A propósito del día Internacional de la Mujer, conmemorado el pasado 8 de marzo, deberíamos recordar el libro de "El origen de la familia, la propiedad privada y el estado" del gran teórico Federico Engels. Esta obra explica el origen y el desarrollo de las primeras formas de organización de la sociedad humana, desde que el hombre pisó la faz de la tierra, y los cambios que ha sufrido la familia; la aparición de la propiedad privada y el estado como órgano de dominación de una clase sobre otra.
El hombre en los primeros tiempos, antes de la aparición de la sociedad en clases, se relacionaba con otros hombres para subsistir en un medio adverso, y era una relación de colaboración que se imponía dado el escaso desarrollo de los instrumentos de trabajo. Estos no eran propiedad privada, sino que pertenecían a la comunidad, lo que llevaba a que también los frutos del trabajo de la tribu fueran repartidos equitativamente; muy diferente al tipo de relación que hoy conocemos donde los medios de producción son privados y la riqueza se distribuye inequitativamente.
En un principio, los hombres primitivos cazaban, por ejemplo, a un mamut que compartían entre todos los miembros de la tribu. Tuvieron que pasar cientos de miles de años para que de aquellas tribus con lazos consanguíneos surgieran diferentes formas de organización social más desarrolladas, y la familia y el papel de la mujer en ella, estaba necesariamente ligada a estos cambios en la producción, no sería la misma y se transformaría.
Pero me interesa resaltar del periodo del matriarcado que tanto se menciona sin saber en qué consistió. Para lo anterior, citaré lo que dice Engels en la cuarta edición de 1891 de la obra mencionada: “…que primitivamente no podía contarse la descendencia sino en línea femenina de madre a madre; que esta validez exclusiva de filiación femenina se mantuvo largo tiempo, incluso en el periodo de la monogamia con la paternidad establecida, o por lo menos reconocida; y, por último, que esa situación primitiva de las madres, como únicos genitores ciertos de sus hijos, aseguró a aquellas, y al mismo tiempo, a las mujeres en general, una posición social más elevada de la que desde entonces acá nunca han tenido”. Al matriarcado le sucedió el patriarcado, y con esto la mujer deja de tener “una posición elevada” y aparece el patriarcado donde la filiación no era por la madre, sino la línea sanguínea la llevaba el padre.
La sociedad avanza, se descompone la comunidad primitiva con su propiedad colectiva de los medios de producción, y aparece la propiedad privada y la explotación. En esta transición, por primera vez en la historia el hombre dueño de los medios de producción explota al hombre que carece de ellos ¿Cuál fue la causa? El excedente en la producción que le permitió al individuo no depender del colectivo, y empezar a apropiarse de los instrumentos de producción, por ejemplo, de la tierra.
La aparición de la propiedad privada con el excedente de producción en la agricultura y la ganadería por el desarrollo de las fuerzas productivas es la causante de la aparición de la división de la sociedad en clases, que se consolidó en el esclavismo, el feudalismo, y el capitalismo; modos de producción en los que existe un grupo minoritario que no trabaja, pero acumula riqueza, mientras su contraparte, el grupo mayoritario, trabaja produciendo esa riqueza. La mujer en el capitalismo, o “sociedad de libre mercado”, es violentada y sojuzgada en la fábrica y en la sociedad igual que el hombre, por lo que ambos deben liberarse al mismo tiempo de las cadenas de explotación, para poder ser verdaderamente libres e iguales.
Las agresiones y asesinatos que sufren las mujeres y, en general, su situación de sojuzgamiento, debiera ser ocupación de toda la sociedad, pero, sobre todo, de un gobierno que verdaderamente defienda los intereses del pueblo y de los oprimidos en los hechos, no sólo de palabra como el demagogo gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que ha dicho hasta el cansancio que primero los pobres y sólo defiende los intereses de los dueños del dinero.
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