Este 30 de octubre de 2023, dejó de latir el gran corazón de nuestro querido compañero Leopoldo Pérez Díaz “Don Polo”, como cariñosamente le decíamos. Su vida de trabajo, esfuerzo y búsqueda diaria de una vida mejor, no sólo para su familia, sino para el pueblo trabajador, su gran familia, se apagó ante la presencia y agravamiento de males que fueron minando su salud.
Su gran corazón, no es una frase retórica, es lo que permitió a Don Polo, durante su vida, ser un hombre bueno, generoso, desprendido, lleno de vitalidad y un gran amor por sus semejantes, mismo que lo llevó a formar con su compañera doña Maribel González, -a pesar de su edad y condición de jefes de familia, con tres hijos mayores- una pareja de luchadores sociales.
En el año 2013, se incorporaron al grupo de Antorcha Popular, de la colonia Corregidora, de la capital del estado de Tamaulipas, su trabajo, entusiasmo y liderazgo, los llevó pronto a formar parte del “pleno antorchista” de la colonia, asumiendo la dirección de la lucha y las tareas de estudiar, prepararse, y construir la estructura de la organización.
Llegando ambos (siempre juntos) -apoyando Don Polo, con gran abnegación y entrega a su compañera- a formar parte del pleno municipal, que agrupa a los líderes o representantes de los plenos de las colonias organizadas del municipio. Reuniéndose semanalmente a analizar los problemas y encabezar la lucha municipal por su solución. Intensificar su preparación y analizar y en su caso apoyar a otros trabajadores, colonias y/o ejidos que sufran la injusticia o atropello de caciques y de autoridades.
No sólo dirigen la lucha municipal, su entusiasmo los llevó a participar en las actividades culturales, se integran al coro municipal, el cual se presenta en los distintos eventos culturales en el municipio y destacan con su participación en la Espartaqueada Cultural, asistiendo a Tecomatlán en varias ocasiones, representando al estado.
En una muestra de gran responsabilidad, compromiso y congruencia con su decir y su hacer, se convierten en activistas de la organización, responsabilizándose de la atención de otros grupos de las colonias, a quienes reúnen con periodicidad, dirigen y llevan a la lucha, logrando avanzar en sus demandas, pero sobre todo en su compromiso de convertirse en antorchistas de toda la vida, con la finalidad u objetivo de lograr llevar al pueblo trabajador a gobernar nuestro país. Ellos siguen avanzando en su compromiso para con la organización.
Y es aquí donde el matrimonio de Don Polo y doña Maribel, la pareja que forman estos dos luchadores sociales, se convierte en un ejemplo de todos nosotros, mismo que debemos conocer, valorar y seguir sus pasos, sobre todo ahora que nuestra patria enfrenta la decadencia de la política, como ciencia y como actividad práctica, trivializándose la participación política del pueblo trabajador, confundiéndola o convirtiéndola, mejor dicho, degradándola, a un “modos vivendi”, dependiente de un pago o un beneficio.
Y esto se da, desde el más modesto mexicano, que falto de educación política, cree o piensa que eso es la política, hasta el más alto funcionario, con formación académica o no, encumbrado por su falta de congruencia en su actuar, debido también a su falta de educación política, pero en su caso, producto de su interés de clase, de encumbrarse sin importarle los medios. Cosa que se ha puesto de moda y que retrata o muestra la decadencia de la clase en el poder: la burguesía. Y la necesidad de que la clase obrera (el proletariado) la sustituya, asumiendo su tarea.
Si el pueblo trabajador, en este caso, Don Polo y doña Maribel, como producto de su participación en la lucha por mejorar las condiciones de su colonia y que esto los haya llevado a luchar por lograr un México más equitativo, más justo, y por tanto, a participar en política, en una organización revolucionaria como lo es el Movimiento Antorchista.
Organización preocupada por: primero educar, enseñar a través de la participación en esta lucha; segundo, ahí mismo y a la par, entender la necesidad del estudio de las leyes que rigen el desarrollo social, político y económico de la sociedad; y en tercer lugar, y producto de todo ello, asumir la preocupación por ir creando el andamiaje, la estructura de una organización, un partido, que dirija y se eche acuestas estas tareas -sin pretensiones económicas particulares- lo cual le permitirá estar listo en el momento necesario. Si esto los lleva a comprometerse como ellos lo han hecho: son un ejemplo a seguir.
Compañeros antorchistas del estado de Tamaulipas: de Nuevo Laredo a Tampico, de Soto la Marina a Miquihuana, el mejor homenaje al hombre honrado y generoso, al compañero Leopoldo Pérez Díaz, es siguiendo su ejemplo de abnegación, entrega y fidelidad a la causa del pueblo trabajador, al antorchismo y su trabajo por años en la consolidación del partido, que nos ha mostrado el camino a seguir. Luchar, educarse y organizarse. Organizarse, educar, y luchar con el pueblo trabajador por un México nuevo.
Rodeado de flores, niños y cánticos, sus compañeros antorchistas, su familia y pueblo tamaulipeco que nos acompañó, coreando las consignas que en vida lo distinguieron como uno de los abnegados luchadores antorchistas: “somos un solo hombre, somos un solo ideal, adelante Don Polo hasta triunfar”; “aquí, allá, Antorcha triunfará”, “se ve se siente Don Polo está presente”, y entonando las estrofas del himno de antorcha campesina, despedimos al compañero: Leopoldo Pérez Díaz. Don Polo, su nombre de combate entre los antorchistas.
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