El pasado 15 de marzo, un grupo de jovencitos de la Escuela Secundaria General “Reforma Agraria” de La Negreta, Corregidora, participó en una competencia llamada “Olimpiada Estatal de Lenguaje y Comunicación” de la Zona Escolar 09, realizada en las instalaciones de la Secundaria General Quetzalcóatl del mismo municipio, obteniendo el primer lugar por segundo año consecutivo. El resultado no deja de ser importante porque muestra esfuerzo, disciplina y constancia de los niños, padres y profesores.
Pero lo que más me llamó la atención es que en esta competencia, donde se calificaron aspectos como la comprensión lectora, argumentación escrita, síntesis, elaboración de una presentación ejecutiva en PowerPoint, exposiciones de un tema en PowerPoint y debate, es decir, la discusión sobre un tema, aspectos que para desarrollarse requieren además de conocimiento y temple por parte de los niños, herramientas científicas y tecnológicas con las que desafortunadamente no cuentan.
En 2024, para la formación de profesores, sólo se tiene un presupuesto de 96 pesos al año.
Por lo tanto, con el apoyo de sus profesores, tuvieron que estudiar por su cuenta. Su escuela, con una matrícula cercana a los 400 estudiantes, carece de aulas suficientes, habiendo hasta 55 estudiantes en cada una. Su laboratorio de ciencias no cuenta siquiera con un tubo de ensayo, menos con algún microscopio o reactivos para que puedan hacer los experimentos de biología, física o química más elementales.
Tampoco cuentan con computadoras, ya que se las robaron debido a la falta de un velador durante el período de pandemia, y a pesar de que interpusieron denuncias, las autoridades no han cumplido con reponerlas. Y si no cuentan con este equipo, como podrán imaginar, menos disponen de una cancha de usos múltiples para el desarrollo de actividades deportivas y becas para sus libros y materiales escolares.
La explicación siempre ha sido la misma: "El Gobierno no tiene recursos para el mejoramiento de escuelas debido a recortes en el presupuesto destinado a la educación". Y sí, efectivamente, más aulas significan más estudiantes, más profesores y, por lo tanto, más gastos.
Mi relato es porque, en recientes declaraciones de Patricia Vázquez del Mercado, presidenta de la organización civil Mexicanos Primero, recientemente advirtió a través de los medios de comunicación algo que hemos repetido infinidad de veces: que a los gobiernos no les importa la educación de los niños y jóvenes de los distintos niveles, que no les importa el futuro de México; les importa el negocio, el poder y el dinero, aunque con ello se estén dando un tiro en el pie.
En los últimos años ha habido un aumento en el presupuesto para campañas políticas, mientras que los recursos destinados a la educación han ido a la baja. Por ejemplo, en este 2024, a pesar de que se destinó un billón 19 mil 449 millones de pesos, la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE aprobó el mayor gasto en la historia, de 10 mil 444 millones de pesos para los partidos políticos en las próximas elecciones, lo que representa un aumento del 36.3 % en comparación con el gasto de 2018, de 6 mil 788 millones de pesos, mientras que el presupuesto destinado a la educación disminuyó en un 3.36 % entre 2015 y 2024.
Este año, Morena recibirá 3 mil 159 millones de pesos, el PAN 1 mil 904 millones, el PRI 1 mil 866 millones de pesos, Movimiento Ciudadano 1 mil 017 millones, el Partido Verde 893 millones, el PRD 751 millones y el Partido del Trabajo 719 millones.
Y mientras, según datos de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación, un importante número de escuelas carece de servicios básicos como electricidad, agua potable y sanitarios.
Del presupuesto de 2023, el 82.1 % se destinó al pago de personal que ocupa las plazas, el 0.3 % a formación docente, el 0.1 % para evaluación, el 0.7 % en libros, el 5.7 % en becas, el 0.7 % en asesoría y acompañamiento, el 6.5 % en infraestructura y el 4 % en gasto corriente.
Falta más inversión para resolver necesidades de infraestructura básica, como agua, luz y sanitarios, tecnología (internet y computadoras de uso pedagógico) y formación continua de docentes, condiciones mínimas para que un estudiante pueda aprender en su escuela. Destaco de manera especial que en 2024, para la formación de profesores, sólo se tiene un presupuesto de 96 pesos al año.
Y como para la educación pública nunca va a haber dinero, a los estudiantes no les queda más alternativa que buscarlo, con el apoyo de los profesores, padres de familia y de todos los mexicanos preocupados por una patria más justa y más democrática.
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