Hace unos días le pregunté a un habitante de Tláhuac porqué en esta alcaldía en donde se veía el descontento hacia el partido en el poder (Morena) por la tragedia ocurrida el pasado 3 de mayo en la Línea 12 del metro que trajo como víctimas mortales a 26 personas, donde fallecieron por el descuido y el desinterés de las autoridades del gobierno capitalino hacia las obras que le sirven al pueblo pobre, aquí ganó nuevamente este partido.
Es curioso, me dijo, porque este descontento y coraje existen; sin embargo, se sigue invitando el voto para Morena. Por ejemplo, mis abuelos me pidieron encarecidamente que votara por este partido porque recibían de él un pequeño apoyo económico.
Ahí está el detalle, López Obrador, desde su llegada al poder ha hecho de los programas sociales una mercancía para comprar conciencias, y a los beneficiarios de éstos los ha vuelto el voto duro para su partido, a pesar de todas las malas decisiones en perjuicio precisamente de los más pobres del país, porque hoy, gracias a Morena hemos perdido millones de empleos formales, la economía está por los suelos, hay miles de muertos por la pandemia mal atendida de covid-19, no hay suficientes medicamentos para tratar enfermedades graves como el cáncer, en fin, una serie de daños hacia pueblo pobre, que en nada se parecen a los discursos huecos que pronunciaba el señor López en campaña política, en la que prometía que primero estarían los pobres de llegar al poder y hoy que materializó su deseo ya vimos para qué están esos pobres primero, para ser dañados.
Sin embargo, a pesar de no haber obra pública con López Obrador, a pesar de que ya no se construye vivienda, por ejemplo, de que miles de colonias en distintos estados de la República carecen de servicios básicos, como agua potable, luz eléctrica, drenaje, etc., el voto siguió siendo para el partido en el poder en los pasados comicios.
Esto es sumamente aberrante, puesto que a muchos mexicanos les está ganando la avaricia, y se conforman con migajas que les entregan como apoyos, pero que, en realidad, es su pago para traicionar su conciencia y venderse al mejor postor.
Vergüenza debería de darles a todas estas personas, y en primer lugar al presidente de la República, por estar convirtiendo los recursos públicos en dádivas para comprar votos, y seguro que esta práctica se agudizará por las elecciones venideras en 2024, en donde se juega la presidencia de la república.
Es increíble, y muy necesario que todos los mexicanos hagamos como dijo el maestro Aquiles Córdova en su más reciente mensaje a la nación, un análisis profundo de conciencia, para darnos cuenta si a los candidatos políticos a los que les brindamos nuestro voto son los idóneos para sacar a México del abismo en el que ha sido sumido por el partido en el poder, y que está plagado de males que lo afectan como la pobreza desbordada, que tienen sumida en sus garras a más de cien millones de mexicanos que no saben qué comerán sus hijos el día de mañana.
En la propia Ciudad de México, la oposición ganó nueve de las 16 alcaldías y está en disputa una por empate técnico, sin embargo Tláhuac es un tema a analizar porque a pesar de la tragedia en la línea 12, aquí el voto fue para los mismos verdugos; las demás alcaldías vencidas por la oposición era de esperarse, porque si estábamos mal con anteriores gobiernos, con morena en el poder esto se ha ido al caño, porque no hay servicios, no hay agua , no hay seguridad, los recursos públicos se los gustan en pitos y flautas y se olvidan de los problemas que aquejan a la ciudad, no hay mantenimiento a la línea de trasporte masivo más importante del Valle de México, en el que a diario se transportan casi cinco millones de usuarios y que se ha convertido en un riesgo latente para todos ellos, en el que corren el grave peligro de perder la vida.
En fin, todos los males habidos y por haber están aquí en la ciudad, por eso el voto de castigo hacia morena en las urnas fue contundente, perdiendo en la ciudad su principal bastión y dejando a la jefa de gobierno derrotada por su servilismo hacia el presidente, porque no ha sido capaz de tomar las riendas de la capital, sino que se mueve al compás de lo que le dicte y mande López Obrador.
En verdad, con estos resultados en los pasados comicios se vislumbra un futuro nada prometedor y verdaderamente preocupante. No sabemos a dónde vamos a ir a parar como país y más estando tan divididos.
Ojalá que los que votan a favor de sus propios verdugos analicen, aunque sea por un momento que país le están dejando a las generaciones venideras, y analicen bien sus decisiones a tomar, porque están siendo cómplices de la debacle de México.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario