He decidido dedicar estas líneas a exponer de nueva cuenta el grave estancamiento y abandono en que se encuentra la solución a modestísimas peticiones de varias familias antorchistas en colonias y comunidades del mineral de Fresnillo. Por principio quiero aclarar que la palabra "modestísimas" no está escogida para impactar al lector o para esconder exigencias desproporcionadas e injustificadas. Nada de eso, en este caso corresponde exactamente a la realidad, juzgue usted:
Varias familias de la colonia La Fe y Alianza Ciudadana tienen más de seis años solicitando agua potable en sus domicilios, pero están condenadas a seguir comprando el líquido en pipas particulares porque no tienen derecho a que el Sistema de Agua Potable les brinde el apoyo sin costo, debido a que no tienen contrato y por ende no se les puede brindar el servicio.
Las damas del DIF municipal e siguen quejando de que el Gobierno del estado les recortó las despensas, y ese es el argumento para negar apoyo, como si las familias antorchistas fueran de otro municipio.
Por otra parte, más de 25 familias de la localidad Santiaguillo no cuentan con energía eléctrica y tienen prácticamente 2 trienios solicitando dicha obra, pero hasta el día de hoy no existe poder humano para convencer a las autoridades y ya resolver esta demanda.
Pero también son más de 600 solicitudes de apoyo para el mejoramiento de vivienda las que siguen durmiendo el sueño de los justos en algún cajón en la oficina de la síndico municipal, quien fue nombrada interlocutora con el Movimiento Antorchista, sin embargo, es la hora que no se ve por ningún lado que se quiera resolver.
Hasta el momento, las damas del sistema DIF Municipal se siguen quejando de que el Gobierno del estado les recortó la cantidad de despensas, y ese es el argumento para negar apoyo, como si las familias antorchistas fueran de otro municipio o no pagaran impuestos; aquí también el trato es discriminatorio a todas luces, pues en cinco años y medio ni una sola despensa se entrega a las compañeras.
También se acordó un apoyo económico para cuatro maestros que imparten clases en el Colegio de Montemariana, que no reciben ningún tipo de pago salvo el que se les pueda dar por parte de los padres de familia; a pesar de ello, es hora en que no se cumple la palabra de Saúl Monreal Ávila, que hace dos años instruyó a sus funcionarios para cumplir ese compromiso.
Lo único que caminó derivado de la plática que sostuvimos con el secretario de Gobierno Juan Manuel Loera, es ponerle fecha tentativa al inicio de la construcción del domo de la escuela primaria de El Baluarte, que será a mediados del mes de mayo.
Pero hay solicitudes recientes de electrificaciones en varias localidades como el Ahijadero, El Águila, Francisco I Madero, La Quemada, El Salto y El Baluarte, que seguramente les aplicarán la misma receta, es decir, no urge y los solicitantes pueden esperar otros cuántos años.
Como se pueden dar cuenta, estas carencias son tan antiguas y su solución se ha ido haciendo tan imperiosa, que ha empujado a los fresnillenses a organizarse y acudir al municipio en comisiones grandes y pequeñas, pero el Gobierno ha ignorado el reclamo popular.
Por todo lo detallado del proceso de gestión, sólo con mala fe podría aducirse que los antorchistas no han esperado lo suficiente, ni Saúl Monreal y ahora Rita Quiñones, alcaldesa de Fresnillo, han dicho que nuestras demandas sean un despropósito, sino todo lo contrario: siempre han declarado la buena disposición para atenderlas por justas y necesarias, pero no hay avances reales.
En tanto, los antorchistas hacemos votos para que pongan en práctica su lema "por el bien de todos, primero los pobres" y esperamos que recapaciten en su política de ignorar las necesidades de los fresnillenses, porque lo único que sucede es que se van acumulando problemas sociales que hacen más difícil recobrar la confianza en el Gobierno.
Por nuestra parte, acudiremos de nueva cuenta la próxima semana en una comisión representativa a insistir en la urgencia de que el Gobierno municipal resuelva las solicitudes planteadas en tiempo y forma porque no son ningún lujo, solo cosas esenciales que no pueden resolver las familias por su cuenta.
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