Los habitantes de Morelos ya llevamos más de cuatro años con un gobierno que no escucha, que no ve, que le vale la ingobernabilidad que existe en el estado. La inseguridad y la crisis económica son los problemas más graves que enfrentamos porque van en aumento, no hay obras públicas, no hay empleo, no mejoran los salarios, el campo está abandonado a su suerte, mientras que en palacio de gobierno parece que todo es normal y cotidiano, pero en la calle la gente no tiene para comer y, encima de ello, debe afrontar riesgos cada vez son mayores por la violencia desatada.
Hemos mencionado, en múltiples ocasiones, que vivimos un rezago en obra pública de cuando menos 10 años, y se ha agudizado con el gobierno actual. Las carreteras se encuentran en deterioro, las avenidas principales de diversos municipios están en mal estado, las calles principales llenas de baches, en la capital del estado, la ciudad de Cuernavaca, por ejemplo; el mal estado de las avenidas alcanza el 70 por ciento; y año con año se niegan obras y servicios para las comunidades más marginadas que no cuentan con los servicios básicos.
El presupuesto del campo es una miseria, el campo en Morelos no tiene respaldo gubernamental, se siguen cancelando los programas para los campesinos y productores, muchos campesinos han perdido sus parcelas y han optado por otras actividades o han migrado. La clase política que nos gobierna sólo está enfocada en impulsar programas con miras para captar votos para las elecciones de 2024, pero sin apoyo para fertilizantes, cuando este apoyo se justifica, hoy más que nunca, porque los precios de este insumo se han incrementado en más del 100 por ciento y sigue afectando la producción agrícola que lo cual afectará los costos y reducirá la producción de productos primarios y de primera necesidad
En educación, existen aún planteles educativos del nivel básico y medio superior que carecen de los servicios públicos para recibir clases en condiciones elementales, porque las acciones de reparación y construcción de escuelas simplemente no se ejecutan por parte de la Secretaría de Educación de Morelos, la cual sigue dejando crecer las carencias en los salones de escuelas primarias, secundarias preparatorias y otros niveles, a muchas escuelas les falta agua potable, higiene y energía eléctrica, drenaje, además no debemos olvidad como el gobierno de Morena canceló de manera arbitraria el programa federal de Escuelas de Tiempo Completo, mismo que en la entidad beneficiaba a 595 escuelas, 3115 docentes y 88 mil estudiantes.
Existe en Morelos deserción escolar y el rezago educativo va en aumento, sin que el gobierno aplique alguna política seria para combatir el problema; no hay programas ni apoyos, aunado a ello se niega la obtención de claves de centros de trabajo y apoyos para escuelas de nivel medio superior que están plenamente justificadas en varios municipios como la construcción de la preparatoria “Ejercito Libertador del Sur”, en Emiliano Zapata; y del CEBETa de Huitzililla, en el municipio de Ayala, escuelas con más de 400 alumnos que no tienen aulas, los maestros no reciben ningún apoyo económico gubernamental, salvo lo que aportan los padres de familia para garantizar la educación de sus hijos.
En relación con la inseguridad, todos la vivimos a nuestro alrededor, más del 80 por ciento de la población considera este problema como el más importante que aqueja a los morelenses; los homicidios dolosos, robos y extorsiones, la muerte de activistas y de feminicidios es una realidad terrible. La impunidad en el estado se agudiza, no hay justicia ni se atacan las raíces profundas de la delincuencia invirtiendo en las verdaderas necesidades de los morelenses.
De acuerdo con los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en los últimos años sigue en aumento el número de pobres en el estado, hoy existen más de un millón de morelenses en condiciones de pobreza. Esto se nota también por el incremento del comercio ambulante porque no hay empleos, los salarios son muy bajos, así como el cierre de negocios producto de la pandemia y la crisis económica. Y para esto tampoco existe ningún programa de gobierno para el rescate de negocios, fomento al empleo y apoyo a las familias desamparadas. No se ve por ningún lado la política que quiera combatir el problema de pobreza en nuestro estado.
En este contexto, los antorchistas hemos planteado las problemáticas sociales a través de diversos pliegos petitorios, oficios y peticiones desde que inició esta administración, sin embargó lo que hemos encontrado es una falta de sensibilidad y voluntad para atender y sobre todo de resolver las necesidades.
Al inicio de este año volvimos a tocar las puertas del gobierno encabezado por Cuauhtémoc Blanco Bravo, a través de su estructura gubernamental; dirección de Gobierno del estado, acudimos a todas las secretarias y dependencias para solicitar a cada una de las demandas por escrito, en últimas fechas fuimos atendido por el subsecretario de Gobierno del estado, Samuel Sotelo, quien muy amablemente nos recibió en una sola ocasión y se comprometió a darle puntual seguimiento a nuestro pliego de demandas, así como mantener las puertas de diálogo y entendimiento con nuestra organización en este estado.
Sin embargo, el pasado jueves 25 de junio acudimos a su oficina a cumplir una reunión formal agendada por ellos, para revisar la prioridades del pliego, pero simplemente envió a su secretaria y al director de gobierno para decirnos, de manera grosera y pedante, que no había posibilidades de atender nuestro pliego petitorio, que se planteaban cosas que no eran posible de solucionar, que las demandas como construcción de escuelas, agua potable, construcción de drenajes, electrificaciones, fertilizante para los campesinos, no eran posibles porque no están dentro de la facultad del gobernador resolver, respuesta que no nos pareció ni en la forma ni el contenido el cual es evidente. Negativa y más negativa, del Gobierno de Morelos, ante las necesidades de las comunidades.
Por lo tanto, ha llegado la hora de que los antorchistas de Morelos, en próximos días, pongamos en práctica el uso de nuestros derechos constitucionales como la manifestación y difusión de nuestras ideas, en todo el estado, para protestar de manera pacífica pero a la vez enérgica contra la política de oídos sordos, de un gobierno insensible y con falta de voluntad política para resolver los problemas de sus habitantes, anunciamos públicamente la acciones que emprenderemos, nos prepararemos para una próxima movilización el 21 de junio por las avenidas principales de la capital, de manera que al gobierno de Morelos no se le olvide que las cosas están mal en todo el estado y las problemáticas requieren ser atendidas.
Invitamos al pueblo de Morelos a que se sume y solidarice con las causas de los más desprotegidos de esta patria, alcemos hoy la voz y exijamos lo que por derecho nos corresponde.
Exigimos diálogo serio y resolutivo.
Todos a la marcha el 21 de junio 2023.
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