Me dicen mis compañeros de la Comisión Nacional de Publicaciones del Movimiento Antorchista, que es encabezada por el distinguido Ingeniero Homero Aguirre Enríquez, que ellos creen que Amílcar Salazar no es un seudónimo para esconder graves transgresiones a la ética periodística utilizadas para denigrar a los indígenas pobres de Huitzilan de Serdán y embestir políticamente al Movimiento Antorchista Nacional. Hago del conocimiento de mis posibles lectores esta opinión porque en mi entrega pasada ponía en duda la existencia de tal sujeto ya que me parecía difícil creer que hubiera alguien que bajo el pomposo título de "periodismo de investigación" afirmara que Huitzilan de Serdán, población de la abrupta sierra nororiental de Puebla, se encuentra "dentro de un gran valle", asegurando en el mismo texto que había realizado "un recorrido por la zona". Tan descarada y descuidada contradicción y, por tanto, mentira cínica, me hizo pensar que se trataba simplemente de un seudónimo para tirar la piedra y esconder la mano y, si ahora comparto la opinión de quienes integran la importante oficina de prensa del Movimiento Antorchista es porque, junto con su amable aclaración, me hacen saber también que, mediante un correo electrónico, Amílcar Salazar solicitó la opinión de la organización, que esa opinión se le brindó oportunamente con fecha 16 de noviembre firmada por el compañero Aquiles Montaño Brito, Jefe de Prensa de la organización en Puebla y, sobre todo -y aquí está lo fundamental del trabajo de hoy- que el señor ignoró completamente nuestra la versión.
Veamos lo que pidió Amílcar Salazar. "Estimados señores: Por este conducto nos permitimos solicitar una VERSIóN del Movimiento Antorchista que pueda complementar un reportaje relacionado con niños y adultos campesinos que suben a los trenes del Metro para distribuir volantes, y quienes nos han dicho ser originarios de la población de Huitzilan de Serdán, Puebla, sede gobernada por Antorcha desde 1984. De acuerdo con la investigación de este diario, "La organización política Antorcha Campesina es responsable histórica de imponer la costumbre que tienen adultos y niños indígenas de la sierra norte poblana, de distribuir volantes y solicitar apoyo económico en los vagones del Metro". Sustentamos parte de la investigación en el siguiente estudio, contenido en la página web http://soysmp.mx/, donde se desprende que 14 representantes comunitarios de Huitzilan acusan a Antorcha de ser responsable de imponer en sus pueblos no sólo la costumbre de "ir a México a pedir" ("La Colecta"), sino de toda una metodología para distribuir volantes de apoyo". Agradeceríamos encarecidamente que pudieran respondernos lo más pronto posible, a fin de verificar dicha información con ustedes. Les comento que hemos marcado el teléfono (01 55) 57 09 75 82 contenido en su página web, pero no hemos tenido suerte. Por su atención, mil gracias. Amílcar Salazar. Colaborador periodístico, adscrito a la Unidad de Periodismo de Investigación de El Universal". Ahí está, por extenso, todo lo que dijo en su solicitud Amílcar Salazar, hasta su queja de que no le contestaban el teléfono (omití solamente su correo electrónico y su teléfono celular porque no los considero relevantes para el tema que me ocupa).
Veamos ahora la respuesta del compañero Aquiles Montaño Brito. "Información solicitada sobre el Movimiento Antorchista. 16 de noviembre de 2015. El Movimiento Antorchista es una organización independiente políticamente. Esta absoluta libertad política para realizar nuestro trabajo de organización, educación y lucha por los derechos de cientos de miles de mexicanos que militan en nuestras filas implica, necesariamente, independencia económica total. Por ello, Antorcha se ha visto en la necesidad de crear una estructura financiera capaz de sufragar sus actividades políticas, culturales y deportivas. Dicha estructura está conformada por algunos negocios modestos legalmente establecidos y actividades económicas igualmente legales como la colecta pública, realizada por los activistas de la organización y en la que apelamos al espíritu de solidaridad de los mexicanos. En esta dura labor de recolección de recursos para el sustento de nuestras actividades, en ocasiones, los activistas somos ayudados por gente consciente de las colonias y pueblos, que ha entendido que la lucha que emprende Antorcha por sus derechos implica, como condición sine qua non, recursos económicos. Pero, queremos remarcar, que todas y cada una de las actividades económicas de Antorcha son encabezadas y realizadas en un 99.9 por ciento por los propios activistas de la organización. &8203;En el fragmento de la investigación de El Universal, que nos hizo llegar el reportero que la realiza, se afirma que Antorcha es la responsable histórica de que algunos pobladores de Huitzilan de Serdán vayan al DF a pedir dinero. &8203;Negamos categóricamente que eso sea cierto. Porque la afirmación no se sustenta por ningún lado. Y porque los huitziltecos que piden dinero en la Ciudad de México no son sino parte, y muy pequeña por cierto, de un grupo muy numeroso de personas de todo el país que ha encontrado en esa actividad una forma de paliar la pobreza en la que vive. ¿Quién es el responsable histórico de que la gente vaya al CDMX a pedir dinero y que haga de eso, prácticamente, una profesión? En primer lugar, la humillante y férrea pobreza, que obliga a muchos mexicanos a buscarse la forma de obtener recursos para satisfacer la necesidad más elemental de un ser humano: comer. ¿Y quién es el culpable de la pobreza que lacera al 50 por ciento de la población según las cifras oficiales? ¿Quién es el responsable de que en el país existan, como lo ha dicho El Universal, 22 millones de mexicanos que padecen hambre crónica? Todo mundo sabe que el salario mínimo en México es una vacilada y que el 85 por ciento de la Población Económicamente Activa gana no más de 3 salarios mínimos. Toda esa gente, todas esas familias, son obligadas por empresas y gobierno a vivir en un mundo caro con un salario miserable. En México el salario no alcanza para vivir dignamente; y eso lo dicen los organismos internacionales especializados. Vistas así las cosas, el "responsable histórico" de que haya gente que se dedique a pedir dinero en las calles y dispuesta a sufrir la humillación que eso implica, no sólo de la Ciudad de México, sino en las calles de todo el país, no puede ser Antorcha. Es un absurdo completo, lo diga quien lo diga. &8203;En Huitzilan de Serdán, donde efectivamente gobierna Antorcha, estamos luchando todos los días para sacar al pueblo de la miseria que había sentado sus reales cuando llegó Antorcha. Ahora Huitzilan tiene escuelas, desde ludoteca hasta estudios superiores, hospital, unidades deportivas, casas de cultura y se implementan proyectos productivos para que la gente pueda mejorar su calidad de vida. Atentamente, Aquiles Montaño Brito Responsable de prensa del Movimiento Antorchista en Puebla".
Si se revisa con cuidado el escrito de Amílcar Salazar publicado por el diario El Universal el 21 de noviembre pasado, se verá que no se refirió ni de pasada, ni por equivocación a las opiniones de Aquiles Montaño ni de ninguno de los miembros del Movimiento Antorchista, ni en Huitzilan ni en Puebla ni en ninguna parte. Tampoco dijo que se le respondió su solicitud, ni dijo que se le respondió oportunamente. Silenció todo, absolutamente todo. Cualquier estudiante de periodismo, sin que sea un profesional todavía, sabe que una norma básica, fundamental, de la labor informativa de la que tanto se enorgullece el buen periodismo, consiste en aportar los elementos, las bases fácticas para que el respetable lector forme su criterio y tome sus decisiones. Más aún, en todos los regímenes que presumen de democráticos existe y se practica el derecho ciudadano a ser escuchado y ser vencido en juicio antes de ser sentenciado por la comisión de un delito. En el caso que nos ocupa, nada de esto se cumplió. Salazar solicitó la opinión sólo para usar el argumento de que la había pedido pero no la tomó en cuenta, no era su intención tomarla en cuenta porque el enfoque del texto ya estaba decidido de antemano y nada cambió con la respuesta de los antorchistas. Amordazada, Antorcha Campesina fue sentenciada y castigada al desprestigio público, el tiro ya estaba decidido.
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