázaro Cárdenas.
Explicaron que buscan diálogo con el secretario de Gobierno estatal, Ludwing Marcial Rodríguez, ya que otros secretarios de estado y funcionarios de educación no se han dignado a atenderlos, ni siquiera responden las llamadas.
Trabajadores eventuales de la Secretaría de Salud se unieron a las protestas; los inconformes marcharon y cerraron las oficinas centrales de Salud en Guerrero en exigencia de proceso transparente en el otorgamiento de bases.
Los trabajadores, entre ellos médicos, enfermeras, dentistas, psicólogos, entre otros, marcharon y cerraron las oficinas centrales de la Secretaría de Salud para exigir bases federales y transparencia en el proceso de asignación; la marcha llegó al Palacio de Gobierno, donde realizaron un mitin y luego se encaminaron a la Autopista del Sol, a la altura del punto conocido como Parador del Marqués, cerrando los cuatro carriles de la vía federal.
Entre los inconformes, Cristian Miguel Santiago, químico del Hospital de Ayutla, lamentó que el Gobierno federal, a través del INSABI, entregue bases a personal de nuevo ingreso y deje a cientos de trabajadores de Guerrero sin este beneficio, a pesar de sus años de servicio. Los manifestantes fueron replegados por policías estatales con equipo antimotín.
Asimismo, por falta de respuestas por parte de autoridades estatales, maestros de bachilleratos comunitarios pertenecientes al Instituto del Bachillerato del Estado de Guerrero (IBEGro) bloquearon los carriles centrales y laterales de la Autopista del Sol para insistir en la destitución del director general, Ernesto Ávila Damián y manifestarse en contra del nuevo tabulador de sueldos.
Integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) también protestaron; cerraron el bulevar Vicente Guerrero y los cuatro carriles de la Autopista del Sol en Chilpancingo para exigir nombramientos. Integrantes de la CETEG exigieron una reunión con autoridades para tratar el tema de entrega de nombramientos.
Encabezados por su secretario general, Héctor Torres Solano realizaron las acciones de protesta tras cancelarles una reunión con autoridades en la que se plantearían diversos temas, como el pago de salarios caídos, recategorizaciones y nombramientos para los docentes que llevan años cubriendo interinatos
También protestaron estudiantes de los Centros de Actualización Magisterial (CAM) de Chilpancingo, Iguala y Acapulco afuera de la sede del Recinto Oficial del Poder del Estado de Guerrero (ROPEG) tras ser excluidos de las Becas del Bienestar; los jóvenes bloquearon la lateral del encauzamiento Alejandro Cervantes Delgado en ambos sentidos y posteriormente bloquearon la calle Recursos Hidráulicos; aseguran que fueron excluidos del programa federal “Jóvenes Escribiendo el Futuro” y del suministro de material didáctico que sí se otorga a escuelas normales.
Sin contar las innumerables cierres de calles por falta de agua potable, las protestas, que causaron severo caos vial en varios puntos de la ciudad, son muestra de la cerrazón del gobierno morenista encabezado por Evelyn Salgado Pineda, algunas movilizaciones, como la de los trabajadores de la Secretaría de Salud fueron disueltas con policías estatales antimotines, como se observa, prevaleciendo el autoritarismo, no el diálogo y oficio político necesarios para resolver las crecientes inconformidades en el estado de Guerrero, colapsado por marchas y bloqueos.
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