Ahora que los medios de comunicación, llámese televisión, periódicos o las redes sociales de Twitter, Facebook, Instagram, que llevan y traen las noticias a la velocidad del trueno, la sociedad en general con un celular inteligente puede enterarse al momento de los hechos de todo cuanto sucede al otro lado del mundo, siempre y cuando no contravenga los intereses del sistema económico del gobierno capitalista.
Tenemos, por ejemplo, las guerras del oriente medio que han sido verdaderas masacres para poder invadirlos y saquear sus recursos naturales con el pretexto siempre de instaurar la tan llevada y traída democracia o acabar con el terrorismo. Ahí tenemos un ejemplo: la intervención militar de Irak que duró algo más de un mes y derrotó a las fuerzas iraquíes. Sadam Hussein fue derrocado a favor de la Autoridad Provisional de la Coalición y, meses más tarde, capturado por los militares estadounidenses, hasta que fue juzgado y ejecutado.
Washington intentó conducir al país hacia la democracia, pero el vacío de poder desató una ola de violencia entre suníes y chiíes. La guerra de Irak entre 2003 y 2011, cuando terminó la ocupación, causó miles de muertos, y dejó una crisis económica, política y social, además de una guerra civil. La agresión de Washington y sus aliados recibió el rechazo de la mayoría de los estados que lo consideraron una violación del derecho internacional. (elordenmundial.com, por David Gómez, 20 de marzo del 2003). Y la ambición continúa en otro frente, veamos.
Como observamos, no solo basta informar, tampoco informar al momento de los hechos, si no que se informa, las más de las veces en el interés de los del dinero quienes deciden lo que se tiene que comunicar en los diferentes medios para así posicionar en la opinión pública sus intereses, para que se difundan y justifique en este caso, una invasión territorial. Tal es el caso político de la guerra Ucrania y Rusia, una crisis estéril para el pueblo ucraniano que es promovido por la ambición unipolar del imperio económico de Estados Unidos (EE. UU.), vía la OTAN, donde la elite gobernante de Ucrania corresponde fielmente a los intereses del imperialismo poniendo los muertos que son los hijos del pueblo pobre, de la clase trabajadora del país que, no es su guerra, ya que no luchan por su patria o por mejorar sus intereses de clase.
Una crisis económica severa pesa ya sobre las espaldas del pueblo pobre de México como una consecuencia de las guerras y mucho más se espera venir a decir de los economistas; ya tenemos una escalada de precios en todos los productos de primera necesidad, como la tortilla que a aumentado hasta un 14. 57 por ciento como un ejemplo en particular y una inflación general en el país del 7.88 por ciento en lo que va de este año 2022, hasta junio 23, según datos de la página Méxicocomovamos.mx
Son pues alarmantes los datos que reportan los diferentes medios, ante la ola de violencia que se vive en el estado, 496 homicidios dolosos, en lo que va del año y se han reportado 414 personas desaparecidas. (diariode.colima.com 15 de julio 2022).
Es una tarea difícil remediar este mal mientras no se atiendan la pobreza que es la raíz de los muchos problemas sociales que se vive; es el modelo económico capitalista que es una fábrica de indigentes por los míseros salarios que reciben a los trabajadores; que está hecho para que estos fenómenos se multipliquen y se arraiguen en la sociedad. No atender las demandas de pueblo pobre, es como obligarlos a delinquir para satisfacer sus carencias.
Ahí están los solicitantes de lotes para la vivienda de Tecomán; que ya llevan más de un año tocando puertas de las diferentes oficinas, estatal y municipal para que sean atendidas sus demandas y ni los ven ni los oyen. En esta semana esperan todavía pacientemente la respuesta del presidente municipal, Elías Lozano para conocer el resultado de su gestión ante la gobernadora, Indira Vizcaíno. El alza de precios de la canasta básica más el pago mensual de la renta que no tiene fin, está llegando al borde de la desesperación, esperemos, pues, una respuesta favorable.
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