La volcadura de un tráiler que transportaba migrantes en Chiapa de Corzo, Chiapas, y que dejó un saldo de 55 muertos y más de 100 heridos, provocó una de las peores tragedias de este tipo en la historia del país; pero además volvió a poner en el ojo del huracán a los gobiernos de las entidades sureñas y a las autoridades federales que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Esto es así porque detrás del fatal suceso hay corrupción y solapamiento a muy altos niveles de gobierno y de las autoridades migratorias, pues solo así se explica que a los grandes traficantes se les permita hacer un macronegocio con miles de seres humanos quienes, movidos por la extrema pobreza que viven en sus lugares de origen, se aventuran a ir en busca del llamado “sueño americano”, búsqueda en la que durante semanas y meses realmente juegan a “la ruleta rusa”.
El jueves nueve de diciembre, un camión con más de 160 migrantes hacinados, sin suficiente oxígeno, conducido a exceso de velocidad, perdió el control en Chiapa de Corzo y dejó a estas personas sin la posibilidad de avanzar siquiera una parte mínima de su camino hacia el norte de México, cuyo final trágico evidenció una vez más la crisis económica que viven nuestros vecinos de Centroamérica, crisis que ha dejado con pocas oportunidades de sobrevivencia a muchos de sus habitantes.
La migración se ha vuelto una necesidad para miles de seres humanos y un negocio redondo de los grandes “polleros” y traficantes, quienes indudablemente tienen acuerdos con políticos y gente de poder que les permiten evadir los puntos de revisión del sistema migratorio mexicano. Ya se sabe con precisión que el camión accidentado había pasado por dos puntos migratorios donde, curiosamente, a nadie se le ocurrió abrir una puerta para ver el contenido de su carga ¿Hubo algo anormal u oculto en ello? Quienes tienen las respuestas son también quienes las ocultan.
El portal de noticias BBC NEWS MUNDO difundió detalles, algunos muy desgarradores, de lo sucedido, incluso algunos reporteros ahí presentes escucharon que hubo amenazas para evitar que muchos aspectos salieran a la luz pública; y que el “silencio” impuesto a los medios de prensa en Chiapas fue comprado por el morenista gobierno local y por órdenes directas de “ya saben quién”. Pero www.bbc.com recoge la voz de Rodolfo Carillo, un habitante de ese municipio: “Escuché el impacto, vinimos corriendo y nos topamos con esa escena espantosa. De pedazos de personas, mujeres gritando, niños… muy cruel, muy triste. Jamás vi nada parecido”; “había muchos heridos y ahí los sacábamos nosotros, entre chorros de sangre. Unos con piernas quebradas, otros con los brazos rotos…”.
Los migrantes que se subieron al “tráiler de la muerte”, la mayoría guatemaltecos, saben que, en sus pueblos y comunidades, no tienen opciones de un empleo y una mejor vida; y que para hallarlos tienen que partir a otras tierras. El testimonio de Emerson Morales, una de las víctimas del accidente, sin duda estremecerá a nuestros lectores: “Cuando me levanté había gente tirada por todos lados, gritando. Vi personas partidas, destrozadas, vi a uno con el brazo del otro lado. Yo tengo golpes, pero estoy bien”.
Pero hay otras decenas de testimonios –la mayoría de residentes del área donde ocurrió la tragedia y quienes pidieron el anonimato– que aseguran que muchos migrantes heridos huyeron hacia la maleza; que los elementos de la Guardia Nacional, como bestias del Apocalipsis, persiguieron y golpearon a quienes se ocultaban; lo mismo hicieron con los que pidieron auxilio y recibieron atención médica en algunos hogares, a quienes incluso arrastraron para llevárselos a la “migra” mexicana.
Todo esto, sin embargo, se ha ocultado por las autoridades migratorias y gubernamentales, así como por los medios, con excepción de la BBC NEWS MUNDO. Existe la versión de que el número de muertos es superior al difundido.
Algunos países de Centroamérica, Sudamérica han declarado que se creará un grupo de acción inmediata contra las redes de traficantes de personas que operan en el continente; según ellos, los únicos responsables del accidente, pero no reconocen que la migración descontrolada es el resultado de la extrema pobreza, la marginación y la falta de oportunidades. El culpable es el atraso de los países centroamericanos, donde los principales responsables son los gobernantes de esas naciones, porque niegan los mínimos elementos de bienestar a sus ciudadanos. Por el momento, querido lector, es todo.
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