Desde hace más de tres años y medio hemos venido planteando ante el Gobierno del Estado la necesidad apremiante de que se atiendan y resuelvan diversas demandas de grupos urbanos y campesinos organizados en el Movimiento Antorchista, tales como vivienda, electrificaciones, aguas potables, pavimentaciones de calles, terrenos para familias precaristas en el sur de Mérida, regularización de colonias y oficialización de una escuela preparatoria en Kanasín, fertilizante, azúcar e implementos agropecuarios, apoyos para grupos de artesanos, apoyos alimenticios, por mencionar algunos.
Es de destacar que todas estas carencias son antiguas y su solución se ha ido haciendo tan imperiosa que ha empujado a los ciudadanos a acudir de manera organizada a las oficinas del Gobierno estatal en demanda de atención. La petición formal de cada uno de los asuntos arriba enumerados es añeja, lo suficiente como para impacientar al más tolerante de los mortales y solamente con mala fe podría aducirse que los antorchistas no hemos esperado lo suficiente, ya que, desde octubre de 2018, hicimos entrega por primera vez a la actual administración, un listado completo de las mismas y la situación que guardaban, y desde entonces a la fecha, se ha ignorado olímpicamente el reclamo popular.
Nuestro peregrinar por las dependencias estatales se topa con la resistencia e indiferencia de los funcionarios a resolver nuestras peticiones, aduciendo siempre falta de presupuesto y cambio en la política de la entrega de apoyos a los peticionarios, pero nosotros jamás hemos pedido que estos se entreguen a los líderes sino a los beneficiarios, hecho que tampoco ocurre; además, ahí donde personal de algunas instituciones realizan visitas de verificación de necesidades como el mejoramiento o ampliación de vivienda, se deja de lado a los antorchistas con la clara intención de desanimarlos y hacerlos desistir de su lucha.
Por otra parte, gentes que se dicen cercanas a las autoridades en turno, alardean del apoyo de funcionarios de alta responsabilidad en el Gobierno estatal y prometen soluciones inmediatas si los peticionarios abandonan las filas antorchistas, hecho que habla del juego perverso de quienes tienen la encomienda de resolver y trafican con la necesidad de la gente. Queda claro que en buena parte la negativa de las obras obedece la intención soterrada de que la falta de soluciones desprestigie y desbarate la organización de la gente humilde.
Esto no es novedad, ya que en nuestro batallar diario tratando de darle voz a quienes no la tienen, organizándolos para que hagan frente a la dura vida que llevan, nos hemos encontrado con que efectivamente existen funcionarios públicos que miran con recelo, desalientan y reprimen toda iniciativa social, todo intento de los marginados por logar hacerse escuchar y por obtener soluciones positivas a sus ancestrales carencias, sobre todo, aquella que no comulga con sus intereses o ideología política; pero esta forma de hacer y concebirla, así como la de gobernar, debe ser desterrada no sólo porque es contraria al espíritu democrático y justiciero que anima a la mayoría de los mexicanos, sino porque, incluso, más temprano que tarde, se convertirá en una amenaza para los propios hombres del poder, en el entendido que, ignorar la demanda popular no logra desaparecerla, sino acumula más inconformidad y rencores entre los desamparados.
Los antorchistas, dando muestras de voluntad política hemos esperado pacientemente la materialización de compromisos que se han hecho verbalmente por parte de funcionarios del Gobierno estatal, hemos acudido una y otra vez a las dependencias de Gobierno y a la misma sede del poder Ejecutivo en busca de soluciones y lo único que hemos encontrado es indiferencia y compromisos fáciles con la clara intención de darnos largas y no cumplir.
Por eso, el jueves 21 de abril, los antorchistas yucatecos marcharemos pacíficamente del Monumento a la Patria hasta Palacio de Gobierno, para denunciar la falta de atención y demandaremos solución a nuestras peticiones. Solicitaremos una vez más la intervención del Lic. Mauricio Vila Dosal, gobernador de Yucatán para lograr la tan ansiada solución a las justas y elementales demandas de miles de familias yucatecas, que en lo que va de su administración se han justificado de sobra, pero que hasta ahora han sido ignoradas por los demás funcionarios.
De dar respuesta positiva a las peticiones planteadas, el señor gobernador dará una prueba rotunda no sólo del espíritu democrático que lo anima sino, también, del sentido de justicia social que tanta falta hace en estos tiempos a muchos funcionarios de todos los niveles, que redundará en el bienestar de los yucatecos más pobres que necesitan de su Gobierno y dará muestras de congruencia del compromiso hecho en su Tercer Informe de Resultados, en el sentido de que este 2022, su administración atenderá con especial atención la problemática que vive más de un millón 156 mil 800 yucatecos pobres, para sacarlos de la pobreza y marginación en que viven, nosotros hacemos votos porque así sea.
Caso contrario, el antorchismo yucateco no cesará en su lucha, escalaremos nuestra denuncia a nivel regional y nacional de ser necesario, diremos a todos los mexicanos que en Yucatán crece la pobreza, que no se vive bien y que el gobierno estatal que encabeza Mauricio Vila Dosal, ignora al pueblo organizado y lo margina.
Antorchistas yucatecos, defendamos con decisión y valentía nuestro derecho a una vida digna, exigir la solución de nuestras demandas es pedir que se reoriente el gasto social que realiza el Estado, que se tomen en cuenta los sectores más agobiados por la pobreza que al final del día son quienes con sus manos callosas y deformes crean la gran riqueza social de este país. Una mejor distribución de la riqueza social es lo que el pueblo mexicano necesita y es lo que nosotros pedimos.
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