Para este punto de la historia, ya es bien conocida la lucha que han emprendido los estudiantes afiliados a la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR), del Bachillerato Digital 283. Su lucha consiste en la solicitud de un terreno para la construcción de su escuela, sin embargo, pese a existir diálogos e incluso compromisos por parte de Mario de la Rosa, presidente municipal de Amozoc, los jóvenes no han recibido solución, por el contrario, han sido amenazados de represión si una vez más, ejercen su derecho de la libre expresión y la protesta.
Ante ello, considero necesario hacer mención de algunos acontecimientos que se suscitaron en los últimos meses:
El regreso a clases presenciales en el ciclo escolar 2021-2022 ya es un hecho, sin embargo, en varios lugares las condiciones no existen, denuncias sobran por parte de los directivos escolares y alumnos, de que en el país no se cuenta siquiera con aulas suficientes.
En Amozoc, hace cuatro años se emprendió la lucha por la obtención de la clave C.C.T 21EBH0022K; misma que corresponde al Bachillerato DIGITAL 283, y que, gracias a la lucha, la Secretaría de Educación Pública (SEP), la otorgó en 2019. Sin embargo, el gobierno morenista de Mario de la Rosa no ha cumplido con su palabra de donar un terreno para la construcción de dicha institución educativa.
El incremento en la matrícula escolar rebasa la capacidad del espacio donde toman clases, por lo que cada día que pasa, se hace más y más necesario obtener un terreno para construir la escuela. Lamentablemente, la negativa de De la Rosa para donarlo sigue muy arraigada a su persona y, por tanto, a sus decisiones al frente del municipio.
Ante eso, es urgente emprender una lucha —cada vez más grande— por parte de los estudiantes, porque estamos conscientes de que la educación se defiende, pues es el pilar de un país para salir adelante y es un derecho que aquí se está negando.
Hemos realizado un total de ocho manifestaciones y cada una con un número mayor de estudiantes fenerianos, apoyando la lucha del Bachillerato Digital 283. La última manifestación realizada el 8 de diciembre de 2021 logró, “por fin”, una mesa de trabajo con las autoridades municipales, reunión que pintaba bien para dar solución definitiva a la demanda estudiantil.
En dicha reunión estuvieron presentes el presidente municipal, Mario de la Rosa, el responsable de la Coordinadora de Desarrollo Educativo (CORDE) en el municipio de Tepeaca, Gilberto Amador, la delegada de gobernación en el municipio de Amozoc, Brenda León Gómez, el dirigente Nacional de la FNERRR Isaías Chanona Hernández, la dirigente de la FNERRR en Puebla, Isolda Morán Reyes y quien escribe estas líneas, dirigente de la FNERRR en Amozoc.
Se realizó una minuta con diversos acuerdos para ambas partes, uno de ellos —por parte del presidente— fue el compromiso de buscar algún terreno para donarlo. Por su parte, los estudiantes acordaron no realizar ninguna manifestación y llevar propuesta de algunos terrenos para ayudar a la solución de la demanda, pactando una siguiente mesa de trabajo el día 28 de enero de 2022.
Llegando el día acordado nos presentamos en la presidencia municipal en Amozoc a las 10 am y, ¡oh, sorpresa!, el presidente no se encontraba. En ese momento le marcamos a las autoridades para recibir alguna respuesta, y únicamente logramos comunicarnos con la delegada de gobernación Brenda León Gómez, quien nos atendió con amenazas de represión si es que nos volvíamos a protestar en las calles. Éstas son las palabras de Brenda León: “Cada acción tiene una reacción y al gobierno del estado no le temblará la mano si piensan manifestarse”. Bajo estas amenazas, el gobierno morenista responde a los estudiantes.
Debo añadir que el pasado 2 de febrero el gobierno municipal mandó un oficio al director del Bachillerato, informándole que no tienen ningún terreno que ofrecer y que el municipio no cuenta con recursos para comprar un terreno, ignorando tajantemente por novena ocasión, la necesidad y demanda de más de 200 estudiantes.
Ahora bien. Cabe preguntarse, ¿esta actitud agresiva y represora —además de insensible— por parte del gobierno de Mario de la Rosa y la delegada Brenda León Gómez, que deja ver a todas luces su servilismo con el gobierno de Miguel Barbosa, en lugar de destacarse como buenos servidores públicos, responde a una decisión aislada? No. A estas alturas todos sabemos que a nivel nacional el gobierno encabezado por López Obrador mantiene la misma política, la educación no es prioridad. Entre más ignorante sea el pueblo mejor para ellos, pues seguirá manipulándolo a su antojo. Los recortes al presupuesto, la imposición de directivos, las amenazas y represión es la política antieducativa de la 4T. Combatir con oscuridad, abandono y represión a toda luz que guíe, despierte e ilumine el pensamiento y el espíritu de la gente es una consigna de los gobiernos morenistas.
Un estudiante que piensa, que es crítico y además, se organiza, para la 4T es un enemigo que debe ser eliminado. ¿Es acaso casualidad el manejo que la 4T le ha dado a la educación después de tres años de gobierno? No. Tenemos, a dos años de la pandemia, cinco millones de estudiantes que han abandonado sus estudios por falta de recursos —esto, de acuerdo con la encuesta de medición del impacto de la pandemia realizada por el Inegi. Ante el regreso a clases presenciales las escuelas están materialmente deterioradas y no han recibido apoyo por parte del gobierno; además, tenemos al frente de la SEP a una mujer con corrupción demostrada, que manifiesta su ignorancia cada vez que abre la boca para articular una palabra, la profesora Delfina Gómez, quien actualmente, se encuentra sancionada por el Instituto Nacional Electoral (INE), por delito de enriquecimiento ilícito durante su gubernatura en Texcoco.
Por esta razón, creo necesario decirle a los fenerianos de Amozoc, de Puebla, de todo el país y a todos los jóvenes que no tengan miedo. No debemos doblegarnos ante el poder, nuestra lucha es justa y muy loable. Amenazas como las de Brenda León Gómez, más que detenernos, deben alentarnos a seguir luchando por una educación crítica, científica y popular, que nos permita en un futuro cercano, contribuir a la liberación de un pueblo que hoy se encuentra caminando en la oscuridad de la 4T, atrapado entre las garras de esos que lo quieren ignorante, para manipularlo y ocuparlo para mejorar sus propios intereses.
La lucha sigue, ¡ni un paso atrás! Esa es nuestra consigna, jóvenes. Nada nos detendrá. ¡Hasta la victoria siempre!
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